Cada día, muy temprano, en una tienda de productos Irupana ubicada en la calle Zoilo Flores, en la zona de San Pedro de la ciudad de La Paz, el personal acomoda una serie de artículos orgánicos que, por no tener conservantes, debe ser adquirida en pocas cantidades para un determinado periodo. La actividad es ajetreada, pues en medio de todo se debe atender a cada vez más clientes interesados en que su alimentación sea su medicina.
"De acuerdo con los datos que conocemos, los productos saludables y orgánicos representa el 17% del mercado en Bolivia”, apunta Félix Quispe Flores, presidente de las franquicias Irupana, una de las pioneras en productos ecológicos, naturales y orgánicos.
La oferta es variada. Contiene desde pan integral en base a quinua, maíz, amaranto y tarwi, pasando por frutos secos con funciones medicinales y mates, hasta productos aptos para la alimentación de personas vegetarianas, con diabetes o celíacas.
En ese marco, los centros de comercio especializados en este tipo de productos no sólo ofrecen aquellos fabricados de forma casi artesanal por los agricultores nacionales, sino también manufactura de industrias alimenticias que también comienzan a darle más importancia al cambio en los requerimientos de los consumidores.
Factores que impulsan el mercado saludable
El conocimiento de la sociedad boliviana acerca de aquellos alimentos que le hacen bien al funcionamiento de sus organismos crece cada año y, con ello, la demanda de productos que cumplan con tres requisitos importantes: que sean naturales, nutritivos y nacionales.
En varias tiendas de La Paz que visitó Inversión se afirma que, si bien la mayoría de los consumidores de esta oferta son personas con enfermedades y ancianos, no está exenta la gente joven que comienza a tomar conciencia de que si asume un temprano cuidado de su salud tendrá menos problemas en el futuro.
La canasta de productos alimenticios conocidos como saludables, muestra un importante crecimiento, según un reciente estudio realizado en julio de 2014 por Nielsen, líder mundial en información y medición de lo que los consumidores ven y compran. El análisis presenta los resultados de auditorías en 21.450 hogares de Brasil, Chile, Colombia, México y Puerto Rico.
La categoría de alimentos saludables, representa actualmente un 17% del gasto total de la canasta familiar en esos países, siendo Brasil el país más grande en este consumo, y ubicando a Chile como el con mayor índice de gasto versus el total de su población.
Y es que hoy en día las tendencias del mercado y el consumo se mueven hacia categorías de alimentos y bebidas que tengan beneficios funcionales o representen un consumo más light.
Empero, estos productos también demandan mayor inversión y ésa es una de las dificultades para que el negocio crezca en Bolivia y mire fuera de las fronteras en busca de expansión. Y eso ha causado que el mercado nacional sea desatendido en cierto nivel.
El negocio
La incursión de los productos saludables en Bolivia tiene una relación estrecha con la franquicia Irupana, que fue la primera en instalar una cadena de tiendas de productos ecológicos en la ciudad de La Paz. Le siguieron emprendimientos como Punto Ecológico y otros, que con el tiempo se dispersaron hasta convertirse en tiendas independientes.
En la actualidad, gran parte de los micromercados de productos saludables están ubicados en las ciudades de La Paz y El Alto, algunos en Cochabamba y Santa Cruz, y hay menor o nula presencia en otros departamentos.
No se puede identificar el año exacto en que Irupana nació como empresa, pero comenzó como una actividad familiar encabezada por el fallecido Javier Hurtado, quien ofrecía café de los Yungas, molido en vivo y directo, en una tienda. Luego, decidió incursionar en la elaboración de pan integral en base a ingredientes como la quinua, el amaranto y el tarwi. El éxito llevó a la familia Hurtado a abrir más tiendas, con oferta de otros productos elaborados por agricultores nacionales, una idea que hasta hoy se replica en gran parte de las tiendas de este tipo.
En el foro "Alimentación saludable, un derecho y decisión”, realizado a fines de abril por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), el director del Movimiento de Integración Gastronómico Boliviano (MIGA), Antonio Kierig Von Borries, destacó que "en Bolivia hay unas 775.000 unidades productivas agropecuarias, principalmente productores agrupados en organizaciones económicas campesinas (OECA) que compiten con productos importados”.
"La producción de alimentos subió entre 5% y 6%; los restaurantes crecieron 27% en 2013, facturando 416 millones de dólares; al mismo tiempo que nuevos espacios gastronómicos como Expogourment, Biogourment, Escuela Novo Bolivian, la Feria Tambo aparecen en el escenario nacional, lo que definitivamente es bueno”, indicó.
El consumidor
En 2012, cada persona en Bolivia consumió un promedio 92 kilos de papa, 47 kilos de harina (pan y fideos), 36 kilos de azúcar, 32 de arroz, 29 de pollo, 25 litros de aceite, 18 kilos de carne de res, 17 de maíz (choclo), ocho de carne de cerdo, nueve de cebolla, nueve de tomate, dos de zanahoria y uno de quinua, entre otros.
Estos datos fueron presentados por diferentes unidades del Estado, en el mencionado foro del IBCE. Además, se dijo que el 19 % de los adolescentes de 15 a 18 años presentan sobrepeso, 3 % son obesos, 50% de mujeres en edad fértil tienen sobrepeso y obesidad.
Ante este panorama, el presidente de las franquicias Irupana, Félix Quispe, asegura que cada vez más personas saben que "aunque los productos saludables se vean un poco feos o no sean tan agradables en sabor son mejores que otros producidos en grandes cantidades y con precios más accesibles”.
"Sabemos que los productos saludables y orgánicos representa el 17% del mercado en Bolivia”.
Félix Quispe, presidentes de franquicias Irupana.
775.000 unidades productivas campesinas compiten a la par con producción de alimentos importados.
Hay más negocios de venta de alimentos saludables en La Paz, pero hay menor cantidad en Cochabamba y Santa Cruz.
19 % de los adolescentes de 15 a 18 años en Bolivia presentan sobrepeso, según el ministerio de Salud.
"Los restaurantes crecieron 27% en 2013, facturando 416 millones de dólares”.
Antonio Kierig Von Borries, director del Movimiento Gastronómico MIGA.
Un negocio de consumo diario
En los comercios dedicados a los alimentos saludables aseguran que ése es un negocio que funciona en Bolivia, porque los alimentos son un elemento de consumo diario. Sin embargo, quienes quieran dedicarse a este rubro deben saber que es importante negociar con los proveedores los tiempos de entrega de productos, ya que son artículos perecederos con fechas de vencimiento más cercanas que aquellos que contienen conservantes.
Según Antonio Kierig Von Borries, director del Movimiento de integración gastronómico boliviano (MIGA) se nota un despertar hacia la revalorización, recuperación, innovación y construcción de una conciencia nacional sobre los alimentos.
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