El producto era ofrecido a las amas de casa en diferentes cortes; chuleta, rabadilla, molida y pulpa a un precio de Bs 18 y Bs 20 por kilo. Estaba dividido en trozos o había sido molido, y era guardado en bolsas de nylon negras y otras de yute. En la pulpa se hallaron gusanos y cucarachas.
La Intendencia de la Alcaldía paceña decomisó ayer en un operativo 1.500 kilos de carne de burro que era comercializada en cinco puestos de la avenida Buenos Aires, entre las calles Chorolque y Los Andes, como si fueran de res o de llama.
El producto era ofrecido a las amas de casa en diferentes cortes; chuleta, rabadilla, molida y pulpa a un precio de Bs 18 y Bs 20 por kilo. Estaba dividido en trozos o había sido molido, y era guardado en bolsas de nylon negras y otras de yute. En la pulpa se hallaron gusanos y cucarachas.
“La venta de esta carne constituye un atentado a la salud de la población, puesto que no hay un matadero para el faenado de ese animal y se desconocen las condiciones de inocuidad”, explicó el intendente Mauricio Ruiz. Tampoco se sabe cómo fueron criados los jumentos y si les vacunaron y desparasitaron. Hace un par de semanas, la intendencia tomó 18 muestras de esos puestos que fueron analizadas por el Instituto Nacional de Laboratorios en Salud (Inlasa).
“El análisis estableció que era de burro y no de llama ni res como argumentaban las comerciantes”, dijo Ruiz. La Intendencia no sólo confiscó el producto, sino las tarimas, utensilios y balanzas a fin de que las carniceras no vuelvan a operar y las suspendió de forma indefinida.
Engaño. En 2007 la Alcaldía paceña decomisó 1.800 kilos de carne de asno, que iban a ser vendidos a fabricantes de salchichas, hamburguesas, carnes frías o puestas a la venta al público molida y como si fuera de vacuno.
Hasta 2010 se hicieron decomisos regulares de 80 a 100 kilogramos mensuales. La Intendencia toma, cada tres meses, muestras de productos sospechosos de diversos centros de abasto de la ciudad.
“En lo que va del año se han decomisado alrededor de 100 kilos en operativos aislados y éste sería el más grande decomiso de 2013”, informó Ruiz. Cada prueba en el Inlasa tiene un costo de Bs 300, que corre por cuenta de la Intendencia edil. El Intendente precisó que la carne de jumento no es dañina para la salud, pero aclaró que en Bolivia no hay centros que críen estos animales exclusivamente para el consumo.
“No hay granjas ni criaderos de burros. Ellos son criados en el área rural y son utilizados para el transporte u otros trabajos y mueren de viejos. Allí son faenados en condiciones inadecuadas y son trasladados a las ciudades en peores circunstancias”, advirtió.
El caso fue remitido a la Dirección Jurídica de la Alcaldía para que analice si se inicia una acción penal contra las comerciantes por el delito de atentado a la salud pública, tipificado en el artículo 216 del Código Penal, que sanciona con privación de libertad de uno a diez años. “Todavía se tiene que investigar su grado de responsabilidad”, precisó. La carne decomisada será trasladada al área de control de patógenos del Relleno Sanitario de Alpacoma.
Tips para identificar la carne
Color
La carne de jumento tiene un color guindo, más opaco y oscuro que el de la carne de res o de llama, debido a su alto contenido de hierro.
Textura
Al cocinarla, esta carne no tiene sabor y es fibrosa, lo que la vuelve un poco más dura que la de res, oveja o llama.
Grasa
Los nervios y la grasa que tiene la carne de jumento es de color amarillento, a diferencia de las carnes de los otros animales, incluso presenta tonos naranja.
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