Autoridades y pobladores de Pisiga tomaron ayer en la tarde el puesto de control de la Aduana debido a que se oponen al aumento en la fiscalización que ejerce la entidad en ese punto fronterizo con Chile.
La presidenta de la Aduana Nacional, Marlene Ardaya, informó que cerca de las 17: 15 de ayer, alrededor de 50 personas, que hacían detonar petardos, irrumpieron en esas instalaciones donde desempeñan su trabajo 13 funcionarios, con quienes se perdió contacto.
“Al personal, incluido el administrador, se le cortó la comunicación telefónica y el hecho fue comunicado por Inteligencia de la entidad. Será replegado si la situación se complica porque ya se solicitó ayuda al Ejército para ir hasta el lugar”, añadió.
Según Ardaya, las autoridades de esa población justificaron el hecho porque en su criterio por las acciones desplegadas por la Aduana ya no estaría ingresando mercadería por ese punto, lo cual genera pérdidas al pueblo.
“Esa posición es absurda porque no por conformar a ellos la Aduana incurrirá en contrabando técnico”, precisó.
La entidad detectó que con la complicidad de funcionarios aduaneros se introducía mercadería proveniente de Chile con falsas declaraciones. Se validaban, por ejemplo, diez cajas de mercadería, pero en realidad ingresaban 14 (contrabando técnico).
Ardaya informó que tres personeros de la Aduana involucrados, fueron removidos y se los someterá a procesos disciplinarios y penales por cohecho activo y pasivo. “Los propios importadores señalan que trabajaban con ellos y entendemos que comerciantes y autoridades del pueblo están involucrados”, remarcó.
Por el puesto aduanero de Pisiga ingresa mercadería chilena subvaluada y sirve de tránsito cuando el de Tambo Quemado no puede operar por la caída del sistema informático o condiciones climatológicas. “Nos vamos a poner firmes. Si eso implica cerrar el punto fronterizo lo vamos a pensar, el comercio es importante pero no tanto como el de Tambo Quemado. Deben entrar en la legalidad”, advirtió.
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