viernes, 24 de agosto de 2012

La ropa usada se vende en precios más altos que la nueva

Una mujer de aproximadamente 35 años camina por la calle Esteban Arce, entre Montes y Brasil, en busca de un par de tenis a medio uso para su hijo. Después de mirar varios modelos se acerca a una de las tiendas y pregunta el precio.

“¿Cuánto valen esos tenis?”, inquiere.

“350 bolivianos caserita”, responde la comerciante. La mujer se retira del lugar porque tenía la idea de que esa prenda a medio uso era más barata que una nueva.

En el sector de La Cancha se pueden adquirir zapatillas deportivas nuevas entre 50 a 250 bolivianos.

Desde hace varios meses el precio de la prendería a medio uso es similar o superior a la nueva, aunque también hay más barata.

Las prendas y artículos a medio uso o seminuevas generalmente son comercializadas en los mercados de la ciudad, en las calles y avenidas como en la 25 de Mayo, San Martín, Heroínas, Ayacucho e incluso cerca de la Plaza Principal y El Prado.

Hay camisas, pantalones, vestidos, blusas, carteras, ropa de bebé, ropa interior, zapatos, tenis, cortinas, sábanas, cinturones, peluches, joyas, cosméticos, vestidos de novia y de fiesta, gorras, medias, artículos para el hogar, juguetes y otros productos que están a disposición de los clientes.

Los precios son variados. Se puede encontrar un juguete desde Bs 1, y un par de tenis de varón o zapatos de mujer en Bs 350.

Las comerciantes del Sindicato Catavi, situado en la zona de San Carlos, justifican el aumento del precio de las prendas debido al alquiler que pagan por el local o tienda (de 100 a 300 dólares), por el costo elevado de los fardos y el transporte desde Oruro a Cochabamba.

Aseguran además que la calidad es “mucho mejor y superior” a la confección nacional y algunas prendas, denominadas “de retorno” son nuevas, pero fueron desechadas por alguna imperfección en la confección.

LOS PRECIOS Este diario hizo un recorrido por los mercados y zonas donde se comercializan las prendas y artículos a medio uso. Verificó que los precios en algunos casos son elevados y en otros económicos. Todo depende del estado de la ropa, la marca, la calidad y la temporada.

En esta época de invierno las comerciantes exponen en mesas metálicas o colgados sobre ganchos las chompas, buzos, abrigos y chamarras para todas las edades. Valen desde Bs 10 a 150. Como ya termina el frío algunas gremialistas están rematando las prendas hasta en 50 por ciento .

Hay ropa para niños y bebés desde Bs 5, o tres prendas por Bs 10, pero las chamarras y conjuntos puede costar hasta Bs 50.

La ropa interior (calzones, corpiños, fajas, fustes, enaguas y otros) se vende desde los Bs 10, 20 y 30. Generalmente estas prendas son para mujeres y en poca cantidad para varones o niños.

Los zapatos para mujer y varón son las prendas con los precios más variados y elevados. Los hay desde los Bs 10 hasta 350 dependiendo del material y el estado. Las botas de cuero para dama son las más buscadas al igual que los tenis para hombres.

Hay joyas desde Bs 5 a 50 dependiendo si tienen alguna piedra preciosa. Los juguetes de Bs 1 a 150, los más caros son figuras de los personajes de las películas o de colección.

Los artículos para el hogar hay desde Bs 10 a 300. Venden cunas para bebés, ollas, cuchillos, cubiertos, vajillas, adornos, espejos y otros.

En cuestión de sábanas, edredones y cortinas los precios oscilan entre Bs 10 a 300 o más.

Todas las prendas y artículos son importados de China y Estados Unidos. Pero los cochabambinos los traen directamente de Oruro y allá llegan de Iquique (Chile), explica la comerciante de ropa a medio uso, Gaby Guzmán Mamani, con trece años de experiencia en el rubro.

Cada fardo (que pesa aproximadamente 50 kilos) vale entre 350 a 500 dólares dependiendo de las prendas.

Guzmán señala que los fardos subieron de costo entre 100 a 150 dólares y por ello deben aumentar el precio de las prendas.

NUEVOS En la calle Tarata y en el mercado La Paz las comerciantes venden prendas de confeccionistas bolivianos a precios económicos. Se puede encontrar blusas desde Bs 10, chompas de 30 y tenis desde Bs 45 a 150.

“Tenemos que liquidar nuestras prendas porque cada temporada la moda cambia. Además, hay mucha competencia con la ropa usada o americana y no podemos quedarnos con saldos”, comenta Carmen Sarmiento, comerciante de la calle Tarata.

Hay ropa interior que se vende tres prendas (calzones o corpiños) a Bs 10, los conjuntos para bebés más económicos están en Bs 30.

Prefieren la ropa usada por calidad

Las prendas y artículos a medio uso, o seminuevos, tienen aceptación en la población. Hay personas que prefieren vestirse con esta ropa porque consideran que la calidad es mejor que la confección nacional.

