Una embutidora de salchichas, situada en la avenida Capitán Ustáriz, fue clausurada ayer. Encontraron carne en mal estado y una máquina que en vez de moler carne para elaborar los embutidos, trituraba grasa.
Este procedimiento incorrecto revela que la embutidora utiliza más grasa que carne para las salchichas. El responsable del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag), Alejandro Mattos, dijo que lo ideal es que los embutidos contengan 75 por ciento de carne y 25 por ciento de grasa, almidón, conservantes y colorantes. Incluso es aceptable que el porcentaje sea 50 por ciento . Pero en la empresa intervenida se presume que el 90 por ciento era grasa y el resto carne.
EMBUTIDORAS La Intendencia Municipal y el Senasag operaron en tres embutidoras del municipio.
Tenían planificado ingresar a una cuarta, pero los trabajadores, al percatarse de la presencia de los funcionarios, no les abrieron la puerta.
El intendente Ricardo Barriga no clausuró el negocio ni dejó notificación.
En las otras dos embutidoras, los ambientes y el manejo de los alimentos y las máquinas, eran adecuados.
En la empresa San Jorge, en Pucara al sur de la ciudad, todo el ambiente estaba limpio, la maquinaria era nueva al igual que el tinglado y algunos equipos.
El propietario de San Jorge, Lucio Jorge, dijo que vende el kilo de salchicha a 24 bolivianos porque el kilo de carne está a 20 bolivianos. Recomendó a las amas de casa que si algún negocio vende el kilo a 14 bolivianos o 20, es de dudosa procedencia.
Igualmente, el jefe de Higiene y Control de Alimentos y Bebidas de la Intendencia Municipal, Enrique Viscarra, señaló que para reconocer el buen estado de una salchicha primero hay que partirla en dos. Tiene que ser blanda y no dura. Si se observa unas gotas de agua es que tiene mucha grasa y debe primar el olor a carne.
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