La muerte de 119 vacas lecheras en la cuenca lechera del norte de Santa Cruz ha motivado que el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) inspeccione hoy la PIL con el objetivo de inmovilizar la distribución del producto okara, que se cree fue el que ocasionó la mortandad.
“Mañana (hoy) estamos yendo a la PIL a inmovilizar todo el alimento hasta que se haga el análisis respectivo, una vez que se tengan los resultados podremos tener una respuesta oficial de lo que sucedió”, informó el jefe regional del Senasag, Mauricio Ordóñez.
Además de los estudios bacteriológicos realizados en base a los restos de los animales y que las muestras fueron tomadas el viernes pasado, Ordoñez indicó que también se harán análisis del producto y que se tendrán resultados en unos 15 días.
“Haremos la toma de muestra de este producto para que sea analizado por el laboratorio Cetabol de la fundación del mismo nombre que está en Okinawa y que se encarga de hacer análisis a alimentos de uso sanitario”, dijo el jefe regional de la institución estatal.
Se conoce, a través del Senasag, que en Warnes perecieron 60 animales, en Montero 10, en Portachuelo 2 y en Bella Vista 47. También se descartó a través de muestras de sangre, que se haya tratado de un foco viral que pudiera tener un impacto en las personas.
Ya había un antecedente
Hace seis años, productores lecheros de Cochabamba reportaron la muerte de 70 reses y la reducción de la esperanza de vida de 700 ejemplares, según una nota publicada en el diario Los Tiempos en junio de 2008.
La intoxicación alimenticia fue detectada en granjas de Itocta y Cota,en los hatos lecheros de 20 productores, que adquirieron de la PIL el derivado de la soya esa temporada.
En su momento el toxicólogo Freddy Numbela, que trató a 25 vacas enfermas, explicó, dos días antes, que los animales murieron con los riñones y el hígado con necrosis porque sus niveles de urea aumentaron de 20 miligramos por litro de sangre a 60 miligramos por el consumo de la cáscara del grano. Aquella vez, análisis de laboratorio de la PIL señalaban que la causa para el aumento de urea en el organismo de las vacas, que provocó que el ganado enferme y sufra de encefalopatía, se debió a que los productores alimentaron sus vacas durante dos años con abundante okara en el afán de aumentar su producción
Compensación económica
En el caso reportado la pasada semana, algunos de los afectados señalaron que el producto les fue vendido por esta industria láctea y ante las intoxicaciones, la empresa se habría comprometido a reparar el daño.
Se buscó conocer la versión oficial de la PIL pero indicaron que aún no se pronunciarán al respecto
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