lunes, 20 de octubre de 2014

El padre del condón Pantera

Hace 20 años en el país había una desinformación acerca de la salud sexual y reproductiva, explicó a Miradas el director de Marie Stopes Bolivia, Ramiro Claure, quien en los años 90 lideró la campaña que introdujo el condón Pantera en el país.
En ese entonces se determinó que los índices de contagio de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) y los embarazos no planificados entre jóvenes iban en aumento, por lo que era imperativo informarles para prevenir, aseguró el especialista.
Claure se formó como Comunicador Social e incursionó en la Salud Sexual y Reproductiva (SSR) cuando comenzó a trabajar para la Fundación San Gabriel alrededor de 1988.
A fines de los 80 se conformó en Bolivia el Comité Nacional de Salud Sexual y Reproductiva encabezado por el Ministerio de Salud y en 1989 Claure comenzó a trabajar en el área de Información, Educación y Comunicación de dicho comité. Fue en aquel entonces cuando en el país se comenzó a hablar de SSR. "Fui presidente del Comité de Información, Educación y Comunicación del Plan Estratégico de Salud Sexual y Reproductiva del país”, aseguró Claure.
Luego, a principios de los 90, Claure comenzó a desempeñarse como gerente de Comunicación y Marketing en el organismo internacional Population Service International (PSI), que tenía el objetivo de introducir métodos anticonceptivos y de prevención; ello porque los índices de contagio de ITS y de embarazos no planificados entre jóvenes estaban en aumento.
Evaluación de 1994
Aquellos años se hizo una investigación de mercado en las farmacias de Bolivia para determinar cuál era la oferta y demanda de preservativos. "Fue entonces que encontramos que el año 1994 en Bolivia se vendían 40.000 unidades de preservativos al año”.
Así se determinó la necesidad de introducir una marca sobre todo para la prevención en jóvenes, y el especialista lideró la campaña. En grupos focales surgieron posibles nombres para el condón. "Había nombres tan complejos como ‘seguridad’, ‘prevención’”.
El especialista explicó a Miradas que se eligió Pantera porque el nombre también evocaba prevención y seguridad. "La gente no quería un nombre que diga para qué sirve, sino más bien que sea un nombre que tenga un misterio, que implique sigilosidad, que evoque algo oscuro, pero también claro”, afirmó.
Luego de escoger el nombre el siguiente paso fue desarrollar el empaque. La idea que predominó fue que en una parte del empaque se mostrara el brazo musculoso de un hombre y en otra las nalgas de una mujer. La idea fue evaluada y se determinó que sería bien aceptada. Así se comenzó a importar los preservativos para empacarlos en el país y luego distribuirlos en las farmacias de todo el territorio nacional.
Primera presentación
Así, sólo cuando los preservativos estaban en todas las farmacias se hizo la primera presentación, para lo cual se elaboró un spot de televisión que no fue bien recibido. "Fue bastante cuestionado por algunos sectores de la sociedad: padres de familia, maestros, iglesia y otros”, recordó Claure.
Aquel primer spot fue vetado por la Alcaldía de Sucre, y en Cochabamba los colegios católicos organizaron marchas. Incluso en una ocasión tuvo que trasladarse a la ciudad de Oruro para participar en un debate. "Llamé desde Oruro a mi esposa y le dije que no iba a ir (a casa) porque tenía un debate”, contó el especialista. "Nos esperaban maestros, estudiantes, gente de la iglesia”. "Querían crucificarnos porque nosotros habíamos introducido el condón al mercado”. Además, hasta ese entonces "nunca antes se había mostrado un spot de un condón en televisión”.
Uno de los argumentos que manejaban los sectores movilizados, según Claure, decía: "Esos spots contravienen la moral de la gente”. "En Sucre tomaron la decisión de excomulgarnos”, aseguró.
Al recordar aquellos sucesos, Claure cree que toda esa oposición se debía a una creencia errónea, según la cual, al proporcionar información sobre el condón se incitaba a los jóvenes a tener relaciones sexuales. "Nada más falso, porque está claro que una persona bien informada inicia sus relaciones coitales mucho más tarde que una persona desinformada; eso está demostrado”.
Campaña en medios
La campaña en televisión implicó además la realización de series televisivas como Historias del vecino, Tatuajes, historias que no se pueden borrar, que abordaban el embarazo prematuro y la transmisión de ITS.
También se organizó el festival "Cantar vida, prevenir sida”, que implicaba la composición de letras relativas al VIH. Se trabajaba con grupos como Octavia, Azul Azul y PK2, entre otros. "Inclusive trajimos a Maná para apoyar el mensaje de prevención de ITS, VIH y embarazos no planificados”, explicó Claure.
Asimismo, en la radio se difundían novelas en aymara y quechua como Yawar Kasta (Cuidar la vida). Una de las últimas producciones de ese tipo fue Donde hay vida, hay esperanza, que estaba enfocada en prevenir el VIH en áreas rurales.
La campaña también implicaba la realización de videos para poblaciones específicas, como la producción Cuentos al tío, dirigida a mineros. "Se enseñaba el uso del preservativo en el falo del tío de la mina”, aseguró Claure. Otras producciones similares fueron Los caminos de la vida, dirigida a transportistas.

