Consejos y recetas prácticas que van desde la forma de preparar una atractiva tabla de quesos hasta la preparación de sofisticados platillos como crepés y suflés con el queso madurado, se encuentran en el Recetario “Quesos de Achocalla sabores de altura” que lanzó la quesería Flor de Leche.
El recetario es mucho más que recetas pues permite al lector a conocer más sobre la leche y sus derivados y particularmente, sobre la variedad de quesos madurados que se producen en el país como Edam, Tilsit, Raclette, Vacherín, Fromachelli, Borsin y aquellos elaborados por Flor de Leche como Roca del Illimani, Achocalla, entre otros.
“Este recetario es resultado de amistades invalorables, de voluntades inquebrantables y de un creativo y atrevido flujo de ideas”, sostuvo Stanislas Gillés, propietario de Flor de Leche.
“Quesos de Achocalla sabores de altura” habla de la historia y las tradiciones que dieron nacimiento a una impresionante variedad de productos lácteos tanto frescos como madurados; “deseamos sugerirles preparaciones, maridajes y actitudes que les permiten celebrar las fiestas culinarias que se merecen”, dijo.
El recetario viene en una edición de lujo, tiene 170 páginas con fotografías a todo color y se distribuye en las librerías Lectura y Gisbert, entre otras.
Mouse de naranja con queso crema, chiboust de yogurt de maracuyá y lasaña, son algunos de los manjares que son descritos en su proceso de elaboración.
Flor de Leche es una microempresa boliviana que produce quesos, cremas de queso y yogures de manera artesanal, con un control riguroso de calidad e higiene. Genera 20 empleos.
La leche proviene del Altiplano, las tierras de pasto más altas del mundo que le proporcionan un carácter único. Los proveedores son 90 familias campesinas que habitan en el valle y altiplano de Achocalla, un municipio aledaño a la sede de gobierno.
El recetario es mucho más que recetas pues permite al lector a conocer más sobre la leche y sus derivados y particularmente, sobre la variedad de quesos madurados que se producen en el país como Edam, Tilsit, Raclette, Vacherín, Fromachelli, Borsin y aquellos elaborados por Flor de Leche como Roca del Illimani, Achocalla, entre otros.
“Este recetario es resultado de amistades invalorables, de voluntades inquebrantables y de un creativo y atrevido flujo de ideas”, sostuvo Stanislas Gillés, propietario de Flor de Leche.
“Quesos de Achocalla sabores de altura” habla de la historia y las tradiciones que dieron nacimiento a una impresionante variedad de productos lácteos tanto frescos como madurados; “deseamos sugerirles preparaciones, maridajes y actitudes que les permiten celebrar las fiestas culinarias que se merecen”, dijo.
El recetario viene en una edición de lujo, tiene 170 páginas con fotografías a todo color y se distribuye en las librerías Lectura y Gisbert, entre otras.
Mouse de naranja con queso crema, chiboust de yogurt de maracuyá y lasaña, son algunos de los manjares que son descritos en su proceso de elaboración.
Flor de Leche es una microempresa boliviana que produce quesos, cremas de queso y yogures de manera artesanal, con un control riguroso de calidad e higiene. Genera 20 empleos.
La leche proviene del Altiplano, las tierras de pasto más altas del mundo que le proporcionan un carácter único. Los proveedores son 90 familias campesinas que habitan en el valle y altiplano de Achocalla, un municipio aledaño a la sede de gobierno.
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