La compañía celebra seis años sin accidentes reportables, al actuar bajo la filosofía “Un mejor cuidado para un mundo mejor” y el continuo enfoque en que los colaboradores regresen seguros a casa.
La prevención de riesgos laborales comprende un conjunto de actividades que deben ser planificadas y adoptadas por todas las áreas de la empresa. Estos riesgos deben ser gestionados a través de acciones conscientes que garanticen el normal desarrollo de una organización y sus componentes para minimizar el riesgo. Bajo esta premisa, Kimberly-Clark, compañía líder de productos de cuidado e higiene personal y familiar, redujo el nivel de riesgo en sus maquinarias hasta un 80%, desde hace al menos nueve años.
¿Cómo Kimberly-Clark ha logrado reducir estos riesgos? Desde 2013, la compañía ejecuta programas de prevención de incidentes como el programa” Regreso Seguro a Casa”, “Gestión de Riesgos en Maquinarias (MRA)” y “Haz Lo Correcto” que contemplan una serie de medidas a ser consideradas por los colaboradores de la compañía. Alejandro Lechín Silva, líder de Salud, Seguridad y Medio Ambiente en Kimberly-Clark Bolivia, asegura que se trata de un esfuerzo conjunto por mantener niveles elevados de seguridad en maquinaria, procedimientos de trabajo diseñados para minimizar el nivel de riesgo, prácticas y, lo más importante, el compromiso de la gente en adoptar la seguridad laboral como una prioridad para todos los niveles, puestos y responsabilidades de quienes forman parte de la compañía.
Compromiso del talento humano
Desde 2015, la empresa ejecuta un programa de seguridad comportamental denominado SAFE, Safety Accountability For Everyone (Responsabilidad de Seguridad Para Todos), para fomentar la interacción entre colaboradores y líderes, con el fin de generar mentorías, coaching y retroalimentación en el lugar de trabajo. Esto permite solucionar inconvenientes en tiempo real, generar mayor percepción del riesgo y consecuentemente crear una cultura EHS (Salud, Seguridad y Medio Ambiente, por sus siglas en inglés).
“Hace casi siete años vimos que SAFE era una gran oportunidad para mejorar nuestra cultura EHS; por eso, decidimos que Bolivia sea una de las plantas piloto en la implementación de este programa en Latinoamérica. Hoy vemos que logramos cumplir nuestra meta interna de ser el benchmark regional, es decir, referentes”, explica Lechín. De acuerdo al ejecutivo, lo más importante es el compromiso de la gente y lo que denominan ‘Tres responsabilidades S.O.S: Verlo, Adueñarse y Resolverlo’, “esto consiste en que cada colaborador cuida de sí mismo y a sus compañeros, además de buscar la solución de los problemas en el sitio, ya sea reportando al instante a un supervisor o arreglándolo por su cuenta, si es sencillo.
Esto se complementa con el programa “Haz Lo Correcto” que refuerza como nos encanta trabajar en Kimberly-Clark al pensar en nuestros seres queridos como principal motivador, porque si en cada decisión pensamos en ellos, nuestro trabajo será realizado cuidándonos con el fin de regresar cada día seguros a casa”, añade.
Metodología de gestión de riesgos
Desde el 2013, Kimberly-Clark Bolivia ha logrado reducir el nivel de riesgo de sus maquinarias en un 80%, gracias a una metodología de gestión de riesgos (MRA) que facilita acciones como: eliminación de peligros, remediación de maquinarias, implementación de ingeniería, guardas, entre otros.
Capacitaciones periódicas
Para tener personal comprometido, la capacitación es el paso base. Para ese fin, realizan entrenamientos periódicos no solo a personal de Kimberly-Clark, sino también a trabajadores tercerizados y contratistas, en dos temas centrales:
- Seguridad y Salud: seguridad comportamental, gestión de riesgos, brigadas de emergencia, uso de montacargas, seguridad en la maquinaria y tareas de alto riesgo, que implica trabajos en altura, en caliente, en espacios confinados, en seguridad eléctrica, levantamiento de cargas y otros más.
- Medio Ambiente: gestión de químicos, gestión de residuos, manejo de emisiones atmosféricas y gestión de aguas, etc.
Las capacitaciones se ejecutan según las necesidades -identificación de peligros, riesgos latentes e incidentes, y se priorizan las actividades clasificadas como ‘alto riesgo’. Ninguna persona puede realizar una tarea sin ser apta para la misma y la carga horaria de capacitación depende del tipo de entrenamiento, es decir, puede variar desde 1 a 60 horas. A ello se suma que implementan inducción a cada persona que ingrese a la planta, sea de Kimberly-Clark, trabajadores tercerizados o contratistas.
Un esfuerzo reconocido dentro y fuera de la empresa
“La compañía brinda los recursos necesarios para cumplir con altos estándares en temas de salud, seguridad y medio ambiente, los mismos que se complementan con el comportamiento y actitud positiva del equipo. Considero que la suma de esos factores es la clave para que hoy estemos orgullosos de cumplir seis años sin accidentes reportables”, finaliza Lechín.
El logro también ha sido destacado con cinco premios Crystal Eagle; cada uno reconoce un año sin accidentes reportables que cumple una planta a nivel global, en Kimberly-Clark Corporation