Durante la difusión de un video específico para conscriptos, los especialistas conversaron con ellos y en una de las charlas preguntaron, ¿qué es una relación oral? Alguien respondió "una vez cada hora”, recuerda Claure, al señalar que ese era el grado de desinformación respecto a la SRR.
interpersonal
La comunicación interpersonal también era muy importante y se la realizó en colegios, comunidades, plazas y mercados. Según Claure había un mito según el cual el condón era "algo sucio, algo negativo y algo que va contra la moral”. "Por eso en cada de una de las presentaciones hacíamos que la gente toque, vea y desenrolle el preservativo para que tenga un conocimiento directo”.
Como se trataba de una estrategia integral también se trabajó con farmacéuticos, pues luego de una evaluación se determinó que los jóvenes tenían vergüenza de comprar el preservativo y que también sufrían el maltrato de los especialistas de las farmacias.
"Muchos de ellos rechazaban la venta de preservativos a los adolescentes supuestamente por un tema de moral y otros los maltrataban al momento de comprar porque no les daban una atención con calidad, calidez y confidencialidad”, recordó Claure.
Una forma de sortear aquel obstáculo fue instalar dispensarios en universidades y baños públicos de Santa Cruz, La Paz y Cochabamba. Aunque al principio funcionaron bien, luego surgieron problemas como el robo de condones, la destrucción de las máquinas y la reposición del producto. Así se optó dar mayor énfasis al trabajo con farmacéuticos y personal de farmacias, por ejemplo, para que los condones estuvieran en lugares visibles de las vitrinas.
En el entorno familiar de Claure, al principio hubo susceptibilidad pero luego su trabajo se vio como algo común. El especialista recuerda que su hijo, quien en aquel entonces tenía siete años, sacó uno de los preservativos que había en su casa.
"Resulta que mi hijo había llevado un condón a la casa de su amiguito. Ahí lo sacó en plena cena de la familia”. ¿Qué es eso?, le preguntaron y el respondió: "Esto es para prevenir enfermedades, se pone en las orejas en la noche”, recordó Claure.
En cambio, con sus amistades el tema se trataba en un ambiente jocoso y era frecuente que sus amigos le pidieran condones.
Autoevaluación
Alrededor del 2000 se hizo una autoevaluación de la campaña y se cuestionó el uso de la imagen de la mujer en el empaque del preservativo. "Eso estaba vulnerando los derechos de la mujer” y se decidió cambiar la imagen por una nueva que hasta ahora se mantiene, que son los rostros de un hombre y una mujer.
También era necesario hacer una evaluación del impacto social y la única forma era mediante un estudio de mercado, similar al que se hizo en 1994. El muestreo se realizó en 2002 y permitió determinar que siete millones de condones se vendían en las farmacias del país, de los cuales cinco millones eran de la marca Pantera.
Este según Claure, mostró que el trabajo desarrollado por PSI, la Estrategia Nacional de SSR del Ministerio de Salud y otras instituciones provocó un cambio de conducta en la gente y que en Bolivia había una necesidad de información y empoderamiento relativos al uso del condón y la prevención de ITS y embarazos no planificados.
En 2002 culminó la participación de Claure en la campaña, pues toda la experiencia se transfirió a Prosalud, que recibía asistencia técnica de PSI y se encargaba de distribuir métodos anticonceptivos.
"Prosalud sigue distribuyendo Pantera”, aseguró Claure, quien ahora opina que Pantera cumplió con su objetivo inicial y ahora deberían diseñarse nuevos productos para los jóvenes de ahora. "Era para su momento, los jóvenes del 94 ahora tienen treinta y tantos años, ya no son jóvenes”, afirmó. "Hay que refundar o crear un nuevo condón actual, dinámico, en la onda de los jóvenes”, añadió.
"Cuando uno hace el balance después de 20 años, uno puede decir que valió la pena, probablemente falta hacer mucho, probablemente nos equivocamos en alguna cosas, pero contribuimos a que en este país se hable más sobre derechos sexuales y derechos reproductivos, y principalmente para que se ejerza más la sexualidad en los adolescentes y los jóvenes”, concluyó Claure.

Ramiro Claure cree que la oposición a la campaña se debía a una creencia errónea, según la cual, al proporcionar información sobre el condón se incitaba a los jóvenes a tener relaciones sexuales.

Variedades de condones
Alrededor del año mil a.C. los egipcios usaron el primer tipo de condón que era una tripa de un animal con un nudo en la punta. Y en el siglo XIX, los japoneses usaban el kawakata hecho con un cuero fino, contó Claure.
La fabricación del condón de látex se inició en los años 30 en Estados Unidos con caucho vulcanizado. Y en los años 90 comenzaron a proliferar productos variados pues aparecieron preservativos de colores, aromas, con texturas y sin texturas, y más.
Otro hito de la historia del preservativo data de 1993, cuando se lanzó al mercado el condón femenino. En el país, este nuevo producto se lanzó al mercado en 1998, como parte de la campaña liderada por Claure.
Se trataba de la marca Reality y estaba orientado sobre todo a la población de trabajadoras sexuales. "Hubo una demanda impresionante”, recordó el especialista.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario