La desvalorización hizo temblar a los mercados mundiales, al grado que el candidato Donal Trump dijo que para Estados Unidos será "devastadora". El 44% de los zapatos importados son chinos.
China estornuda y el mundo se resfría, así se puede sintetizar el peso económico que tiene el país asiático, que la pasada semana decidió devaluar su moneda en tres oportunidades seguidas. En los últimos años se puede decir que el mercado boliviano se inundó con productos de ese país y al primer semestre de este año las importaciones alcanzaron a 828 millones de dólares, con un crecimiento del 7,1 por ciento según el INE.
La presidenta de la Aduana Nacional de Bolivia (ANB), Marlene Ardaya, asegura que no debe preocupar el posible incremento de las importaciones chinas, pese a que durante el primer semestre se conoció que el 44 por ciento de las compras de calzados provienen de esa nación. El Banco Popular Chino confirmó una rebaja del 1,1 por ciento en el valor oficial de su moneda, el yuan, respecto al dólar y dijo que el ajuste concluyó en un intento de transmitir calma, luego de la convulsión financiera que generó la pasada semana, de esta forma, la devaluación de la divisa china frente al dólar llegó al 4,6 por ciento, que generó que los principales mercados europeos inicien sus sesiones con fuertes subidas que se moderaron a medida que avanzaba la jornada. Esta decisión generó un sacudón en los mercados de todo el mundo la pasada semana, pese a los esfuerzos por transmitir credibilidad y disipar los rumores sobre mayores caídas de la moneda china.
El magnate y precandidato presidencial republicano Donald Trump aseguró que la devaluación del yuan va a ser "devastadora" para la economía estadounidense, "están devaluando otra vez su moneda y nos están destrozando. Es verdad que nuestra moneda sube y parece que es algo bueno, pero eso va a ser devastador para nuestra economía", dijo el multimillonario en una entrevista que ofreció a la cadena de televisión CNN.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), las importaciones durante el primer semestre de 2014 llegó a superar los 773.3 millones de dólares, con una participación del 16,2 por ciento en el cuadro general de los principales proveedores, mientras que en similar período de este año ascendió a 828.2 millones de dólares y representó una participación del 17,9 por ciento.
Sólo en las compras de calzados durante los primeros cinco meses de esta gestión, el 44 por ciento fueron importaciones provenientes de China y un 41 por ciento de Brasil, que también devalúo su moneda. Respecto a la deuda que Bolivia mantiene con el país asiático hasta la gestión pasada, China se ubica en primer lugar.
La deuda externa con China en 2013 llegó a 457.2 millones de dólares, mientras que en la gestión precedente subió a 535,7 millones de dólares. El saldo comercial negativo entre Bolivia y China pasó de 588 a 608 millones de dólares, si se observa la comparación entre el primer semestre de 2014 y similar período de 2015, convirtiéndose en el principal proveedor para el mercado boliviano, desplazando a Brasil.
DURANTE EL PRIMER SEMESTRE DE ESTE AÑO, BOLIVIA LE VENDIÓ A CHINA POR UN VALOR DE 221 MILLONES DE DÓLARES, SEGÚN EL IBCE.
EL GOBIERNO LOGRÓ UN ACUERDO CON LA ADUANA CHILENA PARA REDUCIR EL CONTRABANDO DE ROPA USADA Y DE VEHÍCULOS CHUTOS. La presidenta de la Aduana Nacional de Bolivia, Marlene Ardaya, sobre el ingreso de productos chinos dijo "no le preocupe China. El problema es de todas las aduanas".
Reconoció que "las aduanas, desde hace unos años, aunque es un poco fuerte la devaluación, siempre ha sido un dolor de cabeza para todas las aduanas.
Porque se está cuestionando el tema de valor. La mercancía de China tiene valores inferiores a lo producido en todos los países del mundo, es por eso que se ha acudido muchas veces al tema de orden marcario (de marca)".
En su criterio, el problema es de elección entre los que tienen un precio mucho más bajo que el resto de las demás mercancías, como ocurre con la producción china. Según se conoce, esto se debe principalmente al uso de tecnología mucho más avanzada que la producción nacional.
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