jueves, 2 de octubre de 2008

Sólo Brasil, Venezuela y México pueden reemplazar a EEUU



Los exportadores y expertos aseguraron ayer que México, Brasil y Venezuela constituyen en el corto plazo las únicas “opciones reales” para sustituir las ventas preferenciales que Bolivia tiene con Estados Unidos, en caso de que se ratifique la suspensión de la Ley de Promoción Comercial Andina y Erradicación de las Drogas (ATPDEA).

El presidente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Ernesto Antelo, explicó que Brasil y Venezuela son mercados atractivos por su cercanía y amplitud. Además precisó que en ellos sólo se necesitaría mejorar las condiciones de acceso y no empezar de cero como el Gobierno plantea con Vietnam, Irán, India y China, entre otros.

Bolivia está a punto de perder los beneficios del ATPDEA con Estados Unidos, a través del que vende alrededor de 6.000 tipos de productos y genera cerca de 50.000 fuentes de empleo.

Eso a raíz de que el presidente de esa nación, George W. Bush, pidió la suspensión de las preferencias arancelarias para el país con el argumento de que no cumplió en la lucha contra el narcotráfico, que es un requisito fundamental para acceder a ese beneficio comercial.

La semana pasada, el Gobierno dijo que enviará a Brasil y Venezuela técnicos para consolidar contactos y que desarrollará mercados en Asia.

Según el IBCE, Bolivia exporta productos a la primera de esas naciones sin pagar aranceleres. Con ese marco, en 2007 vendió 25 millones de dólares, básicamente en frigol, palmito, pantalones, camisas y madera.

Para aumentar las ventas a ese país dijo que se deben resolver, entre gobiernos, problemas no arancelarios como la eliminación de licencias, trámites en los depósitos aduaneros, altos costos logísticos entre otros. Explicó que, por ejemplo, la mercadería que llega a la nación vecina pasa necesariamente por el aeropuerto de Sao Paulo, para llegar a Río de Janeiro, y por trámites burocráticos se queda allí días e incluso semanas, lo que encarece sus costos. Señaló que una buena medida sería facilitar una venta directa al mercado.

Antelo detalló que a Venezuela se exportaron el año pasado 243 millones de dólares por la venta de oleaginosas, torta de soya, harina de soya y cuadernos.

El experto sostuvo que para ampliar el comercio con ese mercado se requiere “activar en serio” el tratado de Comercio de los Pueblos (TCP-Alba) que, aseguró, no dio resultados, porque esa nación compró 1.000 millones de dólares a Colombia y Perú en 2007 y a Bolivia, sólo dos millones.

Afirmó que para ampliar el mercado se debe formar un fondo rotativo por 500 millones de dólares que viabilice el pago automático que hagan los productores bolivianos y que, además, levante el certificado de producción no insuficiente que pide, junto a los cupos que limitan las ventas.

El experto en Comercio Exterior Julio Alvarado aseguró que Brasil es una buena opción por la proximidad y Venezuela porque es grande y se pueden eliminar las barreras comerciales.

Dijo que México también es una alternativa viable, tomando en cuenta que Bolivia ya tiene un Acuerdo de Complementación Económica (ACE) que rige hace tiempo.

El Presidente del IBCE aseguró que no se aprovechó antes ese mercado porque estaba distante, pero que ahora se lo puede consolidar.

Los textileros que exportan a EEUU solicitaron ayer al Gobierno acercarse a ese país y buscar otras opciones alternativas.

IBCE ve que ATPDEA sólo regirá hasta fin de mes

La Federal Register (Gaceta Oficial) de Estados Unidos oficializó ayer el pedido del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, de suspender los beneficios de la Ley de Promoción Comercial Andina y Erradicación de la Droga (ATPDEA) para Bolivia porque no cumplió con el plan de lucha contra el narcotráfico, requisito indispensable para beneficiarse de esa política.

Según el gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, de acuerdo al procedimiento legal, los interesados en el caso pueden plantear sus posiciones hasta el 31 de este mes. Previamente, el 23 se celebrará una Audiencia Pública en el Congreso de Estados Unidos sobre el ATPDEA. Esa instancia legislativa, en contradicción con Bush, aprobó esta semana una prórroga de los beneficios arancelarios para todos los países andinos, incluida Bolivia.

Rodríguez señaló que el país realice cualquier intento para tratar de impedir que la suspensión del ATPDEA, la decisión pasa necesariamente por la consideración de la lucha contra el narcotráfico, ámbito en el cual Bolivia ya está descertificada.

Además, pese a que el Congreso estadounidense extienda las preferencias del ATPDEA para el año 2009 a los todos países andinos, es el Presidente Bush quien da la última palabra y en ese contexto, el ATPDEA sólo regiría hasta el fin de mes.

El proceso

De acuerdo con Carlos Moscoso, representante de la Asociación Artesanal Boliviana Señor de Mayo (Asarbolsem), que exporta a Estados Unidos, desarrollar un nuevo mercado demora unos cinco años y consta de varias etapas.

1. Empieza desde que el emprendedor tiene una oferta comercial atractiva.

2. El productor mide la calidad de sus productos en ferias locales y regionales que se efectúan en Sudamérica. Según va recibiendo información de los interesados va adecuando el estilo de lo que produce. Todo esto demora mínimo un aproximado de dos años.

3. Paralelamente, se verifica la normativa internacional respecto de las características de la materia prima autorizada. Las disposiciones varían según el espacio geográfico (Asia, Europa, Sudamérica). Ahí se revisa todo lo que son las barreras paraarancelarias (medida equivalente a un arancel, que significa un costo; por ejemplo, el derecho que se paga a la sanidad). Todo ese proceso demora unos tres años.

4. De ahí en adelante, el proceso depende del importador, quien facilita que el productor tenga una expectativa de negocios desde el tercer año. Ambos realizan pruebas conjuntas de los productos. Establecen la tendencia de la moda, la combinación de colores, los tamaños, las tallas y los materiales. Esto demora dos años.

5. En el cuarto año, un importador confirma su deseo de invertir en el producto y busca contactos en tiendas o supermercados del país de destino para acomodarlo.

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