Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, República Dominicana, Ecuador, Egipto, El Salvador, Estados Unidos, Jamaica, México, Países Bajos, Perú y Venezuela compraron aceite de soya boliviana. El volumen fue de 214,9 millones de kilos brutos que logró un ingreso por más de $us 125 millones. Esto ocurrió en el 2004.
Cinco años después son menos los países que compran. Brasil, Canadá, Egipto, El Salvador, Estados Unidos, Jamaica, México y los Países Bajos ya no tienen a los aceites bolivianos en su lista de compras.
Colombia y Venezuela son clientes cuya fidelidad de compra se mantiene aunque con altibajos. Según datos oficiales, con avance a octubre del 2009, los colombianos adquirieron un volumen superior de 108 millones de kilos brutos por un valor de $us 85,4 millones.
El segundo comprador de los aceites es Venezuela que pagó $us 32,6 millones. Le sigue Perú con $us 32,6 millones.
En total, las exportaciones a octubre del 2009 superan los $us 134 millones. En comparación con el 2004, el total exportado es levemente superior. Ese año se exportó un valor total de $us 125.047.291.
De acuerdo con el Sistema de Información y Seguimiento a la producción y Precios de los Productos Agropecuarios en los mercados (Sispam), “el precio internacional de girasol tuvo un mayor aumento en el 2008, lo que justifica el crecimiento de la superficie cultivada del girasol en el país, el mismo comportamiento en menor proporción contempla el aceite de soya”.
Demetrio Pérez, presidente de la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas (Anapo), explica que “los volúmenes que están con permiso para la exportación y se han exportado han aumentado de 250 mil a 300 mil. Pero con las restricciones (DS 29460 y 29480) tuvimos un menor volumen exportado. Hoy los precios están bastante estables y razonables porque el cultivo de la soya pasa por un buen momento”.
Agregó que la estabilidad del precio internacional está sujeta a la demanda del mercado chino y a problemas por efectos climáticos en los principales países productores de soya (Argentina, Brasil y Estados Unidos).
Gary Rodríguez, gerente General del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), explicó, según datos del INE, que el crecimiento de las exportaciones de los aceites de soya, tanto en bruto como refinado, que sumaron $us 134 millones de dólares, es un “resultado que no puede ser satisfactorio, por varias razones. Si bien las restricciones gubernamentales a las exportaciones se flexibilizaron de alguna forma, fue a destiempo pues se perdió el mejor momento de venta. En el 2008, gracias a los excelentes precios en el mercado mundial, las 150.000 toneladas de aceite exportadas significaron 172 millones de dólares para el país, mientras que en el 2009, un total de 171.000 toneladas (21.000 toneladas más) se vendieron por casi 40 millones de dólares menos”.
Recordó que “históricamente los años 2008 y 2009 fueron los años de menor venta de aceites de soya, siendo que éstos siempre estuvieron por encima de las 200.000 toneladas por año”, según muestran las cifras oficiales.
Por su parte, el Sispam realiza una previsión de las exportaciones de aceite para el 2009 que llegarán a los 393 millones de toneladas por un valor de $us 338 millones.
“Esperamos que en las dos campañas (de verano e invierno) podamos superar más de un millón de hectáreas de soya, lo que significa que mientras más grano de soya tengamos obviamente vamos a tener más volúmenes de aceite. Esperemos que sea un mejor año. Por el momento, los productores están más motivados para sembrar soya, porque los precios de otros cultivos están por debajo de los costos de producción”, advierte Demetrio Pérez.
Y adelanta que la producción de soya “seguramente va a desplazar al girasol y al maíz”.
Informe del sispam
Superficie • El 2008, la superficie de soya disminuyó un 15% con relación al 2007; el mismo periodo, el cultivo de girasol se incrementó en 60%. En cambio, para la presente gestión se prevé un acentuado aumento de la superficie de soya del orden de 36% y el girasol disminuye el 21%. Este comportamiento está influenciado por el precio y la demanda internacional.
Producción • La producción de aceite de soya y girasol en la gestión 2009 es de aproximadamente unas 509 mil toneladas. Según el Sispam, de ese total producido, el 23% se destinó a abastecer el consumo del mercado interno. Por tanto, “el excedente de 393 mil toneladas se destinará para la exportación”, señalan en el informe de esta entidad estatal de seguimiento al sector.
Disminuir trabas y alentar la competitividad
“Hay visos de que la crisis tocó fondo y es de esperar que los esfuerzos de intervención que han realizado de manera responsable los gobiernos de los principales países que mueven la economía mundial para estabilizarse, primero, e impulsar su crecimiento, después, se sigan dando. En todo caso, cada día que pasa habrá más bocas para alimentar en el planeta, lo que auguraría un futuro auspicioso para el sector soyero”, expresó el gerente general del IBCE, Gary Rodríguez.
En el caso de Bolivia se precisa que mejore la “competitividad sistémica” para evitar que “los altos costos de realización lo hagan peligrosamente dependiente de unos pocos mercados preferenciales”, indicó Rodríguez.
Agregó que todos los productos del complejo oleoproteico (girasol, maní, sésamo, etc.) y el sector productor de alimentos “deberían ser considerados prioridad en la agenda pública, sabiendo que el mundo se encamina a una crisis alimentaria, como ha pronosticado la FAO”, permitiendo al país ser parte del “granero mundial”, con efectivas políticas públicas.
Anapo pide liberación para el aceite de girasol
“En principio, lo que estamos planteando es una liberación plena para el aceite de girasol, que es más para la clase media y alta, no para la clase baja a la que el Gobierno quiere proteger”, planteó Demetrio Pérez, presidente de la Anapo.
Ésta es una de las propuestas de la Anapo para mejorar las exportaciones de aceites bolivianos que para este sector se restringió con el Decreto Supremo 29480.
“Por ello, el aceite de girasol debe tener una liberación más plena y eso va a dar lugar a que el área de cultivo pueda crecer, pero no creo que se dé en la campaña de invierno, aunque si las decisiones se toman a tiempo podemos revertir las cosas”, afirmó Pérez.
Adicionalmente, propone que “los excedentes que tengamos de aceite de soya puedan tener la agilidad de 10 días (trámites de aprobación) para poder exportar”. De esta forma esperan que el productor soyero y las industrias, que son parte de la cadena productiva, “tengan un movimiento económico y un pago oportuno en el tema de las exportaciones”.
De acuerdo con información de la Cámara de Exportadores de La Paz, el 2008 eran seis las principales exportadoras de aceites bolivianos a los mercados existentes.
Ellas son: Gravetal Bolivia, Itika, ADM Sao, Industrias Oleaginosas, Cargill Bolivia y Hugo Spechar Gonzales/Granos. Son empresas que mantienen su actividad.
El presidente de Anapo señaló, respecto de la siembra de soya para este año, que “estimamos estar en un millón 200 mil hectáreas en las dos campañas del 2010”.
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