La caída en casi 170 millones de dólares que experimentaron las exportaciones bolivianas en enero de este año, muestra el impacto que tendrá la crisis mundial sobre la economía y los empleos de los bolivianos, y el sector manufacturero es el más afectado.
Bolivia “no está blindada” frente a la recesión mundial, el proteccionismo y las abiertas devaluaciones que se están dando de forma generalizada por todas partes, y esto “apenas es el inicio”, advierte el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE)
El pasado fin de semana, el Instituto Nacional de Estadísticas reportó que las exportaciones bolivianas del pasado mes de enero ascendieron a 346 millones de dólares, valor inferior en casi 170 millones de dólares (caída del 33%) respecto del mismo periodo del 2008, cuando habían totalizado 541 millones.
Esa baja está marcada por un descenso significativo de la venta de manufacturas en un 46%, seguido de la caída en el valor de hidrocarburos (32%) y minerales (26,44%).
LA PREOCUPACIÓN
El IBCE muestra su profunda preocupación por el comportamiento que presentan las ventas bolivianas y que podría agravarse a muy corto plazo, siendo que, en el caso del sector hidrocarburífero, las exportaciones de gas natural bajarán en precio y volumen, cuyo impacto se empezará a sentir a partir del mes de abril próximo, tras la revisión de los precios del gas a nivel del Comité de Precios para el GSA, el Gasoducto Bolivia-Brasil.
No resulta menos importante para el IBCE la baja consecutiva en volumen y en precio de los minerales, lo que en la medida que la demanda internacional de manufacturas se resienta aún más por la crisis, también lo harán los precios y la demanda de minerales, acompañando dicha tendencia hacia la caída.
Asimismo, las exportaciones no tradicionales -como ya se advierte con las manufacturas que cayeron en 65 millones de dólares en enero- bajarán en volumen y precio por la pérdida de mercados, como el de EEUU (ATPDEA).
“Está claro que si los mercados de exportación para las manufacturas se impactan negativamente, la consecuencia directa será sobre los empleos”, advierte.
El IBCE anuncia que el sector exportador boliviano deberá enfrentar un grave obstáculo que ya lo empieza a sentir -el proteccionismo- con salvaguardias, aranceles, medidas paraarancelarias y no arancelarias que restringen el acceso normal a los mercados.
Otra situación que impactará sobre las exportaciones es la sobrevaloración del boliviano frente al dólar que pone en una situación de desventaja a la oferta boliviana por la devaluación de las monedas en los países vecinos, tras la explosión de la crisis financiera internacional, mientras que en Bolivia existe un virtual “anclaje” del boliviano frente al dólar.
Por ejemplo, desde julio del 2008 el Brasil devaluó su moneda casi en un 50% (la generalidad de países está devaluando) lo que ha hecho del Brasil un gran competidor de los productos de Bolivia en mercados tan cercanos como Argentina o tan lejanos como Europa, ya que ahora sus productos pueden llegar más competitivamente incluso paga aranceles gracias al “abaratamiento” derivado de la devaluación del real.
Bolivia “no está blindada” frente a la recesión mundial, el proteccionismo y las abiertas devaluaciones que se están dando de forma generalizada por todas partes, y esto “apenas es el inicio”, advierte el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE)
El pasado fin de semana, el Instituto Nacional de Estadísticas reportó que las exportaciones bolivianas del pasado mes de enero ascendieron a 346 millones de dólares, valor inferior en casi 170 millones de dólares (caída del 33%) respecto del mismo periodo del 2008, cuando habían totalizado 541 millones.
Esa baja está marcada por un descenso significativo de la venta de manufacturas en un 46%, seguido de la caída en el valor de hidrocarburos (32%) y minerales (26,44%).
LA PREOCUPACIÓN
El IBCE muestra su profunda preocupación por el comportamiento que presentan las ventas bolivianas y que podría agravarse a muy corto plazo, siendo que, en el caso del sector hidrocarburífero, las exportaciones de gas natural bajarán en precio y volumen, cuyo impacto se empezará a sentir a partir del mes de abril próximo, tras la revisión de los precios del gas a nivel del Comité de Precios para el GSA, el Gasoducto Bolivia-Brasil.
No resulta menos importante para el IBCE la baja consecutiva en volumen y en precio de los minerales, lo que en la medida que la demanda internacional de manufacturas se resienta aún más por la crisis, también lo harán los precios y la demanda de minerales, acompañando dicha tendencia hacia la caída.
Asimismo, las exportaciones no tradicionales -como ya se advierte con las manufacturas que cayeron en 65 millones de dólares en enero- bajarán en volumen y precio por la pérdida de mercados, como el de EEUU (ATPDEA).
“Está claro que si los mercados de exportación para las manufacturas se impactan negativamente, la consecuencia directa será sobre los empleos”, advierte.
El IBCE anuncia que el sector exportador boliviano deberá enfrentar un grave obstáculo que ya lo empieza a sentir -el proteccionismo- con salvaguardias, aranceles, medidas paraarancelarias y no arancelarias que restringen el acceso normal a los mercados.
Otra situación que impactará sobre las exportaciones es la sobrevaloración del boliviano frente al dólar que pone en una situación de desventaja a la oferta boliviana por la devaluación de las monedas en los países vecinos, tras la explosión de la crisis financiera internacional, mientras que en Bolivia existe un virtual “anclaje” del boliviano frente al dólar.
Por ejemplo, desde julio del 2008 el Brasil devaluó su moneda casi en un 50% (la generalidad de países está devaluando) lo que ha hecho del Brasil un gran competidor de los productos de Bolivia en mercados tan cercanos como Argentina o tan lejanos como Europa, ya que ahora sus productos pueden llegar más competitivamente incluso paga aranceles gracias al “abaratamiento” derivado de la devaluación del real.
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