En los primeros siete meses del año, la importación de alimentos en Cochabamba creció en 48 por ciento con relación al mismo periodo de 2013. Ese porcentaje equivale a 17,2 millones de dólares frente a los 11 millones importados a julio 2013, según datos del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE).
En 2013, Cochabamba importó 15 mil toneladas de productos alimenticios por un valor de 35 millones de dólares. Entre los principales 20 productos importados destacan queso, fruta, arroz, papa, chocolate, aceite de oliva y cacao, como también preparados para la industria alimenticia.
A julio pasado, el volumen de la importación de alimentos fue de más de 6 mil toneladas por un valor de 17,2 millones de dólares.
La gerente técnico del IBCE, María Esther Peña, destacó que en los últimos 10 años, las compras externas de productos alimenticios desde Cochabamba se incrementaron en 350 por ciento y la tendencia creciente se mantiene, considerando que en 2013 se importó un total de 510 productos alimenticios y sólo en los siete primeros meses de 2014 se importó 469 productos.
Peña señaló que Cochabamba ocupa el quinto lugar como importador de alimentos en el país y los 17,2 millones de dólares en las importaciones del rubro, hasta julio, suponen que 3 por ciento de lo que le compra al mundo son productos alimenticios.
La importación de productos agrícolas e industriales que se producen localmente supone pérdidas para esos sectores.
El presidente de la Cámara Departamental de Industrias, César Cuadros, dijo que el impacto de las importaciones es “muy fuerte” para todo el sector industrial. Puso como ejemplo que, en los últimos cuatros años, las importaciones industriales crecieron 4 a 1 con relación al crecimiento de la industria nacional.
“Esto desincentiva las inversiones y provoca un aumento de la informalidad”, destacó.
En cuanto a la producción agrícola, los productores locales requieren sistemas de alerta temprana contra fenómenos climáticos para evitar desastres y garantizar la producción de alimentos, así como insumos, señaló en mayo pasado el ejecutivo del Consejo de Competitividad de Cochabamba, Rodrigo Paniagua.
“Otras preferencias”
Importar no es malo, afirmó la gerente técnico del IBCE, Ma. Esther Peña, pues ayuda a abastecer al mercado interno. Pero no sólo se importa por carencia, sino también por preferencia, dijo, pues la mejora en los ingresos hace que el consumidor cambie sus gustos y preferencias y demande otro tipo de productos alimenticios.
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