Los negocios de comida rápida se expanden en el centro paceño e incrementan sus precios al público al ritmo de la inflación, que durante el primer semestre de este año llegó a 8,85 por ciento, con lo que superó la meta anual de 7,07 por ciento.
Éste es el caso de Pollos Copacabana, Pollos Cochabamba, Pizza Nostra y Burger King, que en su mayoría tienen una vigencia superior a los 20 años en el mercado local. Abrieron más agencias y ampliaron sus infraestructuras, que en algunos casos son de lujo.
La Prensa recorrió varios negocios de este tipo y comprobó su crecimiento y el incremento de precios.
El cajero de Pollos Cochabamba Tito López dijo: “Al día terminamos 15 talonarios, cada uno de 50 facturas (750 facturas en total)”. Este negocio, ubicado en la plaza Venezuela de El Prado, recibe en sus dos turnos de trabajo (en la mañana y en la noche) a 750 clientes como término medio. En fechas especiales superan el millar.
La especialidad de la casa es el pollo frito. Un cuarto de pollo cuesta 15 bolivianos; la porción de papas fritas, cinco bolivianos. Hace unas semanas, los precios estaban entre 13 y 14 bolivianos el cuarto de pollo, y las papas fritas, entre tres y cuatro.
Entre mayo y junio, los insumos que más se encarecieron fueron la papa, en 10,5 por ciento, y la cebolla, en 19,8 por ciento. Estos artículos se comercializaban hasta en 40 bolivianos la arroba, el primero, y en ocho la cuartilla, el segundo.
Durante el primer cuatrimestre de este año, el precio del kilo de carne de pollo subió de 12 a 15,50, para luego volver a su precio inicial. Ante este hecho, los propietarios de estos negocios incrementaron el valor de sus productos. Una cliente de Pollos Cochabamba se sorprendió al ver que el costo de las papas fritas subió a cinco bolivianos.
Sin embargo, empleados públicos, trabajadores de la banca, oficinistas en general, estudiantes y turistas frecuentan ese negocio, según dicen, por el buen servicio y la calidad. Su éxito le llevó a abrir varias sucursales en las calles Cochabamba, Comercio, avenida Villazón y en el paseo de El Prado.
Otra empresa destacada en la ciudad es Pollos Copacabana, que opera desde 1970. Sus ambientes, al estilo de las cadenas internacionales, ofrecen a los clientes comodidad e higiene.
Atiende en Miraflores y tiene sucursales en la avenida 16 de Julio, en la calle Potosí, en la zona Sur y en la calle Comercio. Los precios del pollo se incrementaron en tres bolivianos. Pese a esto, la clientela se mantiene leal. Un empleado dijo que los fines de semana reciben a tres mil clientes sólo en la sucursal de Miraflores. Los días particulares, entre 300 a 450 por día. Ofrecen pollo entre 10 a 25,50 bolivianos.
Los locales de venta de pizzas tienen su actividad propia. Pizza Nostra, que tiene en el mercado 20 años, ofrece a sus clientes una variedad de productos adicionales, como las lasañas, canelones y ñoquis. Fabiana Morales, administradora de la sucursal de la avenida Busch, dijo que la inflación y el elevado costo de las verduras obligaron a incrementar los costos de sus productos en 10 por ciento.
Tras la salida de McDonald’s de Bolivia hace cuatro años, Burger King ocupó su espacio en el negocio de las hamburguesas. Celosos de la competencia, se reservaron el derecho de no ofrecer información.
El auge de este servicio motivó a otras empresas, como Toby y Megaburguer.
La historia
En la antigua Roma se servían, en puestos callejeros, panes con olivas o el falafel en el Oriente Medio. En la India se acostumbraba, desde tiempos antiguos, a servir comida callejera.
El concepto de comida rápida apareció en Europa durante las guerras napoleónicas cuando, en el siglo XIX, los mercenarios cosacos del Ejército ruso en Francia solicitaban en los restaurantes que se les sirviera lo antes posible, mencionaban repetidamente la palabra bistro (en ruso: bystro rápido).
Los restaurantes franceses bistro quedaron con esta denominación desde entonces.
En 1912 se abre el primer automat en Nueva York, un local que ofrecía comida detrás de una ventana de vidrio y una ranura para pagar con monedas. El sistema ya existía antes en Berlín y en algunas ciudades de Estados Unidos, como Filadelfia. La firma popularizó la comida para llevar debajo el lema “Menos trabajo para mamá”.
Luego de la llegada de los populares drive-through en los 40 en Estados Unidos, periodo en el que se hace muy popular servir comidas sin necesidad de salir de un coche, el concepto de la comida rápida se instala en la vida de occidente.
Las comidas se sirven a pie de calle o en algunos países se ofrecen en locales comunes.
A mediados del siglo XX, un empresario de la alimentación en Estados Unidos denominado Gerry Thomas comercializa por primera vez lo que se denomina comida preparada.
A comienzos del siglo XX aparecen ciertas corrientes contrarias a la comida rápida, luchan contra los hábitos que produce a las personas. Las cadenas responden con campañas informativas.
Características del servicio
La comida rápida no requiere del empleo de cubiertos para degustar las viandas.
Algunos ejemplos: pizzas, hamburguesas, pollo frito, sándwiches y papas fritas.
En la mayoría de los establecimientos de ese tipo, los clientes hacen fila.
Otro aspecto que se observa en estos locales es que el cliente recoge su pedido.
La comida rápida se basa en la velocidad, uniformidad y a veces en el bajo costo.
El uso de añadidos y las técnicas de preparación varían de un local a otro.
Los puntos de vista
Carmen Gutiérrez
(43) Ama de casa
“Uno tiene que pagar el costo de los productos que ofrecen los restaurantes de comida rápida. No tenemos otra alternativa, yo me veo obligada a quedarme en el centro de la ciudad”.
Williams J. Romero
(20) Estudiante
“Estoy en la UMSA, no puedo volver a mi casa, por la distancia, y tengo que quedarme a comer en el centro. En algunas oportunidades tengo que hacer algún trabajo”.
Johnny G. Tapia
(30) Comerciante
“No me queda otra alternativa que pagar, aunque sé que subieron los costos de los artículos y productos de primera necesidad, esto por la inflación, así nomás son las cosas”.
Rita Mena
(37) Empleada
“Es cómodo, aunque a veces uno se sorprende con el incremento en los precios de los productos que ofrecen al público. Sin embargo, uno se va satisfecha por el servicio”.
Armando Méndez, economista
“Son negocios rentables, si no se cerrarían”
—¿Cuál el impacto de la inflación en centros de comida rápida que hay en La Paz?
—Estos restaurantes están subiendo sus precios en consonancia con la inflación. Los alimentos están subiendo de manera directa.
—¿Repercute en el incremento de sus productos en el negocio?
—Claro, los insumos están subiendo, todo lo que ellos compran, verduras, papas, etcétera, están subiendo, por tanto, lo que ellos hacen es agregar al precio final el mayor costo de sus insumos. No tienen otra alternativa para hacer frente a esa situación.
—Pese al incremento de sus costos, los clientes siguen frecuentando.
—La inflación en última instancia es porque hay demanda, la demanda ha aumentado de manera permanente, es la que explica por qué las cosas suben de precio y la gente sigue consumiendo.
—¿Estos negocios son rentables?
—Por supuesto que son rentables, si no se cerrarían.
La inflación es un fenómeno que permite que los negocios sigan ganando mejor, la inflación siempre favorece al comercio y va en contra de los empleados que viven de un salario.