Bolivia tiene uno de los índices bajos de industrialización en comparación con países de la región. Mientras el promedio en la zona está en 27 por ciento, el país no se aproxima ni al 20 por ciento. A esto hay que sumar que en materia de créditos para el sector, tampoco sobresale, ya que mantiene un porcentaje bajo y las políticas estatales no muestran un respaldo abierto para que la actividad privada pueda crecer.
Y ahora frente a un escenario de precios bajos de materias primas y la desaceleración de economías vecinas, el panorama se vuelve más crítico para la industria nacional, ya que los países de la región han optado por una política monetaria de devaluación para impulsar sus exportaciones, mientras el Gobierno del país mantiene un tipo de cambio fijo.
En su momento, el economista Alberto Bonadona compartió la decisión del Gobierno, es decir que entrar en el plano de la devaluación podría modificar la estabilidad económica; pero acosta de las exportaciones nacionales, opinaba la exautoridad.
Ese contexto adverso ha provocado el incremento de las exportaciones, hasta el punto de que el superávit comercial ahora se convierta en déficit, en lo que va del año. Los productos de los países vecinos disminuyeron su costo debido a la devaluación de sus monedas locales, lo que provoca la inundación de productos extranjeros al país.
Hasta el punto de afectar a las industrias nacionales, y en especial a los pequeños emprendimientos, que no pueden competir con las empresas de países vecinos. El Gobierno ha reiterado que no va a levantar su política monetaria de cambio fijo, y más bien señaló que los vecinos ya empiezan a apreciar sus monedas.
Sin embargo, el ingreso de textiles chinos ha provocado el cierre de algunas pequeñas empresas del sector y amenaza a toda la industria manufacturera de prendas de vestir.
INFORME
Una evaluación realizada por la Cámara Nacional de Industrias (CNI) señala que la tasa de crecimiento de la industria manufacturera en Bolivia descendió de 5,8% en 2013 a 4,6% en junio de 2015, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística.
Para finales de 2014, el crecimiento industrial fue más y abarató los costos de producción de sus industrias locales y aumentó su competitividad, a pesar de ello los avances no son suficientes, ya que todavía está en desventaja con sus similares de las economías vecinas.
Como dato, en los últimos doce meses, Brasil devaluó el real 63%, Argentina devaluó el peso 10%, Perú devaluó el sol 14%, Colombia devaluó el peso 60%, Chile devaluó el peso 17%, y China devaluó el yuan 3,8%. Las importaciones industriales aumentaron considerablemente en los últimos años.
El Gobierno señalaba que las importaciones en un 80 por ciento son de bienes de capital y maquinaria, y no tanto producción, lo que muestra poca preocupación frente al crecimiento de las compras bolivianas.
El boletín de la CNI informa que en 2005, las importaciones totales de Bolivia llegaron a 2.440 millones de dólares y en 2014 treparon a 10.492 millones.
Para finales de 2014 el crecimiento industrial manufacturero llegó a 4,2%. La industria experimenta hoy una ralentización en su ritmo de actividad económica, ¿por qué?
Entre las razones de coyuntura se encuentra la devaluación de las monedas de los países vecinos que abarató los costos de producción de sus industrias locales y aumentó su competitividad.
A pesar de que las exportaciones industriales de Bolivia a julio de 2015 cayeron -33,6%, las importaciones industriales sólo descendieron -4,2%. En total las importaciones industriales manufactureras llegaron a julio de 2015 a 5.419 millones de dólares.
La Cámara, a raíz de las devaluaciones, alerta de una avalancha de producción extranjera, que amenaza a la industria nacional.
A julio de 2015, la importación de productos alimenticios y bebidas llegó a 336 millones de dólares, la importación de productos textiles fue de 100 millones, la importación de artículos de cuero sumó 77 millones, la importación de productos de madera y corcho ascendió a 20 millones, la importación de productos de papel llegó a 132 millones, la importación de sustancias y productos químicos (medicamentos) sumó 747 millones de dólares.
A su vez, el incremento de los costos de producción, en particular de los costos laborales, resta competitividad a la industria nacional. El doble aguinaldo y los incrementos salariales encarecen los costos de producción y reducen la competitividad de las industrias nacionales frente a las importaciones industriales, señala la nota.
TECNOLOGÍA
De acuerdo al Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural, el 1,7% de la Industria Manufacturera en Bolivia cuenta con Alta Tecnología, el 31% cuenta con tecnología intermedia y el 67,3% cuenta con baja tecnología.
Los datos corresponden a la composición del valor agregado bruto a precios corrientes, según la clasificación de industrias manufactureras por grupo tecnológico - Onudi 2005-2014.
Cuando en el frente interno los costos laborales vienen incrementándose año tras año y en el frente externo la devaluación de las monedas hace más competitivas las importaciones, el salto tecnológico o catching+up es una prioridad para la industria manufacturera nacional.
FUENTE: Hugo Siles Espada, Asesor de la CNI.
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