Siete meses después de su primera misión diplomática a Bolivia, el ministro de Estado británico para Latinoamérica, Jeremy Browne, dijo que el país está muy arraigado a sus tradiciones y que tiene la gran debilidad de no poder lograr un importante flujo de inversión externa. Estas apreciaciones las hizo en un encuentro reciente en Londres con bolivianos.
Cree que muchas compañías británicas no considerarían hacer negocios en Bolivia mientras exista el fantasma de la expropiación que afectó directamente a dos empresas de capitales de su país: la eléctrica Rurelec y la proveedora de jet fuel Air BP.
Al presentar el pasado mes sus observaciones sobre su visita en la reunión de la Sociedad Anglo-Boliviana de Londres, formada por un grupo de bolivianos que vive en Inglaterra y ciudadanos británicos con interés en el país, el Ministro dijo que tanto el Gobierno de Bolivia como los empresarios “tienen mucho menos instinto para atraer inversiones externas” que otras naciones latinoamericanas.
También indicó que “los líderes del comercio en Bolivia tienen características muy peculiares y un cierto grado de desconfianza cuando se trata de involucrarse con países tan lejanos como el Reino Unido”.
Browne destacó que, en comparación con la gente de Perú, él percibía a los bolivianos como “cautos con respecto a oportunidades” como por ejemplo la explotación de litio. También destacó los casos de Chile y Panamá como ejemplos sobresalientes de economías que acogen inversión externa en la región.
Guaracachi
Podría decirse que uno de los obstáculos más grandes en la futura relación bilateral es el resultado de la disputa legal entre el Gobierno de Bolivia y la compañía británica de generación de energía Rurelec. Sus operaciones en Guaracachi, en Santa Cruz, fueron abruptamente interrumpidas en mayo de 2010, con la intervención “de hombres en pasamontañas y apuntando con ametralladoras”, de acuerdo a la denuncia de la compañía británica presentada ante La Haya. Adicionalmente, este mes, Rurelec confirmó que busca una compensación de 142,3 millones de dólares por parte del Gobierno de Bolivia.
El Ministro británico dijo que el espectro de la expropiación gubernamental “tiene un impacto negativo” en la predisposición del Reino Unido para invertir en el país. Sin embargo, niega que esto haya erosionado la confianza entre las dos naciones que están un paso más allá en sus relaciones diplomáticas.
Browne indicó que el caso Rurelec, y las nacionalizaciones inesperadas de otros negocios operados conjuntamente entre YPFB y compañías extranjeras, espantaron a los inversores británicos porque, en algunos casos, resultaron en disputas entre el Gobierno de Bolivia y los inversionistas de su país.
“Una solución satisfactoria para las disputas en curso sería la clave para atraer más inversiones británicas en Bolivia, inversiones que el Gobierno de Bolivia ha admitido buscar”, dijo.
A pesar de que el vicepresidente Álvaro García Linera afirma que la dimensión de la compensación que busca Rurelec es “abusiva” y que “cualquier discusión de una indemnización por encima de los 100 millones de dólares es injustificada”, se espera que un arreglo por una suma cercana a esta cifra se consolide antes de la fecha del fallo establecida para abril de 2013.
Ley de Inversión
Con el caso de Rurelec en curso, Browne señaló que el Gobierno británico está dispuesto a conocer la nueva propuesta de ley de Inversión en Bolivia, concebida para garantizar “acuerdos justos y proporcionados de las disputas” en caso de nacionalizaciones.
Él considera que este es el marco legal que las compañías británicas buscan “en tanto permita alguna forma de arbitraje y otras previsiones actualmente consideradas en tratados bilaterales”, añadió. “Un marco legal justo y predecible es esencial para promover más inversiones”.
Presencia británica
Actualmente, las inversiones británicas en Bolivia abarcan hidrocarburos, equipamiento para minería y servicios financieros para el entorno de la banca y el mercado de seguros de Bolivia, todo esto suma varios millones de dólares.
Browne invitó a Morales a visitar el Reino Unido para discutir este tema. “Cuando hablo con gente de negocios del Reino Unido, a penas se les cruza por la mente invertir en Bolivia”, admitió el Ministro. Pero luego añadió: “El presidente de Panamá visitó el Reino Unido antes de Navidad; si Morales quiere visitarnos también será bienvenido, pero Bolivia no está vinculada con la búsqueda de inversión externa”.
“Coca ilegal se infiltra en narcotráfico”
El Ministro británico para Latinoamérica, Jeremy Browne, cree que las leyes propuestas para reemplazar la Ley 1008 contra el narcotráfico deben ser agilizadas si el Gobierno busca demostrar su compromiso de lucha contra el narcotráfico.
De acuerdo con la Agencia de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, el Reino Unido es el consumidor más grande de cocaína en toda Europa, de tal forma que el Gobierno británico destina una cantidad significativa de recursos económicos para lidiar con la producción y el tráfico de cocaína en Perú, Colombia y Bolivia como principales fuentes de origen de la droga.
Dice que es evidente que Boliviaproduce más coca de la necesaria para el consumo tradicional; pero reconoce que es difícil medir este tipo de consumo.
También admite que el interés externo en el comercio de la coca toca una fibra muy íntima vinculada con la protección de la soberanía boliviana. Dijo que “está claro que cantidades significativas de coca excedentaria, ilegal y fuera de toda regulación se infiltran en el tráfico de cocaína (...) No nos interesa desafiar la soberanía de ningún país”, añadió.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario