lunes, 4 de junio de 2012

Comercio en la frontera con Brasil sube un 40%

Existe una marcada diferencia entre la Aduana Nacional de Bolivia (ANB) de Puerto Quijarro y la de Corumbá en Brasil, una línea divisoria deja ver las falencias y la modernidad entre uno y otro país. Sin embargo, la informalidad en el lado boliviano, hace que el comercio se incremente y los compatriotas opten por traspasar las fronteras no solo para vender manufactura o confecciones, sino hasta frutas y verduras al vecino país.

Según la Aduana en esta localidad, las importaciones se han incrementado al menos un 40%, pero especialmente en el rubro de las maquinarias e insumos agrícolas.

ANB en Puerto Quijarro colapsó. El administrador de la Aduana de Puerto Quijarro, Javier Condori, en este lado de la frontera se tiene una buena relación con la Aduana de Brasil y debido a ello se ha logrado formar un acuerdo de integración denominado Acuerdo de Complementación e Integración Económica Bolivia-Brasil. "A través de este convenio que se aplica desde el mes de marzo se tiene el pleno control de todas las exportaciones que realiza la Aduana Brasilera al país", dijo el administrativo.

No obstante, esta intensa actividad ha derivado en un problema que aqueja a los transportistas que viajan por muchas horas durante el día y la noche para entregar las mercaderías a destino.

"Esta actividad afecta a la infraestructura que se tiene en esta localidad, ya que la cantidad de mercadería que llega en los camiones o conteiner, colapsa las instalaciones, aunque tal vez ese fenómeno se percibe en todas las instalaciones aduaneras", añadió el directivo de la ANB en este puesto fronterizo.

Flujo. De acuerdo al informe de la Aduana, al día se obtienen al menos "100 capturas de manifiesto", es decir unos 100 camiones llegan a frontera para ingresar al país, "esa cantidad calculada con el promedio de capacidad de los camiones de 25 toneladas se tendrá un promedio de 2.500 toneladas diarias", sostuvo Condori.

En relación a otras gestiones, según el administrativo, las importaciones se han incrementado al menos a un 40%, "el comercio mismo aumentó, hay bastante flujo, especialmente el sector del agro se ha dinamizado, como el ingreso de maquinaria, insumos, etc. Así como productos alimenticios", explicó.

Exportaciones. El país también ha mejorado en las cifras de exportaciones, ligeramente, como se observa en la gráfica, diariamente se atienden tres tipos de flujos de salida como son las férreas, viales y fluviales.

Los principales productos que se exportan son los agrícolas. "Toda esa carga que ingresa es controlada, pero hay lugares por donde los contrabandistas logran introducir mercadería ilegal, especialmente por las orillas de los ríos, Paraguay - Paraná, por ello se ha instalado un puesto militar en la zona de La Gaiba", dijo Condori.

Ferias comerciales. La informalidad en Bolivia, permite al brasileño adquirir productos a bajo costo. Las confecciones y los alimentos de primera necesidad son el principal atractivo, por tanto, al día ingresan cientos de brasileños hasta Puerto Quijarro en busca de ellos.

Puerto Quijarro, es un municipio donde casi el 100% de la población se dedica al comercio, no solo con productos nacionales, sino también chinos.

Los habitantes el vecino país llegan a diario en sus vehículos para aprovisionarse de productos de primera necesidad.
Otro curioso negocio es la compra de calzados o ropa de marca brasilera que llega desde Sao Paulo vía contrabando, que puesto en frontera boliviana tienen costos bajísimos en relación a los del mercado brasileño. Estos productos también son apetecidos por los mismos brasileños.

Ferias libres. Al otro lado de la frontera, en Corumbá, los bolivianos como en su propio país, han instalado ferias donde se expenden artículos de primera necesidad sin facturas y en referencia al mercado brasileño, los precios son competitivos, mientras que para el comerciante boliviano significa un jugoso ingreso, porque en nuestro país los productos tienen precios más bajos.

En el centro de Corumbá hay una feria que se denomina Bras-Bol, donde cerca de 200 comerciantes al estilo de los mercados en Santa Cruz, venden distintos artículos, destacando las prendas de vestir. Irineo Limachi Velasco, presidente de la feria Bras-Bol, que fue creada en 1995, comentó que inicialmente eran 370 socios, pero las "batidas", mermaron a 182 el número. La mayoría de los venteros son gente boliviana que venden prendas de vestir de confección boliviana y china.

Los precios son reales, aunque sea una feria boliviana, y por ende son más altos que los que se venden en nuestro país.
A solo algunas cuadras de este lugar, hay otra feria libre de verduras y frutas, los comerciantes alistan sus puestos en las aceras y hasta las 14:00 horas deben despejarlo. Mucha gente en Corumbá acude a comprar a estos centros de abasto, al mejor estilo boliviano, es decir "comercio informal sin facturas".

Instalaciones de la Aduana sin capacidad

Precariedad. "Vaya y observe como es ese baño en la Aduana, no tiene las mínimas condiciones, es asqueroso", se quejaban los conductores de camiones que llegan desde el Brasil con mercadería al mercado boliviano.

Según los choferes, que apenas dejaban entender su portugués, reclamaban que ahora hasta cuatro días deben esperar para que sus vehículos salgan de los almacenes de la ANB.

Las instalaciones se hallan colapsadas, y desde tempranas horas los que importan y exportan productos se hallan varados esperando que la documentación se agilice para transportar a destino su carga.

Beneficios para los bolivianos. Así como nuestros compatriotas, llegan a obtener mejores ingresos aún con el comercio informal en Brasil, también la mayoría ha logrado ingresar a sus hijos a los colegios de Corumbá, donde la educación es gratuita, incluyendo el uniforme, los útiles escolares y otros beneficios en algunos casos excepcionales.

Así también, en esta zona, es decir en Puerto Quijarro, donde los bolivianos no cuentan ni con un hospital de segundo nivel, acuden de manera seguida al vecino país para ser atendidos en emergencias, donde la atención es de buena calidad y sin costo alguno, tanto en atención como en medicamentos.

Los ciudadanos bolivianos que residen es esta ciudad viven agradecidos porque allí la gente es hospitalaria, sencilla y sobre todo no los discrimina, como en otros lugares vecinos al mismo Bolivia, según relataron varios ciudadanos del interior del país que fueron consultados por este medio.

Bolivia y Brasil comparten el Pantanal, es un sitio turístico que el país vecino sabe aprovechar.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario