Esta cifra incluye las emisiones asociadas a la producción, elaboración y transporte de productos lácteos, así como las emisiones relacionadas con la carne de animales procedentes del sector lácteo, de acuerdo con el estudio difundido en el portal de la entidad www.fao.org.
Considerando solamente la producción, elaboración y transporte de leche a nivel mundial -excluyendo la producción de carne-, esta industria contribuye a un 2,7 por ciento de las emisiones antropogénicas mundiales de GEI, señala el estudio.
El 2007, el sector lácteo emitió 1.969 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) equivalente, de las cuales 1.328 millones de toneladas se atribuyen a la leche, 151 millones de toneladas a la carne de animales sacrificados y 490 millones de toneladas a terneros criados para la producción de carne. La emisión equivalente de CO2 es una medida estándar para comparar emisiones de diferentes GEI.
Se calcula que la media mundial de emisiones de GEI por kilogramo de leche y productos lácteos asociados asciende a 2,4 kilogramos de CO2 equivalente.
El metano contribuye a la mayor parte del impacto de la leche sobre el calentamiento global, ya que supone en torno a un 52% de las emisiones de GEI en los países desarrollados y en desarrollo.
Las emisiones de óxido nitroso ascienden a un 27% de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero en los países desarrollados y a un 38 por ciento en los países en desarrollo.
El dióxido de carbono genera de acuerdo al estudio más emisiones en los países desarrollados (21%) que en los países en desarrollo (10%).
El informe de la FAO, Emisiones de gases de efecto invernadero procedentes del sector lácteo, abarca todos los principales sistemas de producción lechera, desde los rebaños de pastores nómadas a las operaciones lácteas intensivas.
Se centra en toda la cadena alimentaria láctea, incluyendo la producción y transporte de insumos (fertilizante, pesticida y pienso) utilizados para la producción lechera, las emisiones en las granjas y las emisiones asociadas al procesado y envasado de leche, así como el transporte de productos lácteos a los minoristas. El margen de error de las estimaciones es de un 26%.
"Este informe es fundamental para comprender e identificar las oportunidades para reducir el impacto medioambiental del sector lácteo y, al mismo tiempo, proporcionar productos alimenticios sanos y nutritivos", afirmó Samuel Jutzi, director de la División de Producción y Sanidad Animal de la FAO.
La evaluación es parte de un programa en marcha para analizar y recomendar alternativas para la mitigación del cambio climático.
El siguiente paso es utilizar un enfoque similar para cuantificar las emisiones de GEI asociadas con otras importantes especies ganaderas, incluyendo el búfalo, las aves de corral, los pequeños rumiantes y los cerdos. La efectividad, bienestar e implicaciones comerciales de las diversas normativas se alcanzarán posteriormente a través de modelos económicos. "Este informe es fundamental para comprender e identificar las oportunidades para reducir el impacto medioambiental del sector lácteo y, al mismo tiempo, proporcionar productos alimenticios sanos y nutritivos", afirmó Samuel Jutzi, director de la División de Producción y Sanidad Animal de la FAO a EFE.}
Antecedente del informe del año 2006
En su informe del 2006, La larga sombra del ganado, la FAO concluyó que el 18 por ciento de todas las emisiones de gases de efecto invernadero se debe al sector ganadero, utilizando un enfoque conjunto del ciclo vital.
La FAO organizó del 22 al 25 de marzo del 2010 en Dakar, Senegal, un taller regional sobre la gestión sostenible de los recursos genéticos animales en África del oeste y del centro. Las iniciativas buscan generar reflexión y debate entre los países.
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