En el trópico cochabambino las casas cambian de aspecto. Las paredes de madera y cobertizos de palmeras plantados sobre cuatro troncos se transforman en muros de ladrillo sobre sólidos cimientos de hormigón que se proyectan a tener un techo de fibrocemento (placas).
Se trata de un proyecto de 796 viviendas saludables construidas con ladrillo Ceramil. La Fundación Pro Hábitat en el marco del Programa de Vivienda trabaja junto al Viceministerio de Vivienda en los municipios de Villa Tunari y Shinahota.
La construcción de las viviendas comenzó en junio de 2011 aunque las gestiones con el Viceministerio comenzaron el 2009. El proyecto piloto involucra a los beneficiarios desde el diseño, la construcción y el mantenimiento de la misma en condiciones de limpieza. El financiamiento del Viceministerio por vivienda es de Bs 25.220 y el aporte en mano de obra y material local y no local de los adjudicatarios es de Bs 12.726.
Son los comunarios los que deciden qué materiales usar y escogen la mejor calidad. En este sentido la fábrica de ladrillo Ceramil de la Cooperativa Boliviana de Cemento, Industrias y Servicios, Coboce Limitada, se adjudicó la entrega de 1.334.147 ladrillos de seis huecos. Esta cantidad ha sido duplicada en los últimos días para la conclusión de las viviendas siendo que las más avanzadas están listas para el techado, es decir, al nivel de la cadena.
LA CALIDAD Los comunarios expresaron su satisfacción con la calidad de los materiales, aseguran que los ladrillos Ceramil son más resistentes a la humedad y son ideales para el clima del Chapare.
Isidro Laime tiene ocho hijos y está a pocos meses de concluir su proyecto de vida que es contar con una casa propia. Construye su vivienda en una de las 17 comunidades más postergadas en su desarrollo. En el kilómetro 152 se encuentra la comunidad Esteban Cárdenas, donde los terrenos son pequeños y apenas alcanzan para construir una cocina, baño y sala en la planta baja y dos habitaciones en la parte superior. Los adjudicatarios, en su mayoría, se dedican al comercio.
La realidad es distinta en las comunidades de San Rafael (kilómetro 154), San Mateo (kilómetro 156) e Isinuta (kilómetro 213). Los terrenos son extensos y las casas más amplias. En muchos casos éstas se encuentran en medio de plantaciones de plátano, cítricos o coca.
LA ENTREGA Si bien el diseño de cada vivienda es diferente, debe tener una cocina, baño, una sala y dos habitaciones.
La participación y el compromiso de las familias es determinante para concluir las viviendas. Eso lo han asumido los beneficiarios que además del compromiso ante sus dirigentes deben firmar un acuerdo con la Fundación, explica el presidente del Comité de Vivienda, Genaro Flores.
En Isinuta (distante a 213 kilómetros de Cochabamba) las familias reciben el ladrillo en sus terrenos. Es el caso de Andrés Flores que descargó 4.000 piezas de ladrillo. Para este trabajo son convocados hombres, mujeres y niños y también los vecinos que después reciben el mismo favor cuando el material de construcción llega a sus chacos.
A los transportistas les significa un día de viaje desde la planta de Ceramil en el kilómetro 6.5 en la avenida Blanco Galindo.
El compromiso de la empresa es la entrega del producto en obra al encargado de almacén de cada comunidad.
Para fines de mayo se prevé un tercer desembolso, informó el viceministro de Vivienda Bony Morales que realizó una inspección junto a los comunarios para verificar el avance del proyecto.
Apuntes.
Ceramil
Coboce Ceramil es una de las siete empresas que conforman la Cooperativa Boliviana de Cemento, Industrias y Servicios, Coboce Limitada. La industria se especializa en la producción de ladrillo, complementos para loza, entre otros, cuya comercialización se la efectúa a nivel local, nacional e internacional, de acuerdo a normas bolivianas de calidad.
