Seguir creciendo, potenciando y modernizando la compañía para garantizar productos de calidad, no son los únicos objetivos de la mayor industria de calzados del país. En estos 75 años de existencia, Manaco S.A. no ha dejado de lado su responsabilidad social y compromiso con la comunidad, a través de diferentes programas.
Sus acciones van desde el apoyo a la educación de los hijos de los trabajadores, el fomento al deporte y la cultura, hasta el cuidado del medioambiente.
El 12 de septiembre de 1952, los trabajadores de la fábrica Manaco de Bata en Quillacollo, fundaron una asociación cultural alrededor del baile tradicional de la Diablada y, desde entonces, cada año la fraternidad, que adoptó el nombre de "Thomas Bata", participa en la entrada folklórica de la festividad de la Virgen de Urkupiña.
En abril pasado, se celebró el 52 aniversario de la Escuela Fundación Thomas Bata, que fue fundada por el Sindicato de Manaco en 1963 con el nombre de Escuela Mixta 12 de Enero, doce años después la empresa se hace cargo de la escuela y cambia su nombre a "Thomas Bata" en homenaje al pionero del negocio del calzado en el mundo. Desde entonces, hasta hoy, la empresa financia la educación en su totalidad de los niños y niñas de la escuela, hijos de los trabajadores, siendo una de las más grandes obras de responsabilidad social.
A través de diferentes acciones, los trabajadores de Manaco junto a vecinos han reforestado varios sectores y han realizado la limpieza de otros para cuidar el medioambiente.
Con la ayuda de los profesores y padres de la escuela Santa Rosa de Lima en Arbieto crearon huertos en la escuela para una mejor nutrición y enseñaron a los niños cómo cultivar su propia comida.
BATA
Dibujar en los niños una sonrisa y que éstos puedan tener un futuro mejor, es uno de los objetivos del programa Bata Children's Program (BCP) Bolivia que llevan adelante empleados, voluntarios de Bata Manaco, como una extensión del servicio a la comunidad
En este marco, el BCP Bolivia entregó una donación de materiales escolares para 100 niños de la escuela Simón Bolívar de Colcapirhua, que sufrió una grave inundación que dejó a muchas familias del lugar sin hogar.
Los voluntarios del BCP entregaron dos cuadernos, un lápiz, una regla, un sacapuntas, una goma y una caja de lápices de 12 colores a los niños de esa escuela.
Entre otras actividades, los voluntarios entregaron una donación al hogar San Ignacio de Loyola, que alberga a 27 huérfanos.
En 2014, 3.100 voluntarios Bata, de 26 países, contribuyeron más de 12.000 horas de trabajo voluntario para ayudar a 55.000 niños. Cuatro pilares guían la selección de la ayuda: salud y seguridad, tutoría y habilidades, educación y finalmente vivir en un mundo sostenible.
TELEMARATÓN
Continuando con el espíritu colaborador y el compromiso de ayuda a los niños necesitados de Cochabamba, el Programa Niño Bata (BCP por su sigla en inglés) conjuntamente con Manaco, en octubre del pasado año, firmaron un convenio de cooperación con la Fundación de la Telemaratón, que el año pasado beneficio a los niños de Oncofeliz, organización que apoya a más de 160 niños con cáncer, para que reciban los tratamientos que requieren para combatir ese mal.
Los niños de la fundación Oncofeliz visitaron las instalaciones de la fábrica, donde les recibió el payasito Bombín, (un trabajador de la fábrica y voluntario del BCP que en sus tiempos libros se dedica a animar fiestas infantiles). Los importantes visitantes jugaron, bailaron y disfrutaron de un show de magia.
"Ese día fue especial para los niños y para quienes vimos con mucha ilusión la fuerza y valentía de estos niños que día a día luchan por su vida y disfrutan cada momento", señala una publicación de la fábrica.
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