Las empresas nacionales se encuentran al comienzo del camino de aprehender y poner en práctica la Responsabilidad Social Empresarial, sin embargo, la experiencia de la Fundación Corporación Boliviana de Responsabilidad Social Empresarial permite asegurar que este cambio implique un esfuerzo realmente destacable de reorientación de sus prioridades y recursos.
Con el propósito de conocer el estado de situación de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) en nuestro país, la Fundación Corporación Boliviana de RSE (Coborse), desde el inicio de sus actividades a finales del 2004, ha seguido esta temática con bastante detenimiento, en ese proceso, la prioridad en ese momento era avanzar en la promoción del concepto y práctica de la RSE, a través de la generación de espacios de sensibilización e implementación de proyectos piloto.
Con el propósito de conocer el estado de situación de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) en nuestro país, la Fundación Corporación Boliviana de RSE (Coborse), desde el inicio de sus actividades a finales del 2004, ha seguido esta temática con bastante detenimiento, en ese proceso, la prioridad en ese momento era avanzar en la promoción del concepto y práctica de la RSE, a través de la generación de espacios de sensibilización e implementación de proyectos piloto.
En ese entendido, Coborse realizó una investigación de más de un año, con encuestas a 50 de los principales ejecutivos de empresas en las ciudades de La Paz, Santa Cruz y Cochabamba, y tres entrevistas a profundidad a líderes empresariales, que luego fueron sistematizadas para disponer de información valiosa sobre el grado de conocimiento, aplicación y valoración de la RSE en Bolivia.
Los resultados obtenidos apuntan a que tanto fuera como dentro del país, las empresas avanzan hacia la Responsabilidad Social Empresarial (RSE). Sin embargo, es muy difícil determinar cuánto lo hacen, en qué punto del camino se encuentran, cuál es la distancia que les falta recorrer.
“En otras palabras, es difícil convertir la RSE en un conjunto de objetivos, actividades y logros, y por tanto en un indicador que, como cualquier otro, sea susceptible de medición, ajuste y verificación. Al mismo tiempo, esta transformación resulta crucial si se quiere usar la RSE como una herramienta práctica de modelación del entorno empresarial, de la economía y de la sociedad”, dice el estudio.
Buscando huellas
El documento presenta un estudio que intenta establecer el estado de la situación, la “línea de base” de la RSE en Bolivia, en el cual se identifican importantes antecedentes teóricos en la medición de los avances de la ciudadanía corporativa. El resultado da cuenta que las empresas evaluadas se encuentran en el comienzo del proceso, la mayoría aún en una etapa básica.
“Esta etapa se caracteriza por el inicio de una preocupación empresarial respecto del entorno social y ambiental, manifestándose principalmente en el conocimiento sobre RSE y en cierta capacitación de los empleados sobre el tema. Sin embargo, las actividades todavía son episódicas y aisladas, una ocupación del departamento de Recursos Humanos o Relaciones Públicas, no de toda la organización, y no existe una clara diferenciación entre RSE y filantropía”, aseveran.
No obstante, algunas empresas parecen encaminarse hacia una segunda etapa de mayor compromiso, pues toman importantes medidas de apoyo a la comunidad, principalmente donaciones, aunque en la mayoría de los casos todavía no se trata de actividades integrales, que respondan a una adecuación del conjunto de la organización, en todos sus campos de acción.
“Más bien son anexadas al programa de funcionamiento de las empresas; resultan exógenas y no parte orgánica de éstas. En promedio, podríamos señalar que, respecto a la RSE, la mayor parte de las empresas estudiadas se encuentran en un estado de conocimiento sin compromiso integral”, dice en los resultados.
Finalmente, el amplio estudio, detalla que ese es el resultado de una comparación entre los hallazgos del estudio y los avances logrados por las compañías en el primer mundo; como es lógico, muestran que Bolivia (igual que la mayor parte de Latinoamérica) sólo se encuentra al comienzo del camino.
Sin embargo, la experiencia de la Fundación Corporación Boliviana de Responsabilidad Social Empresarial permite asegurar que para las empresas bolivianas este cambio implique un esfuerzo realmente destacable de reorientación de sus prioridades y recursos.
“Podría decirse que el situarse dentro de la RSE, aunque todavía a un nivel básico, era el paso más difícil de dar pues exigía un doloroso replanteamiento de la tradición y de los valores convencionales de las compañías. La buena noticia es que ese paso ya ha comenzado a darse en básicamente todos los sectores empresariales del país, aunque a diferentes velocidades, como es lógico”, finaliza el estudio.
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