A los seis meses de haber comenzado operaciones, la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) ha iniciado su primera cosecha con la producción de 3.482 toneladas de trigo y 5.700 toneladas de arroz.
La empresa estatal nació con la emisión del Decreto Supremo 29230, del 15 de agosto de 2007, como un instrumento destinado a apoyar el proceso de producción de alimentos básicos estratégicos y a los productores en todo el país y para contribuir en el normal abastecimiento de la canasta familiar.
Su director, Álvaro Rodríguez, informó que la empresa, en primera instancia, impulsó la siembra de trigo, arroz, maíz y soya.
Sólo en el caso del arroz se trabajó con 2.059 productores en Santa Cruz y para este año se prevé hacerlo con 4.585 en el mismo departamento, en Beni y La Paz.
La empresa opera de la siguente manera: primero organiza e identifica a los productores y la superficie en la que se intervendrá. Posteriormente provee insumos bajo la modalidad de anticipo de pago de la producción y en una tercera etapa presta asistencia técnica gratuita.
Como cuarta etapa, Emapa se encarga del transporte y acopio de la producción, habilita camiones y silos y compra la cosecha a un precio superior al del mercado. En última instancia, transforma la producción primaria y se encarga del comercio al mayoreo.
Rodríguez informó que en los siguientes días se habilitarán cuatro puntos de venta directa al público de Emapa en los mercados de La Paz y un número similar en Santa Cruz.
En relación con el arroz, se entregó en la campaña 2006-2007 un total de 130 toneladas de semillas, y para la de 2007-2008 se prevé repartir 235 toneladas adicionales.
Agregó que, con este apoyo, el Estado ha logrado, por ejemplo, que los productores de soya se liberen de la dependencia que tenían de las empresas aceiteras privadas, que les otorgaban financiamiento e insumos bajo la garantía de la tierra o la producción y les imponían el precio.
En cambio ahora, dijo, están en condiciones de vender en forma directa su producción a Emapa o a los fabricantes de aceite.
Recordó que con SAO los productores firmaron contratos a 400 dólares la tonelada. Esta empresa destinaba 20 millones de dólares anuales de su presupuesto a financiar la campaña de los productores y en los contratos dejaba sentado que se quedaría con la tierra si no se le entregaba con prioridad la cosecha en las diferentes campañas.
La empresa estatal nació con la emisión del Decreto Supremo 29230, del 15 de agosto de 2007, como un instrumento destinado a apoyar el proceso de producción de alimentos básicos estratégicos y a los productores en todo el país y para contribuir en el normal abastecimiento de la canasta familiar.
Su director, Álvaro Rodríguez, informó que la empresa, en primera instancia, impulsó la siembra de trigo, arroz, maíz y soya.
Sólo en el caso del arroz se trabajó con 2.059 productores en Santa Cruz y para este año se prevé hacerlo con 4.585 en el mismo departamento, en Beni y La Paz.
La empresa opera de la siguente manera: primero organiza e identifica a los productores y la superficie en la que se intervendrá. Posteriormente provee insumos bajo la modalidad de anticipo de pago de la producción y en una tercera etapa presta asistencia técnica gratuita.
Como cuarta etapa, Emapa se encarga del transporte y acopio de la producción, habilita camiones y silos y compra la cosecha a un precio superior al del mercado. En última instancia, transforma la producción primaria y se encarga del comercio al mayoreo.
Rodríguez informó que en los siguientes días se habilitarán cuatro puntos de venta directa al público de Emapa en los mercados de La Paz y un número similar en Santa Cruz.
En relación con el arroz, se entregó en la campaña 2006-2007 un total de 130 toneladas de semillas, y para la de 2007-2008 se prevé repartir 235 toneladas adicionales.
Agregó que, con este apoyo, el Estado ha logrado, por ejemplo, que los productores de soya se liberen de la dependencia que tenían de las empresas aceiteras privadas, que les otorgaban financiamiento e insumos bajo la garantía de la tierra o la producción y les imponían el precio.
En cambio ahora, dijo, están en condiciones de vender en forma directa su producción a Emapa o a los fabricantes de aceite.
Recordó que con SAO los productores firmaron contratos a 400 dólares la tonelada. Esta empresa destinaba 20 millones de dólares anuales de su presupuesto a financiar la campaña de los productores y en los contratos dejaba sentado que se quedaría con la tierra si no se le entregaba con prioridad la cosecha en las diferentes campañas.
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