Contra todo pronóstico, la actual crisis económica, la falta de mercados y la suspensión de la Ley de Preferencias Arancelarias Andinas y Erradicación de Drogas (Atpdea, en inglés), que ya provocó el cierre de varias empresas en el país, no han logrado frenar la producción de la fábrica de confecciones Trailer, una empresa familiar que da trabajo a más de un centenar de familias y que además enfoca su objetivo en la calidad, el diseño y sigue las últimas tendencias de la moda actual.
Con diseños y telas exclusivas, Trailer confecciona una variedad de prendas de vestir en jeans, desde pantalones, chamarras, suéteres, boleros, bolsos, hasta artículos de regalo que solicitan otras empresas para promocionar sus productos. Esta empresa fabrica mensualmente entre 40 mil y 68 mil unidades.
Ubicada en la zona sur de la ciudad, la fábrica está dividida en cinco módulos, cada uno cuenta con su propio equipo de producción integrado por 30 a 40 encargados del manejo de las máquinas el corte, el lavado de las telas y el acabado final de las prendas de vestir.
Un proceso que se inicia desde la concepción de la forma, el estilo, color, diseño de los bordados que elaboran entre tres y cuatro modelos diferentes para cada uno de los módulos de Trailer.
Las telas son importadas directamente de Estados Unidos, Japón o la India. Los propietarios de Trailer se encargan de elegirlas en el lugar y comprar el volumen completo, inclusive antes de que éste salga al mercado. Son esos detalles los que hacen de la producción de Trailer, una empresa que combina materia prima extranjera con mano de obra boliviana, y cuyo resultado lo percibe y comprueba el cliente.
Los propietarios de Confecciones Trailer en Cochabamba son los hermanos Alfonso, Martha, Marcela, Sorayda y Sarina Magne. Cada una de ellos produce prendas distintas. Por ejemplo, en el módulo dirigido por Alfonso Magne, las creaciones se inspiran en mujeres dinámicas y emprendedoras que conservan lo clásico sin perder la sensualidad al vestir un jean. Por el contrario, en la producción del módulo de Sarina Magne, ésta fabrica prendas mucho más agresivas, dirigidas a ese espíritu juvenil rebelde que parece estar acorde con los ritmos musicales de moda.
“¿Un pantalón puede hacer milagros?
Un jean Trailer lo hace. La calidad de la confección se traduce en la satisfacción de una imagen bien contorneada visualizada a través del espejo y que luego se roba todas las miradas”, Enrique Quintanilla, gerente general de Trailer
Sí bien la fábrica tiene como público principal a la mujer, también elabora pantalones, overoles y chamarras para hombres y prendas infantiles.
“No olvidamos a nadie”, afirma Sarina Magne en referencia a los pantalones algo más holgados en la parte del vientre, “son especiales para las mujeres que van a ser mamás o para las que son mamás y aún no recuperan su figura. El pantalón ayuda a disimular esas llantitas y se ajusta a lo bonito del cuerpo femenino”, afirma convencida.
El nacimiento de la fábrica
Trailer tiene 29 años de existencia, es una de las fábricas de pantalones más antiguas de Cochabamba y está cerca de cumplir los 30 años de edad. En el inicio, Alfonso Magne, el hermano mayor, emigró como muchos bolivianos a Argentina.
En ese país fue contratado por una fábrica de pantalones que, curiosamente, llevaba el nombre de “Trailer” en referencia a esos enormes camiones que circulan las carreteras nacionales, cuya presencia provoca la sensación de grandiosidad y similar a la que, supuestamente, produce la figura femenina en unos jeans. Magne trabajó en esa fábrica lo suficiente para aprender todo el proceso de elaboración de prendas. Poco después, la empresa argentina quebró y su propietario de entonces obsequió las etiquetas sobrantes a Magne.
De retorno a Bolivia, Alfonso Magne inició la producción de jeans. “Al principio todo era manual y en máquinas de coser comunes. Mi esposa y yo nos dedicamos las 24 horas del día a sacar adelante la pequeña empresa, luego se unieron mis hermanos y eso fue posible gracias a la demanda que en esa primera parte nos sorprendió”, relata Alfonso Magne.
El empresario remarca también que su producción antes de ser elaborada ya estaba completamente vendida. “La desesperación era acabar con los pedidos a tiempo para no fallar a nuestros clientes, así se trabajaba antes, ahora se deben buscar más mercado y se deben buscar otros compradores”, afirma.
Inversión y Medio Ambiente
El crecimiento implica inversión y Trailer consciente de eso revela que sólo en las máquinas bordadoras existe una inversión de 125 mil dólares. Son máquinas que trabajan a base de una memoria, la cual a través de un monitor va marcando la figura que los hilos van bordando sobre la tela.
Cada una de las bordadoras, según el gerente general de Trailer, Enrique Quintanilla, tiene una capacidad para bordar mil prendas por día.
Trailer tiene máquinas que no se hallan en Cochabamba, por ejemplo tiene una que sólo hace ojales, otra que pega bolsillos y la que realiza la pretina tiene un costo aproximado de 15 mil bolivianos. Ahora para la sección lavandería, la empresa invierte en productos bio-degradables, lo que ayuda a que en los pantalones no se formen rajaduras, ni quebraduras y evita el daño al medio ambiente. “Son detergentes neutros, especiales y tintes más naturales”, dice uno de los propietarios Alfonso Magne.
Jeans para Bolivia
El principal mercado de Trailer es el interno. De acuerdo a la apreciación de Alfonso Magne, director de la empresa, el “mercado interno es el mejor”. Los principales compradores se ubican en los departamentos de La Paz, Tarija, Potosí y Oruro, ciudad en la que además se hallan otros dos módulos de la fábrica, y Cochabamba.
Fortalecer su mercado es otra de las proyecciones de Trailer, además de la exportación a otros países. Sin embargo, debido en parte a la crisis y al escaso apoyo de la producción nacional, la fábrica trabaja sólo el 40 por ciento de su capacidad. La producción está programada para realizarla en dos épocas: la baja, que coincide con el invierno, donde se produce, en el caso de los pantalones, alrededor de 40 mil unidades y la época alta sube a las 68 mil unidades y a veces más. Experiencias pequeñas de exportación, como el envío de algunas docenas a EEUU, una venta mínima pero permanente a Colombia y antes a Argentina permiten visualizar y fundamentar esperanzas de crecimiento en los propietarios.
“Sabemos que nuestros pantalones han sido bien recibidos y que han llamado la atención, vamos a realizar un estudio de mercado para intentar ingresar a otros países”, remarca Alfonso Magne. Trailer no sólo se ha posesionado en parte del mercado interno gracias a su enfoque permanente en calidad, moda y comodidad del cliente, también trabaja a la par con los requisitos básicos que debe contar una marca. Trailer es marca registrada y aprobada por el Servicio Nacional de Propiedad Intelectual, además de contar con la concesión aprobada tanto en Bolivia como en Latinoamérica, lo que permite a la empresa producir variedad.