Los esfuerzos económicos y humanos del sector industrial formal para realizar una adecuación ambiental en sus procesos productivos se pierden con la contaminación de cientos de pequeñas y medianas empresas informales que evaden todo control ambiental.
“El principal problema que se tiene es la informalidad; los esfuerzos podrían ser significativos pero no hay un control efectivo en otras empresas que siguen contaminando”, dijo el asesor de Medio Ambiente de la Cámara Departamental de Industria (CDI), Pedro Rocabado.
Las actividades económicas, del sector productivo y empresarial del departamento se constituyen en el segundo factor contaminante del aire, suelo y agua, después de la polución generada por el parque automotor.
Entre los principales factores contaminantes fueron identificados la descarga de aguas residuales, la contaminación acústica, y la suspensión de partículas, según informó el jefe de la unidad de Gestión y Control Ambiental de la Secretaría Departamental de los Derechos de la Madre Tierra, Juan Melgarejo.
Asimismo, la directora de CIPCA regional Cochabamba, Elizabeth Vargas, en el marco de la Campaña nacional denominado “Porque el clima cambia, Bolivia Actúa”, señala que ante la crisis del cambio climático el recurso agua viene a ser el más afectado.
Son más de 3.000 empresas, entre formales e ilegales que desarrollan su actividad en el departamento, según informó Melgarejo. Del total de agua fresca utilizada en los diferentes procesos productivos el 80 por ciento se convierte en agua residual que va a contaminar principalmente los ríos. Las curtiembres serían el rubro empresarial con un grado de contaminación mayor en relación a otros sectores.
En este sentido, los empresarios en Cochabamba emprendieron la tarea de adecuarse a la Ley Ambiental 1333 para reducir, mitigar y/o eliminar el impacto ambiental en sus procesos productivos. La curtiembre Curma Srl. por ejemplo, invirtió $us 2.300 en la implementación de un sistema de tratamiento de agua fresca y la recuperación de vapor condensado para su reuso; con esta inversión logró reducir el consumo de agua en 1.071 lts/año.
Pero, la inversión de Curma Srl. pasa inadvertida frente a las más de 40 curtiembres que no realizan ninguna inversión. Según Melgarejo, en Cercado existen sólo 20 curtiembres legalmente establecidas, y alrededor 30 a 40 más que funcionan clandestinamente, vertiendo sus aguas residuales al río Rocha.
Empresas como Coboce Cerámica también apostaron a la protección del medio ambiente bajo el principio del “bien común”. “Anualmente se realizan mediciones de gases y partículas suspendidas, recientemente se instaló un filtro de mangas para mitigar el ruido que pudiera molestar a los vecinos”, explicó el encargado de seguridad industrial, Edwin Antezana.
En la visión de los empresarios la reducción del impacto parte del cumplimiento a la normativa ambiental boliviana y de un sistema de Producción Más Limpia denominado PML que tiene un enfoque preventivo. “El trabajo es dentro los procesos productivos no después. Por ejemplo, si usamos menos agua estaremos generando menos agua residual”, explicó Rocabado. Esta visión es parte de un plan de mejora continua que inicia en la revisión de la situación de la empresa por la “alta dirección” (dueños, accionistas o directorio) para posteriormente elaborar una política ambiental que planifica las acciones, las opera y las pone en funcionamiento, posteriormente se procede a verificar su cumplimiento y realizar las acciones correctivas para nuevamente pasar a la revisión en la alta dirección.
Adecuaciones que dan beneficios
Veintidós empresas que participaron en el programa de “Adecuación ambiental” en la industria manufacturera, realizaron una inversión total de $us 190.045 en un año; los resultados se expresaron en la reducción del impacto ambiental pero también en una producción más eficiente. Con la inversión se redujo el consumo de agua en 40.554 m3/año, así como la descarga de agua residual en 443.822 m3/año. Otro resultado fue la reducción de la descarga orgánica en 133.005 kg DBO/año, asimismo, la generación de residuos sólidos se redujo en 403.117 kg/año.
Los beneficios de esta inversión para la producción se expresaron también en la reducción de pérdidas del producto con 338.497 kg/año, que muchas veces se acumulaban en los botaderos. El uso eficiente de materias primas redujo también su consumo en 2.803.466 kg/año. La disminución de aceites y grasas, la emisión de material particulado y la emisión de CO2 son parte de los beneficios.
En el sector industrial existen adecuaciones que se vienen realizando como la sustitución de químicos por ácidos orgánicos en el proceso de curtido de cuero. Asimismo, se instalaron extractores de partículas en los aserraderos para reducir la emisión de partículas (aserrín) en los aserraderos, tal es el caso de Unafor que invirtió $us 600 para este efecto. En este rubro la implementación de una pared y una malla sarem permite mitigar el ruido molesto para los vecinos.
