La Sociedad Boliviana de Cemento (Soboce) S.A. anunció ayer que invertirá 33 millones de dólares en la ampliación de su planta y la adquisición de maquinaria de avanzada que le permitirá aumentar la producción de cemento en 60 por ciento.
El presidente de la compañía, Juan Carlos Requena, explicó que su planta principal, ubicada en la localidad de Viacha, procesa 700.000 toneladas métricas de cemento y con el nuevo emprendimiento se obtendrán 400.000 toneladas más. Así, la oferta disponible subirá a 1,1 millones toneladas, las cuales irán sólo al mercado interno.
Esa inversión es una de las más importantes para La Paz desde 2003, cuando tras la “guerra del gas” los empresarios dejaron de inyectar grandes capitales en la región.
Para materializar el proyecto, Soboce suscribió ayer un convenio con la multinacional danesa FLSmidth, una de las mayores fabricantes mundiales de máquinas para plantas de cemento.
El ejecutivo informó que la ampliación de la infraestructura demandará 20 meses hasta su puesta en marcha y generará al menos 300 empleos de manera directa.
Dificultades de energía
Requena admitió que una de las condiciones para que este emprendimiento avance es el suministro de gas natural para el funcionamiento de la planta. “Estamos confiados en que el Gobierno va a cumplir con el incremento de la oferta”.
La fábrica de Soboce, una de las mayores consumidoras de gas natural del occidente, requiere 7,1 millones de pies cúbicos por día para producir cemento. Y la ampliación de las operaciones demandará tres millones adicionales, es decir, casi un 50 por ciento más.
El Gobierno garantizó que para 2010 se completarán las obras del gasoducto Carrasco-Cochabamba, que permitirán traer más combustible a La Paz y Oruro desde Santa Cruz.
El año pasado, Soboce tuvo que reducir las operaciones de sus hornos debido a que no había el suficiente energético para atender a las industrias.
Por otro lado, la empresa demandó al Poder Ejecutivo garantizar condiciones de competitividad en el negocio. Esto debido a que hace un mes constituyó, por decreto supremo, una compañía cementera estatal que operará en Potosí y Oruro.
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