Según un estudio divulgado en septiembre por la Secretaría de Asuntos Estratégicos de la Presidencia, Brasil cuenta actualmente con una clase media compuesta por 104 millones de personas que representan el 53% de la población, contra el 38% hace diez años.
En un seminario empresarial en el que se comentó dicho estudio, el ministro brasileño de Hacienda, Guido Mantega, aseguró que ese creciente e importante sector de población con mayor capacidad de compra permitirá a Brasil, en 2020, convertirse en el quinto mercado mundial por consumo.
“Lo que más atrae a los inversores extranjeros es el importante y sólido crecimiento de la clase media en el país. No sólo el mayor número de familias en esta clase, sino también el aumento y la mejor distribución de la renta”, dijo el economista Luis Afonso Lima, presidente de la Sociedad Brasileña de Estudios de Empresas Transnacionales y Globalización Económica (Sobeet).
El poder del consumo
La consolidación de ese mercado se debe no sólo a la política de combate a la pobreza en la última década, que permitió el ascenso de 35 millones de personas a la clase media, sino también a la política de aumento de renta y de incentivo al crédito mediante recortes de los tipos de interés, que los convirtieron en consumidores, según el estudio del Gobierno.
“La previsión es que entre 45 y 50 millones de personas más engrosen la clase media en Brasil entre 2012 y 2014. Se trata de un mercado consumidor del tamaño de un país grande en Europa y eso no puede ser ignorado por ningún inversor”, explicó el presidente de la Sobeet, institución que agrupa a varios economistas dedicados al estudio de la inversión extranjera en Brasil.
Para estos economistas, el enorme y creciente mercado consumidor fue el que le permitió que Brasil se convirtiera en 2011 en el quinto destino de la inversión extranjera directa en el mundo, con 66.660 millones de dólares, superado sólo por Estados Unidos, China, Bélgica y Hong Kong, según datos de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD).
Brasil era, hasta 2009, el decimocuarto país en la lista con una inversión de 25.900 millones de dólares y en 2010 ya había ascendido a la octava posición, con 48.500 millones de dólares.
Mientras que en 2006 sólo atrajo el 1,3% de la inversión extranjera directa en el mundo para 165 proyectos productivos, ese porcentaje aumentó al 4,4% en 2011 y el número de proyectos llegó al récord de 507.
De acuerdo con una consulta de la UNCTAD entre ejecutivos de empresas multinacionales, Brasil es el cuarto país más citado sobre proyectos de inversión hasta 2013, por detrás de China, Estados Unidos e India.
Según estadísticas del Banco Central brasileño, el país era sede hasta diciembre pasado de 13.662 filiales de empresas extranjeras, cuya inversión acumulada sumaba 660.500 millones de dólares, el equivalente al 30,8% del Producto Interior Bruto (PIB).
Pese a que la crisis internacional causó una fuerte desaceleración en la economía brasileña este año, para cuando se prevé una expansión del PIB del 1,6% tras el crecimiento de 2,7% en 2011 y del 7,5% alcanzado en 2010, el flujo de inversión extranjera hasta ahora se ha mantenido.
Millonaria inversión
Según el Banco Central, la inversión extranjera en los primeros ocho meses de este año sumó 43.175 millones de dólares, un valor ligeramente por debajo de los 44.080 millones de dólares del mismo período el año pasado.
La autoridad monetaria, que inicialmente proyectaba para este año una inversión extranjera de 50.000 millones de dólares, revisó el mes pasado su previsión y la elevó hasta 60.000 millones de dólares.
“La inversión de este año se acercará al récord de 2011, pero la tendencia es que, con la crisis internacional, disminuya a largo plazo hasta un promedio de 50.000 millones de dólares al año. Eso permitirá que Brasil se mantenga como uno de los mayores destinos de inversión en el mundo, con un 4% del total”, según Lima.
Otro estudio, divulgado en agosto por la consultora Ernst&Young, mostró que el 78% de 250 ejecutivos de empresas globales consultados considera que Brasil será en el futuro el destino más atractivo para la inversión extranjera directa en todo el mundo.
Para el 83% de los consultados en el estudio Brazilian Attractiveness Survey, la atracción por Brasil crecerá en los próximos tres años, contra un 38% que opina lo mismo de la Unión Europea.
La estatal Agencia Brasileña de Promoción de las Exportaciones y las Inversiones (APEX) considera que la inversión extranjera está creciendo porque el país ofrece “una mezcla equilibrada de crecimiento económico estable con programas de distribución efectiva de riqueza y un clima excelente para los negocios”.
Además del mercado interno “vigoroso, dinámico y creciente”, otros atractivos de Brasil citados por la APEX son la estabilidad económica, las riquezas naturales, las reservas abundantes de energías limpias y la posibilidad de ofrecer una plataforma de exportación para los demás países de América Latina.
El Mundial y las Olimpiadas
La consultora Ernst&Young coincide en que el enorme interés de los extranjeros en montar empresas en Brasil se debe a la estabilidad de la economía, al creciente mercado interno y a las enormes reservas de recursos naturales no explotadas.
Las infraestructuras que el país necesitará para el Mundial de fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016 “constituyen un catalizador para atraer aún más inversión al país”, asegura el presidente de la consultora, Jim Turley, y en lo que coincide Lima.
Pero no todo es color de rosa, pues los analistas también citan varias dificultades para la inversión extranjera en Brasil y para el desarrollo del país.
“En las consultas sobre lo que más ahuyenta la inversión en Brasil siempre es citada la burocracia, la lentitud de los trámites y la alta carga tributaria”, asegura el presidente de la Sobeet.
Ernst&Young considera que la mayor traba es la escasez de mano de obra calificada, “lo que representa un alto costo laboral en el país en comparación con otros mercados emergentes”.
La tercera parte de los ejecutivos globales entrevistados por la consultora sobre las áreas que el país necesita mejorar para atraer inversiones citó la educación y la capacitación de los trabajadores.
El 29% de los consultados mencionó la necesidad de mejorar la infraestructura urbana, un 24% las medidas contra la corrupción, un 23% la seguridad urbana y un 17% un sistema fiscal más transparente. (EFE Reportajes)
La inversión extranjera está creciendo porque el país ofrece “una mezcla equilibrada de crecimiento económico estable con programas de distribución efectiva de riqueza y un clima excelente para los negocios”
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