Ministro de Estado para Asuntos Exteriores y miembro de la Cámara de Consejeros (Senado) de Japón, Masahisa Sato es una de las más altas autoridades políticas de ese país. Llegó a Bolivia para coordinar con autoridades bolivianas, entregar equipos para enfrentar incendios forestales y también para visitar las comunidades japonesas en el país (los municipios cruceños San Juan de Yapacaní y Okinawa), preparando la celebración, en 2019, de 120 años del comienzo de la inmigración japonesa a Bolivia. Aunque no pudo reunirse con el presidente Evo Morales, sí lo hizo con tres ministros. En entrevista exclusiva con Animal Político de La Razón, el ministro Sato reveló significativos datos de la relación boliviano nipona: el zinc y el plomo bolivianos sostienen a la industria japonesa, este año el país tiene el mayor crédito japonés en América Latina y el Caribe (600 millones de dólares), y también recibe el más alto monto de donación japonesa en el mundo (38 millones de dólares).
— ¿Cuál es el propósito de su visita a Bolivia?
— Es un gran placer para mí tener el privilegio de ser el primer ministro de Estado para Asuntos Exteriores del Japón que visita Bolivia. Me he reunido con el ministro de Medio Ambiente, el señor (Carlos) Ortuño; con la ministra de Planificación, señora (Mariana) Prado; y con el nuevo canciller, el señor (Diego) Pari; conversamos de diferentes temas. Además, tuve la oportunidad de subir al teleférico de La Paz, desde las cabinas se puede apreciar el paisaje panorámico de la ciudad. Este año se conmemora el 40 aniversario del Acuerdo de Cooperación Técnica y el envío de voluntarios japoneses a Bolivia. El próximo se conmemorará el 120 aniversario de la inmigración japonesa a Bolivia. Aprovechando esta coyuntura, mi visita tiene el propósito de fortalecer las tradicionales relaciones de amistad y cooperación entre ambos países, a través de las reuniones anteriormente citadas.
— ¿Cómo está la actual relación bilateral con Bolivia?
— Antes que nada, quisiera expresar mi profundo agradecimiento por la hospitalidad ofrecida a tantos inmigrantes japoneses y sus descendientes por parte del Gobierno y pueblo de Bolivia. Entre los dos países hay excelentes relaciones de amistad y cooperación gracias a este hecho histórico. Actualmente, unos 14.000 inmigrantes y descendientes japoneses conviven con el pueblo boliviano y contribuyen al desarrollo del país en diferentes campos, sobre todo en el agrícola; la cooperación japonesa aquí tiene una historia de casi 60 años. Gracias a ello, Bolivia es uno de los mejores amigos y simpatizantes de Japón en el mundo. En lo económico, Bolivia es una de las potencias mundiales en recursos naturales. Para Japón, Bolivia ocupa el primer y segundo lugar como país de origen de las importaciones japonesas de zinc y plomo, respectivamente, siendo un abastecedor sumamente importante que sostiene a la industria japonesa. La empresa minera San Cristóbal se encarga de la explotación de estos minerales; es una empresa con el 100% de capitales japoneses. San Cristóbal contribuye con aproximadamente el 30% del monto de las exportaciones bolivianas en el área de la minería y aporta considerablemente a la generación de empleo en las comunidades locales. En el campo de la cultura y el turismo también hay avances: está en auge el turismo de japoneses al Salar de Uyuni; se ha triplicado el número de turistas japoneses a Bolivia en los últimos cinco años, superando los 16.000 en 2016. El flujo e intercambio de personas entre ambos países está cada vez más activo. En las reuniones sostenidas con diferentes ministros hemos acordado promocionar tres cooperaciones: a nivel gubernamental, empresarial, y a nivel comunitario; además del intercambio cultural y de personas, sobre todo el intercambio de los jóvenes.
— ¿Cuál es la línea central de la cooperación japonesa? Hay dos proyectos interesantes, la carretera a Okinawa y una planta geotérmica en Laguna Colorada.