Claudia relata que viste a sus dos hijas con las prendas a medio uso porque la tela es más durable y los modelos son novedosos. Ella también usa esas ropas sin importarle que pertenecieron a otra persona. Pero antes de utilizarlas las lava con agua caliente para desinfectarlas.

“Es cierto que los precios suben cada vez más, pero siempre serán mejor que las nuevas de confección nacional.

Eso es una pena pero también debería ser una llamada de atención”, dice Claudia.

“Sería lindo si la ropa nacional mejora su costura porque es muy pobre y pésima. Yo veo que en las galerías las prendas están llenas de pelusa, de hilos colgando o con huecos. Si ellos mejoraran la costura y la calidad, entonces no habría problema. La ropa importada a medio uso es mejor, las chompas no se hacen pelusa”, manifiesta la comerciante Gaby Guzmán Mamani del Sindicato Catavi.

LOS COMERCIANTES En Cercado hay entre 15 a 20 sindicatos que se dedican a la venta de ropa usada. Los sindicatos más numerosos son Catavi con 170 afiliados y Primero de Enero con 200, después le siguen Colquiri, San Carlos, entre algunos.

La comerciante Noemí Huayta Huanca del Sindicato Primero de Enero, menciona que en Cochabamba existen aproximadamente 30 mil personas que se dedican a la venta de ropa usada. Además, señala que sustenta la economía del hogar y genera fuentes de trabajo.

“La ropa usada es una competencia desleal a textileras”

El presidente de la Cámara de la Pequeña Industria y Artesanía (Cadepia), Windsor Camacho, asegura que la ropa usada representa una competencia desleal para las textileras legales, y que las prendas nacionales son de calidad y dignas de exportación.

P. ¿Cómo está la situación de la confección nacional frente a la ropa usada?

R. Nuestras textileras están en desventaja. Intentan formalizarse haciendo todo el esfuerzo para tener los papeles al día, pero el Gobierno hace más presión en las empresas legales y formalizadas.

En ese sentido, la ropa usada es una competencia desleal. Son productos que no sabemos de dónde están llegando y la ciudadanía los usa por economía o por diversas razones. Eso tiende a perjudicar a la venta y producción nacional.

P. ¿Cuántas textileras hay en el departamento?

R. En Cadepia tenemos 88 confeccionistas y textileras asociadas.

P. ¿Hay textileras que hayan cerrado en los últimos años? ¿Cuáles son los motivos?

R. Si uno cierra su empresa es porque no le va bien. Se puede suponer que si no tuvo una venta adecuada es por la competencia. Y el análisis lleva que la principal competencia es la ropa usada, porque si tuviera una competencia con una textilera formalizada, que tiene que cumplir con todos los requisitos al igual que ella, estarían en iguales condiciones.

Este año no cerraron textileras pero sí están en riesgo.

P. ¿Cómo puede calificar la calidad de una prenda de confección nacional?

R. Hay de varias calidades. He visto que las prendas de algunos departamentos les falta mejorar. Pero también hay fábricas de pantalones y otros que cumplen con las exigencias e incluso son de exportación.

P. ¿Hay ropa usada que es más cara que la nueva?

R. En algunos productos los precios son iguales o más caros. Por ejemplo, una camisa nueva está en Bs 50 y la usada también.

La venta de prendas de contrabando está prohibida por decreto

El Decreto Supremo Nº 28761, emitido el 21 de junio de 2006, tiene el fin de controlar la importación de mercadería para evitar el contrabando de ropa usada que afecta a las recaudaciones.

El contrabando además alienta las actividades informales e ilegales y atenta contra la salud de las personas porque no existe control sanitario.

El artículo 3 del decreto señala que está prohibida la importación a territorio nacional de mercancía clasificada como prendería usada, a partir del 21 de abril de 2007, indefectiblemente.

Prohíbe la comercialización de esa mercadería a partir del 1 de marzo de 2008.

También prohíbe la importación y comercialización de mercancía clasificada como prendería vieja, desechos, desperdicios, ropa íntima, de cama y de tocador.

Algunos comerciantes lavan y planchan las prendas usadas antes de venderlas para darles la apariencia de nuevas.

CRÉDITOS El artículo 5 de la norma habla sobre la reconversión productiva, otorgando créditos y tecnología a los comerciantes para que dejen la venta de ropa usada y se dediquen a la manufactura boliviana.

Este artículo es el más criticado por los comerciantes de ropa a medio uso ya que afirman que el Gobierno solo prometió esos créditos pero jamás fueron otorgados.

Además, los gremialistas consultados por OPINIÓN prefieren seguir vendiendo mercadería usada porque este negocio requiere de un capital de aproximadamente cinco mil dólares, mientras que para una empresa o textilera la inversión supera los 50 mil dólares.

Otro factor para preferir ese rubro es que el Gobierno, según los comerciantes, exige muchas condicionantes y trabas para las empresas formales.

El artículo señala que a partir de la publicación del Decreto Supremo 28761, queda prohibida la comercialización y venta de ropa usada proveniente de donaciones.



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