La empresa estatal de cartones Cartonbol, inaugurada en Oruro el 10 de agosto de 2010, opera en un 21% de su capacidad y hace tres semanas realizó su primera venta de cajas. Sus principales clientes son los microempresarios.
“Aunque no operemos todavía en un 100%, no hay pérdidas, porque existe una programación de producción que contempla que el 2010 debe haber una estandarización de maquinaria, pruebas de producción y otros, pero ya se están concretando contratos, o sea que está dentro de lo contemplado para esta gestión”, manifestó el gerente técnico interino de la fábrica, Rafael Thellaeche.
El miércoles 14 de septiembre, La Razón visitó a las 15.30 la fábrica en Oruro, bautizada como Empresa Pública Nacional Estratégica Cartones de Bolivia.
Hasta el momento ha producido cajas para repuestos de vehículo y para envasar almendras y jarras de cristal. Fabrica también basureros y portalapiceros que se distribuirán gratis en la Feria Internacional de Santa Cruz (Expocruz), entre otros productos.
Fábrica. Cartonbol está ubicada en el sector de Vinto, a tres kilómetros de la ciudad de Oruro, y está instalada sobre cinco mil metros cuadrados y su maquinaria abarca dos mil metros cuadrados. Thellaeche explica que la industria fue fundada para elaborar cajas de cartón a costos menores al de otras fábricas privadas. Sus clientes iniciales son los microempresarios.
La empresa hizo su primera entrega el 31 de agosto. Fueron dos mil cajas a la papelera Hermenca. Por la producción cobró Bs 7.800.
Cuando esté totalmente en funcionamiento, en 2011, tendrá una capacidad de producción de 3.600 cajas de cartón por hora.
Según el proyecto a diseño final “se tiene planificado que Cartonbol fabrique diez millones de cajas anuales”, agregó Thellaeche.
Uno de sus contratos ya consolidados es con la Empresa Boliviana de Almendras y Derivados (EBA). Actualmente se fabrican 2.000 de estos envases. También fabricará cajas para otras empresas del Estado.
La maquinaria es china y demandó una inversión de Bs 13 millones, mide 40 metros de largo y pesa cerca de 60 toneladas. Las instalaciones tienen 12 oficinas, un comedor y áreas para los generadores y la caldera de vapor.
El gerente de Producción, Jimmy Martínez, explicó que la fábrica “no genera contaminación” y que el pegamento que se utiliza es analizado cada día en un laboratorio.
Mano de obra. En el lugar trabajan 32 obreros y se prevé que “duplicaremos la cantidad de trabajadores”. El 9 de agosto, el Ministerio de Desarrollo Productivo informó de que Cartonbol generaría 164 empleos directos y 200 indirectos. Los obreros reciben un sueldo de Bs1.400, aunque la producción sea reducida.
“No estamos trabajando como debiéramos, pero le agradecemos a la empresa, porque nos paga nuestros salarios puntualmente”, dijo Eduardo Lozano, operador de la caldera de vapor en la factoría.
El analista económico, Gonzalo Chávez, afirma que cualquier empresa debe tener un nivel de ocupación (de sus equipos) por lo menos del 50% para generar ganancias. Aclaró, en todo caso, que habría que conocer los detalles de la empresa para realizar un mejor análisis de la situación.
Acerca de la materia prima
La fábrica Cartonbol utiliza papel craft importado de China y Estados Unidos y, en menor medida, materia prima reciclada elaborada por la empresa Papelbol (también estatal, creada el 2007). La Gerencia Técnica asegura que en un futuro esta fábrica reciclará la materia prima.
Mejora la calidad de vida
“Antes era albañil y no tenía un ingreso seguro, además que siempre corría el riesgo de sufrir accidentes. Desde que estoy en Cartonbol, todo ha mejorado y le puedo dar una mejor vida a mi familia”. Así piensa Wilson Gutiérrez, quien trabaja en la impresora a colores de la factoría.
Seis trabajadores manifestaron que la calidad de vida de sus familias ha mejorado gracias a un salario fijo mensual de 1.400 bolivianos mensual. Antes, gran parte de ellos trabajaba como albañil. Más del 50 por ciento de los 32 obreros de la industria es oriundo de la zona de Vinto, en la ciudad de Oruro, y sus edades oscilan entre 25 y 50 años.
“A partir de eso ya tenemos un trabajo que nos permite una mejor estabilidad para nuestras esposas e hijos”, agrega Moisés Callapa, uno de los operadores. Cuatro mujeres son las que trabajan en el sector, y prácticamente se han convertido en el sostén económico de sus familias.
“Nos gusta trabajar y además nos tratan bien aquí, así que nunca nos quejamos. Siempre es bueno tener un trabajo seguro para comprarles cosas a nuestros hijos”, dijo Alcira Colque, encargada de envolver las cajas.
“Son mujeres muy trabajadoras que han demostrado que pueden realizar cualquier trabajo y siempre lo hacen bien, así que estamos muy satisfechos y sabemos que ellas también están contentas”, manifestó al respecto el gerente de producción, Jimmy Martínez.
Puntos de vista
Alcira Colque: “Tenía muchas ganas de trabajar”
“Siempre he querido trabajar, para ganar platita. Siempre estaba en mi casa encerrada y tenía muchas ganas de ganar un poco de dinero y comprar cosas para mi casa. Mi esposo ha construido esta fábrica y él me dijo que estaban buscando mujeres para operar máquinas. De esa manera me animé y ahora estoy feliz”.
Moisés Callapa: “Todos hemos sido capacitados”
“Antes de ingresar a la fábrica hemos recibido capacitación para aprender a manejar estos equipos que nunca hemos visto. Fue difícil, pero ahora todos somos expertos. Mi familia me apoya mucho y está contenta porque tengo un trabajo fijo y es satisfactorio estar trabajando en una gran fábrica que beneficiará a mucha gente”.
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