—¿Cuánto creció CISA Ltda. en 2012? ¿son capitales bolivianos o extranjeros?
Cada año crecemos un promedio de entre un 4% y un 5% en el mercado nacional. La empresa es de capitales bolivianos, pero apoyados por la banca y estamos con una proyección para abrir seis nuevos locales en Santa Cruz, hemos visto varias zonas, solo esperamos disponer de los recursos y del tiempo para ejecutar la inversión.
También tenemos planes para crecer en La Paz y abrir sucursales en Cochabamba y Sucre.
—¿Cuándo incursionaron en la cría de aves?
Chriss es una empresa grande que supera los 300 empleados y estamos tratando de cerrar la cadena de producción con una granja de pollos parrilleros, desde 2012. También tenemos acciones en un frigorífico.
—¿Cuánto van a invertir en su plan de expansión?
Esperamos llegar al millón de dólares, porque hay ganas de seguir creciendo.
—¿Tienen planes para convertir Chriss en una franquicia?
Sí, recibimos varias solicitudes de interesados y por ello registramos la marca en Chile, Perú y pronto lo haremos en Colombia. A escala nacional tenemos negociaciones con personas que quieren invertir con nuestra empresa para manejar la marca y el sabor.
— ¿Cuánto costará la franquicia en el país y en el exterior?
Estamos diseñando los paquetes diferenciados y pronto vamos a ofrecer la franquicia para los inversionistas que quieran usar la marca.
— ¿Y cuánto vale CISA Ltda.?
Chriss en su activo tangible sabemos cuánto es, pero en cuanto al activo intangible, no tenemos idea. Obviamente, existe una referencia del valor de la empresa, pero un estudio hecho bajo una fórmula técnica, no lo tenemos porque hasta hoy no nos preocupa venderla.
—¿Es fuerte la competencia en el negocio de la comida rápida?
Sí, la competencia es fuerte y nosotros, como empresa legalmente establecida que cumple las normas, nos vemos enfrentados a una gastronomía informal. Por lo general, son locales que no han desarrollado una marca, pero son una competencia, entonces hay desventaja para el empresario formal.
—Dicen que es difícil retener al personal en las cadenas de comida rápida...
Sí, es cierto, y si bien en este sector los recursos humanos son ‘un dolor de cabeza’, también reconocemos que es un área vital para el crecimiento de la empresa, y por eso estamos en la tarea de capacitar al personal. No tenemos el resultado esperado, pero creemos que es la única manera de sobrellevar la situación; es decir, capacitándolos para que se comprometan.
— Entonces, ¿hay mucha rotación de personal?
Sí, porque la misma condición económica que vive el país hace que exista una gran demanda de gente capacitada. El problema surge porque nadie está predispuesto a esforzarse más de lo que puede dar.
Creo que es un tema cultural, la gente vive muy cómoda y esa alta rotación nos demanda mayor inversión y no nos queda otra que apostar todos los días por el personal.
—¿Genera pérdidas?
Es un mayor costo en mano de obra y también cuando no está capacitado el personal porque maneja mal los recursos, daña los equipos y provoca la sustitución de los insumos; entonces, esta falta de capacitación eleva el costo de la empresa.
—Con la experiencia que tienen en alimentos, ¿qué lo motivó a invertir en servicios eléctricos?
En el marco de nuestra política de diversificación de inversiones tenemos CISA Ingeniería, especialista en la construcción de redes eléctricas. Trabajamos con la CRE para cubrir las necesidades de desarrollo del departamento. Llevamos cuatro años de operaciones y creo que cumplimos el objetivo de mejorar las condiciones de vida de los bolivianos que viven en el departamento. Además, nuestro país, y en especial Santa Cruz, vive un excelente momento económico, entonces están dadas las condiciones para invertir, solo hay que atreverse y hacerlo.
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