domingo, 7 de julio de 2013

“Se deben blindar las empresas estatales”

El debate sobre si tener o no empresas estatales ha estado siempre latente. En América Latina existe un sentimiento muy fuerte a mantenerlas, principalmente en sectores estratégicos como la energía. La realidad nos muestra que la totalidad de los países de la región tienen empresas estatales de hidrocarburos, exista o no recursos bajo la tierra. La última en adherirse fue Argentina con la toma de las acciones de Repsol en YPF.

La decisión de tenerlas o no, es un debate interno que cada país debe sobrellevar y posteriormente decidir muy soberanamente. Empero, lo más aconsejable, si se decide crearlas, mantenerlas y fortalecerlas, es que se las debe blindar del poder político de turno.
La historia se repite en la región y una gran cantidad de gobiernos a través de los años han utilizado a estas empresas estratégicas para una fuente de empleo para sus allegados políticos y parentela, para hacerlas subsidiar y ganar votos vía el populismo, para forzarlas a invertir en proyectos nada rentables.

Lo anterior, definitivamente las torna en empresas no competitivas, las deja sin un gobierno corporativo, sin gestión y con magros resultados a la postre.

Cuando estas empresas están blindadas del poder político y se las deja actuar como empresas independientes, tienen un alto valor para los países. Por ejemplo, pueden romper acuerdos de control de precios y mercado que muchas veces pacta el sector privado.

Lo ocurrido con empresas chinas, de Europa y algunas de América Latina presentan varias de las siguientes características que son comunes.

Los directorios de estas empresas están compuestos por miembros estatales e independientes y los requisitos profesionales y responsabilidades claramente establecidos.

Mejores resultados se observan cuando los independientes son mayoría en los directorios. Este directorio, a su vez, debe elegir al presidente de la empresa, es decir otorgarle un gobierno corporativo que no responda a los designios y caprichos del poder político.

Nos gustaría acotar la respuesta del ministro de Energía de Colombia, que ante una pregunta de los medios de comunicación si Ecopetrol seguiría invirtiendo internacionalmente, contesto muy claramente que Ecopetrol no era de su propiedad y que esa decisión estaba en manos del presidente de la empresa y de su directorio.

El rol de estas empresas no debe ser de carácter social (no se las puede hacer subsidiar) y su contribución al Estado debe ser a través del pago de dividendos e impuestos.


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