Cada una de las gotas de látex que brota a la superficie de los árboles de siringa que se levantan como silenciosos gigantes en la Amazonia boliviana se ha convertido en una alternativa sostenible para seis comunidades de la Reserva Manuripi, en el departamento de Pando.
La extracción de látex natural y su conversión en bloques o coágulos de goma seca se ha constituido en los últimos años en una actividad en la que 76 socios obtienen ingresos económicos fijos, gracias a la organización de seis comunidades que conformaron la Asociación de Gomeros de la Reserva Manuripi (Asgoma), en 2009.
Manuripi es una de las últimas y más extensas regiones intactas que quedan en la Amazonia boliviana. En ella viven 10 comunidades dedicadas a la zafra de la castaña, actividad que se constituye en el sustento de sus habitantes y que se realiza de enero a marzo.
Sin embargo, para evitar la caza y pesca ilegal y otras prácticas no amigables con la naturaleza, en la época del año en la que no se recolecta castaña, los pobladores decidieron repotenciar la producción de goma.
Curichón, San Antonio, Luz de América, Villa Florida, Católica, La Cruz y Sacrificio son las comunidades que se dedican a trabajar en la extracción de látex, entre abril y julio, en las estradas o sendas que unen las filas de árboles de siringa.
"En 2008 empezó esta visión de extraer goma. En el pasado después de la zafra de castaña no había más trabajo; la gente salía a la ciudad (Cobija) a buscar un oficio como albañiles. La goma nos alivia la vida. Ahora vendemos a dos empresas de Cochabamba que producen sandalias, plantillas para calzados, como los del Ejército”, cuenta el presidente de Asgoma, Aurelio Chao.
Con fondos de la Cooperación Financiera Alemana - a través del programa Biodiversidad y Áreas Protegidas y en colaboración con el programa Manejo de Áreas Protegidas y Zonas de Amortiguación- y el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap) se ejecutó el proyecto Aprovechamiento Sostenible de la Goma en la Reserva Manuripi, que se prolongó hasta este año.
Protocolo siringuero
Si en el pasado la obtención de la goma fue una actividad basada en los saberes y conocimientos de las comunidades, hoy su organización tiene un protocolo que comprende desde las normas de rayado y recolección de los árboles, identificación de éstos, apertura de estradas y extracción del látex, hasta la obtención de los coágulos con un control de calidad y registro.
"Se llegó a abrir 152 estradas, de ésas 113 están georreferenciadas. Hay un mapeo de estos árboles, que suman 8.822. También se determinó cuáles estaban listos para ser aprovechados, lo que ocurre más o menos cuando tienen de 12 a 15 años de edad”, explica el coordinador de No Maderables del proyecto, Amador Apaza.
Temprano en la mañana, cada siringuero recorre su estrada haciendo el rayado de los árboles. Después de una larga caminata vuelve a pasar por ella para recolectar el líquido blanco, o látex, para luego comenzar el proceso de obtención de coágulos en bloques.
"Es un trabajo sacrificado. Yo salgo a las cuatro de la madrugada y termino a las dos de la tarde con el líquido ya listo para vaciarlo en los moldes. El trabajo es individual. Cada uno tiene tres sendas para trabajar”, dice uno de los socios, Marcelino Queteguari.
Después, siguiendo varios pasos, se obtienen los bloques en los que se seca el producto. Luego éste es enviado a las dos empresas industrializadoras en Cochabamba.
Siringueros y cambio de vida
Los productores cuentan que la vida ha mejorado desde que se asociaron para recolectar la goma. "El ingreso no es mucho con la goma; si tuviéramos máquinas laminadoras de látex el producto valdría más. Pero al menos nos alcanza para comprar alimentos en época que no estamos en la zafra de castaña”, comenta Víctor Achimo, otro socio.
En 2012 la producción total fue de 12.378 kilogramos de goma seca, que obtuvo un precio de venta que osciló entre 14 y 18 bolivianos por kilo.
"Se realizó un trabajo de capacitación y organización que ha tomado años (...). El mercado de la goma es menor al de la castaña. Se le daría un valor agregado si se la procesara, si se tuviera, por ejemplo, máquinas laminadoras”, opina el coordinador de la WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza, en español, que también forma parte del proyecto), Víctor García.
Hoy, en la selva tupida, los siringueros se han puesto como meta no sólo valerse del importante ingreso de la castaña, sino poner en valor la goma natural. Su sueño para el futuro es que ese producto que obtienen gracias a esos gigantes amables de la selva del Manuripi pueda ser industrializado por ellos.
Los siringueros
Video Para conocer más el trabajo de los siringueros en Manuripi, ingrese a: http://www.youtube.com/watch?v=WMDHORZzSIA&feature=related.
Manuripi La Reserva Manuripi está en la provincia que lleva el mismo nombre, en el departamento de Pando. Tiene una superficie de 747 mil hectáreas. De ellas, el 13% está ocupado por las comunidades beneficiarias del proyecto.
Nuevo galpón de acopio
Los 76 socios de la Asociación de Gomeros de la Reserva Manuripi tienen espacios para acopiar y elaborar sus bloques de goma.
En la comunidad Luz de América, una de las seis que integran Asgoma, se inauguró hace pocas semanas un galpón de oficinas de la entidad para juntar la goma antes de su traslado, pero además para tener un control de calidad y un registro del producto obtenido.
La obra se realizó con los fondos de la Cooperación Financiera Alemana (KfW).
El primer secretario de la Cooperación Alemana, Thomas Bodenschatz, que estuvo presente, agradeció a la comunidad por la iniciativa de producir goma. "Me siento muy contento por la obra y pienso que los fondos destinados a su construcción, que provienen de los impuestos que pagan los ciudadanos alemanes, deben seguir financiando proyectos tan interesantes como éste”, dijo.
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