Procesadora de Oleaginosas SA (Prolega SA) es una empresa con sólo cinco años de vida, especializada en la producción de aceite y productos derivados de soya y girasol. Es subsidiaria de Intagro SA, compañía con 17 años de experiencia en la comercialización de insumos agrícolas, producción primaria y almacenamiento de granos que, como parte de su estrategia de integración vertical, dio vida a una nueva industria.
A pesar de la corta historia de Prolega SA, ésta obtuvo importantes financiamientos a través del mercado de valores, los que le permitieron un acelerado crecimiento, el cual es evidente al observar los volúmenes de ventas y la evolución de los activos.
Prolega SA inició sus actividades financiándose mediante un fondo de inversión cerrado y posteriormente incursionó en la emisión de bonos de largo plazo. Y sobre esas decisiones que determinaron el crecimiento notable de la empresa en pocos años habla el gerente de la Unidad de Servicios Compartidos de esa empresa, Tito Suárez.
¿Puede comentarnos cómo se dio este proceso?
Uno de los primeros canales de financiamiento de la empresa fue mediante la emisión de bonos privados del Fondo de Inversión Privado PyME Progreso, administrado por Panamerican SAFI SA. Esta experiencia nos permitió adquirir conocimiento de la normativa que regula el mercado de valores, pero también algo muy importante: la experiencia contribuyó a que podamos desarrollar dentro de la organización una cultura institucional de transparencia.
Esto último se manifiesta en la generación de información contable consistente, confiable y oportuna, que posteriormente pudo ser utilizada por las calificadoras de riesgo y por las firmas de auditoría externa.
Fue así que cuando decidimos dar el paso de emitir valores de oferta pública, los requisitos que debíamos cumplir estaban prácticamente cubiertos, lo que nos permitió concentrarnos en preparar la información que después se utilizaría en la elaboración de los prospectos de emisión.
¿Cuáles fueron los desafíos que su empresa tuvo que enfrentar para lograr ser un emisor en Bolsa?
Inicialmente, regirnos y registrarnos ante las entidades reguladoras del mercado de valores como la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) y la Bolsa Boliviana de Valores (BBV) y cumplir con una serie de requisitos técnicos, legales y financieros. Para nosotros eso significó todo un proceso de aprendizaje. También hay que reconocer que gran parte de la información de la empresa, que en otro contexto sería considerada como altamente confidencial, tuvo que darse a conocer a través de los prospectos de emisión, que es como si se desnudara ante la sociedad.
¿Cuáles son las ventajas de haberse financiado mediante el mercado de valores?
Creo que lo fundamental es tener la oportunidad y ventaja en el mercado de acceder a opciones de financiamiento más blandas y atractivas, lo que se resume en tres factores principalmente: no estar obligado a ofrecer garantías hipotecarias, pagar tasas de financiamiento más bajas y acceder a montos casi ilimitados de financiamiento.
El crecimiento que hemos alcanzado en tan poco tiempo en nuestros volúmenes de operaciones y en nuestra infraestructura productiva hubiera sido imposible de lograr bajo un esquema de financiamiento tradicional.
¿Qué les diría a aquellos empresarios que están buscando alternativas de financiamiento para desarrollar sus negocios con el fin de que opten por un financiamiento bursátil?
El mercado de valores boliviano es un excelente mecanismo de financiamiento al cual todas las empresas debieran tener la proyección de acceder, pues no sólo se trata de mejores condiciones, como señalaba antes, sino que hay además un valor agregado que se traduce en la adopción de sanas prácticas contables y financieras y una cultura de transparencia que apalanca la reputación de la empresa y la proyecta hacia nuevos mercados.
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