Conocidas usualmente en el mundo del márquetin como ‘teaser’ o intriga, las campañas de expectativa utilizan acciones que buscan generar una cierta ansiedad en los consumidores en base a un cambio de un producto o servicio o bien la creación de uno nuevo.
Para el publicista Mariano Cabrera, este tipo de campaña tiene sus pros y contras. En el lado positivo se encuentra la curiosidad, que es una herramienta para mantener la atención de las personas y sorprenderlas llegado el momento. Sin embargo, si la revelación no está a la altura de la expectativa generada, puede perderse el efecto y hasta dañar la imagen de la marca.
Cabrera recomienda al momento de llevar a cabo una campaña de expectativa, asegurarse que la exposición en los medios sea lo más eficiente para llegar a una buena cantidad de público.
De acuerdo al publicista, hay dos factores críticos a tomar muy en cuenta a la hora de hacer la revelación de la campaña. Por un lado está el tiempo (timming), el cual debe estar medido correctamente para prevenir que la competencia realice alguna acción que pueda opacarla y por el otro se encuentra el equilibrio para no reducirla.
Por su parte, Favio Encinas, director creativo de la agencia de publicidad Rock&Roll, manifestó que lo que pretende este tipo de campañas es que a través de la curiosidad generada por ciertas frases o cosas implícitas, el consumidor descubra qué producto está detrás de la publicidad, haciendo que el mismo lleve la marca a su mente y está se quede allí.
Encinas aconsejó asociar la campaña de expectativa con el concepto de la marca y difundir las acciones publicitarias en un periodo menor a 20 días, ya que si la campaña se prolonga demasiado tiempo, corre el riesgo de perder su vigencia y atractivo.
Para Encinas, una de las últimas campañas de expectativa difundidas en el medio local y que tuvo una gran aceptación en los medios y las redes sociales fue la de cerveza Real, llevada a cabo por Arcade
No hay comentarios.:
Publicar un comentario