Capacitación ‘in company’, una solución para la crisis de productividad

Uno de los mayores beneficios de la capacitación en la empresa (in company) es poder llevar a esta un instructor que adecue el contenido de su temario a las necesidades específicas de la organización, con el objetivo de lograr un nivel de excelencia académica del personal que a la postre se traduce en la fidelidad de los recursos humanos. Pero en esta búsqueda de mejora constante de las compañías surge una pregunta ¿Cuándo le conviene a una firma llevar a cabo una capacitación exclusiva?

De acuerdo con el consultor en estrategia y márquetin Jhonny Atila, conviene realizar una capacitación en el trabajo cuando existen problemas en el triángulo de productividad (valorar, querer y hacer) en el trabajo por parte del personal.

Atila explicó que los conectores de este triángulo son el aprendizaje de la tarea que realiza cada funcionario (contenido técnico, el trato al cliente y los reportes que se entregan) y la conexión con los compañeros de trabajo en la estructura de la empresa (equipos de trabajo, quién es quién y generar la confianza para integrar al personal).

A estos el consultor agregó la familiaridad con los clientes (capacidades operativas, valorativas y motivacionales) y la integración en procesos o proyectos de la empresa (crear la visión de futuro e integrarla a la cultura empresarial).

Por su parte, Claudia Ferreyra, experta en relaciones institucionales, indicó que este tipo de seminarios o cursos son recomendables para llevarse a cabo cuando una organización busca impulsar cambios en los resultados de sus negocios, en sus procesos internos y en la conducta o hábitos de sus empleados.
Ferreyra expresa que los talleres exclusivos deben servir para motivar y desarrollar al personal y fortalecer la integración de la empresa para brindar nuevas competencias individuales y colectivas.

Roberto Lanel, especialista en gestión empresarial, recomienda aplicar esta modalidad de capacitación a través de cuatro pasos básicos: efectuar entrevistas iniciales para identificar las necesidades y objetivos de capacitación, planificar las sesiones basadas en la información recopilada, registrar los índices de seguimiento para confirmar el cumplimiento de objetivos y generar un informe final con sugerencias a futuro