La propuesta del Gobierno de venderles harina de trigo importado a 270 bolivianos el quintal fue rechazada ayer por los panificadores de Cochabamba, quienes piden que el precio se fije en 200 bolivianos.
En un ampliado de la Federación Departamental de Panificadores de Cochabamba (Fedepaco), realizado ayer, se rechazó la propuesta y se resolvió solicitar una rebaja a fin de poder mantener el precio del pan de batalla en 0,40 bolivianos.
El Gobierno, a través de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa), entrega harina subvencionada a 135 bolivianos el quintal, en base a un convenio firmado en 2012; sin embargo, el viernes pasado propuso importar trigo de EEUU, molerlo, embolsarlo y venderlo a 270 bolivianos el quintal.
El Gobierno adelantó, en la reunión del pasado viernes en La Paz, que contaba con 30.000 quintales para repartir en Oruro, Potosí, Sucre y Cochabamba en los próximos tres meses. Al respecto, el ejecutivo de la Fedepaco, Freddy Cuentas, dijo que la cantidad resulta insuficiente ya que, sólo en Cochabamba, la demanda del insumo supera los 21.000 quintales.
En el ampliado de ayer, varios asociados coincidieron en que, además de que el precio ofertado no respeta el convenio firmado con el sector el año pasado, existe desconfianza de que la harina molida y embolsada por Emapa sea realmente elaborada con trigo importado. También se hizo notar que, de aceptarse la oferta, el Gobierno debería aceptar la inmediata subida del precio del pan.
En el ampliado se reunieron aproximadamente ocho asociaciones, las cuales expresaron un rechazo rotundo a la oferta, a excepción de la de Quillacollo, que decidió aceptar momentáneamente la oferta.
“Rechazamos contundentemente el precio de 270 bolivianos, pero no (rechazamos) la harina. Proponemos la contraoferta de 200 ó 210 bolivianos”, dijo.
La contraoferta será presentada hoy en La Paz, a través del representante de la confederación, Juan Lisboa.
Cuentas resaltó que este nuevo precio “es un atentado a la población” ya que resultaría en el alza del precio del pan de batalla.
También responsabilizó al Gobierno por la diferencia actual de precios en la oferta de pan, debido a que muchos panificadores, obligados por la escasez del insumo, están recurriendo a la harina del mercado paralelo para abastecerse.
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