Tecnología
El producto de Coboce Ceramil es óptimo para la zona del trópico porque el ladrillo tiene una absorción de humedad menor al 15 por ciento . Esto garantiza su durabilidad porque impide que el moho se propague y lo deteriore. Además la cocción en los hornos de la fábrica es a una temperatura de 950 grados que logra vitrificar el producto.
Mercado
La demanda es local y en Sacaba, Cliza, Punata, Arani, Mizque, Aiquile, Omereque, Saipina y Comarapa. La producción de ladrillo llega también a Sucre, Potosí, Santa Cruz (Valle Grande). La exportación de bloque portante es a Chile (Iquique).
Viceministro de Vivienda destaca el programa piloto
El viceministro de Vivienda y Urbanismo, Bony Morales Villegas, destacó el programa de vivienda piloto ejecutado por la Fundación Pro Hábitat en el trópico cochabambino por la participación activa y comprometida de los comunarios. La experiencia se desarrolló con éxito en Tarija y Sucre y actualmente se la implementa en 16 comunidades. Se trata de un modelo experimental que ha sentado las bases en dos municipios del trópico.
“El principal resultado, más allá de las casas, es que la gente conoce, siente su proyecto y ellos son los actores principales”, dijo.
Recordó que los adjudicatarios, tras capacitarse, trabajan como albañiles en la construcción de sus casas.
“Haciendo un recorrido en la inspección se ha confirmado que la participación no solo se presenta en la administración o en la construcción de la vivienda porque hay mujeres haciendo muros y familias íntegras trabajando en diversos ítems”, acotó.
Desde la perspectiva de la autoridad, este modelo puede replicarse a nivel nacional para atender gran parte del área rural.
Buscan mejorar la calidad de vida de los comunarios
Al margen de la construcción de las casas en el trópico, el Programa Vivienda Saludable contempla un proceso de capacitación y educación con el propósito de mejorar la calidad de vida de los beneficiarios.
Los representantes de la Fundación, Antonia Terrazas y Rolando Velarde, explicaron que los propietarios de las viviendas recibieron formación en construcción y un oficio como es la albañilería.
El programa contempla la presencia de educadoras que capacitan sobre hábitos saludables como la limpieza de la vivienda y normas de higiene. También sobre medidas de prevención ante enfermedades endémicas (trópicales y diarréicas) en la zona.
El convenio establece que los beneficiarios mantengan limpia y ordenada toda la vivienda, asistan y participen en todas las actividades del proyecto, cumplan con las indicaciones del técnico y del promotor, mejoren toda la vivienda por dentro y por fuera, construyan y mejoren el baño y la cocina, aporten con la mano de obra y con la piedra, arena, ripio y grava respectivos.
La Fundación se responsabiliza del asesoramiento técnico, capacitación a promotores y a los almaceneros, desarrolla talleres de albañilería y talleres de capacitación comunitaria.
Opiniones.
Emiliano Díaz
Esteban Cárdenas
Finalmente hemos logrado construir nuestras casas. Los arquitectos nos han capacitado para que nosotros mismos, con ayuda de nuestra familia, construyamos nuestras casas con material resistente y paredes de ladrillo y techo de placa.
Francisca Cossío
Beneficiaria
Mi casa es una de las más retrasadas pero vamos a apurarnos para lograr terminarla. Lo importante es cumplir con los convenios con la Fundación Pro Hábitat y seguir los pasos que decidimos en los comités de vivienda.
Isidro Laime
Dirigente
Nosotros nos hemos organizado hace dos años y desde junio hemos comenzado la construcción de nuestras casas. El convenio es que esté terminado todo con piso de cemento, ladrillo visto, revoque interno, pintado y con todas las instalaciones.
Severino Cruz
San Mateo
Yo he buscado ayuda para acelerar la construcción de mi casa porque estaba un poco retrasado. Nosotros tenemos el compromiso de avanzar y ahora que tenemos el material podemos apurarnos.
Genaro Flores
San Luis
Nosotros sí o sí vamos a cumplir con los plazos que nosotros mismos hemos fijado. Lo mismo sucede para los que han decidido hacer algunas ampliaciones en sus casas.
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