— El lineamiento de la cooperación japonesa para Bolivia tiene como objetivo general el apoyo al desarrollo económico sostenible, mediante la reducción de la pobreza. Las áreas prioritarias en las que estamos implementando proyectos de cooperación son salud, energía renovable, prevención de desastres naturales, recursos hídricos y agricultura. En cuanto a la construcción de la planta geotérmica en Laguna Colorada (Potosí), esto coincide con el objetivo del Gobierno de Bolivia de convertirse en el centro energético de Sudamérica. Este podría ser un proyecto simbólico entre ambos países, que va a servir para las generaciones venideras. Es cierto que es una cooperación reembolsable, un préstamo, de 600 millones de dólares, pero es la mayor escala de la cooperación japonesa, de préstamos, en América Latina y el Caribe. Ahora, el Gobierno japonés pone hincapié en la cooperación hacia los inmigrantes japoneses en el exterior; así, en Bolivia el proyecto de pavimentación de la carretera a Okinawa forma parte de esta nuestra política; al mismo tiempo que el proyecto sirve para lograr una economía sostenible en la región. Esta pavimentación sirve para todos los pobladores de la región. Otra área a la que prestamos importancia es la protección del medio ambiente y la prevención de desastres naturales. Esta mañana asistí a la ceremonia de entrega [de equipos] del programa de preservación forestal; este programa sirve a la prevención de incendios forestales y, al mismo tiempo, de prevención de desastres naturales; tiene efectos múltiples. Japón es vulnerable a los desastres naturales; tenemos experiencia acumulada sobre cómo combatirlos. Bolivia también sufre el impacto del cambio climático, y aquí Japón puede extender el apoyo para la prevención de desastres naturales. Japón está beneficiado por el plomo y zinc bolivianos que sostienen la industria japonesa. Así, tenemos que devolver el beneficio que hemos recibido, de manera recíproca, a través de nuestra cooperación, a fin de aumentar la calidad de vida y el desarrollo económico y social de Bolivia.
— ¿Pero es la mayor donación, la del pavimentado a Okinawa?
— Sí, este proyecto de la carretera de Okinawa es una donación de 38 millones de dólares; es el mayor monto de donación que Japón otorga este año en todo el mundo.
— En su discurso en la entrega de equipos dijo que hay similitud entre la consideración boliviana a la Pachamama y el animismo japonés; que eso nos acerca.
— Japón está cubierto de montañas en 70% y cuenta con numerosos ríos y lagos, y desde años ancestrales los japoneses convivían con la naturaleza; así que se ha difundido el animismo entre los japoneses ancestrales, quienes creían que el sol, las montañas, los árboles, las rocas tienen su alma, su espíritu; este animismo todavía queda, tiene su raíz en el corazón de los japoneses.
— En 2019 serán 120 años de la migración japonesa a Bolivia.
— Me han explicado la historia de la inmigración japonesa a Bolivia hace 119 años. Los primeros emigrantes japoneses se fueron a la parte norte de Bolivia para trabajar en las plantaciones de caucho, de goma; pero la vida de estos trabajadores era muy severa; y muchos bolivianos los ayudaron. Entiendo que los emigrantes japoneses y sus descendientes están bien agradecidos por la hospitalidad ofrecida a ellos durante tantas décadas. Por eso los migrantes japoneses deseaban contribuir al desarrollo socioeconómico de Bolivia, de esta manera se puede devolver la hospitalidad que habían recibido. Considero que los migrantes japoneses y sus descendientes son un puente que puede unir a Japón y Bolivia. Como gobierno de Japón vamos a seguir respaldando las actividades de los migrantes japoneses. El próximo año, en el 120 aniversario, vamos a organizar un evento con ellos, eventos conmemorativos junto con los bolivianos.
Pérfil:
Masahisa Sato. El ministro para Asuntos Exteriores de Japón, el miércoles 5 por la mañana, en la Base Aérea de El Alto, entregó al Ministerio de Medio Ambiente 14 cisternas, 2 camiones, 19 cuadratracks y 10 camionetas, equipo por un valor de 2 millones de dólares para combatir incendios forestales.
Nombre: Masahisa Sato Nació: 23 de octubre de 1960, en la Prefectura de Fukushima
Cargo: Ministro de Estado para Asuntos Exteriores, miembro de la Cámara de Consejeros.
El senador por el Partido Liberal Democrático en realidad tiene formación militar. Fue comandante de fuerzas de paz internacionales (ONU) en Siria y en Iraq.El senador por el Partido Liberal Democrático en realidad tiene formación militar. Fue comandante de fuerzas de paz internacionales (ONU) en Siria y en Iraq.
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