El cambio de combustibles contaminantes, como diésel y gasolina, por gas natural y otros son parte de las acciones de mitigación.
“El ente público no tiene la capacidad real de control”
“El ente público no tiene la capacidad real de control”, es la aseveración del asesor en Medio Ambiente de la Cámara Departamental de Industria (CDI), Pedro Rocabado, refiriéndose a las limitaciones de las instancias departamentales y municipales para el control del impacto ambiental de las empresas.
Una de las principales observaciones es la falta de un estudio de línea base que permita conocer cuál es la situación ambiental actual y los niveles del impacto ambiental de determinada actividad productiva.
Al no existir un informe de la situación actual, las muestras de agua, aire y suelo no cuentan con la base para conocer cómo resarcir el daño.
La autoridad y responsable de la dirección departamental de Medio Ambiente, señala que una de sus principales limitaciones es la falta de recursos humanos. “Tenemos carencia de personal, pero de acuerdo a la nueva estructura estamos trabajando para que nos asignen 4 personas más”, dijo.
Para las tareas de seguimiento y monitoreo de las industrias, así como la revisión de manifiestos y licencias ambientales en 47 municipios, existen tan sólo 10 personas que trabajan en dichas tareas.
En los municipios del área rural, la unidad de medio ambiente es de reciente creación, y cuentan con un sólo técnico para el trabajo.
No existen fondos ni incentivos para actividades ambientales
El sector industrial y la población en general se encuentra sin recursos específicos que fomenten e incentiven las acciones de mitigación de impacto ambiental en las actividades productivas.
Según la Ley de Medio Ambiente 1333, el Fondo Nacional para el Medio Ambiente (Fonama) es la instancia administrativa descentralizada del Gobierno que capta los recursos provenientes de multas y sanciones, así como de financiamientos externos para invertirlos en planes, programas, proyectos, investigación y actividades de conservación del medio ambiente y de los recursos naturales.
El responsable de la Dirección departamental de Medio Ambiente, Zenón Miranda, informó que el Fondo dejó de funcionar por algunas observaciones en la distribución de recursos. “Lamentablemente sus estatutos y reglamentos deben ser modificados ya que no aseguraban la inversión en las direcciones departamentales”, dijo Miranda.
Desde el año 2010 alrededor de Bs 1’400.000, por concepto de multas, sanciones y licencias ambientales, fueron depositados en la cuenta de la Gobernación. “Es un dinero que no podemos disponer sin la autorización del Ministerio de Medio Ambiente y Aguas, se requiere la modificación al reglamento o una ley que permita retirarlo”, dijo el jefe de la unidad de Gestión y Control Ambiental de la Gobernación, Juan Melgarejo.
La próxima semana autoridades departamentales sostendrán una reunión para abordar este tema.
Las empresas deben sumarse a la agenda contra el cambio climático
La problemática del cambio climático requiere una atención en el tema de la contaminación; y uno de los principales elementos que está siendo fuertemente afectado es el agua, debido a la sequía, el retraso de la temporada de lluvias que afecta a la disponibilidad del agua y el acceso equitativo de este recurso.
Las empresas, tanto formales como informales, deben asumir acciones para prevenir y disminuir la contaminación, promover su uso eficiente, viendo las maneras de cómo economizar este recurso.
El calentamiento global es causado por la excesiva presencia de Gases de Efecto Invernadero (GEI),
en la atmósfera que retienen más calor en el Planeta lo que hace que aumente la temperatura global. La dependencia del uso de combustibles contaminantes como la gasolina, diésel, querosén, en las actividades industriales, aumenta la producción de Dióxido de Carbono (CO2); y si dentro de estos contaminantes se encuentra el CO2 entonces están contribuyendo la contaminación del aire, entonces son también las industrias las que contribuyen a la contaminación.
Asimismo, el uso de fertilizantes químicos y el cambio de uso de suelos son los causantes de la generación de Óxido Nitroso (N2O).
La falta de cumplimiento de la normativa ambiental no muestra los cambios deseados para los cuales fue promulgada la Ley 1333.
Existen muchos vacíos legales y procedimentales que deben ser cubiertos.
Las autoridades deben ser más estrictas, principalmente para regular el uso del agua que es el recurso que más conflicto ha generado en el último tiempo.
En esta problemática global, también la población debe aportar en esta campaña para enfrentar el cambio climático, optimizando el uso de agua, viendo alternativas para el ahorro y el reuso de este recurso.
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