Seis son los planteamientos de los productores y exportadores del Oriente boliviano
Armar una Agenda por la Producción; mantener competitividad y empleo; apostar en experiencia por comercio exterior; frenar el negocio de ropa usada; consolidar el ATPDEA y promover acuerdo con EEUU; y, “preparar al sector para el tiempo de vacas flacas”, son los seis desafíos para el Ministerio de Producción y Microempresa que plantea el IBCE.
De esa manera, el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), se pronunció respecto a la gestión de la nueva autoridad del Ministerio de Producción y Microempresa, Javier Hurtado.
El IBCE expresó que ello dependerá de cómo encare esos seis desafíos que competen a esa importante cartera de Estado que tiene la responsabilidad de realizar un trabajo coordinado con todos los agentes productivos del país, cualquiera sea su dimensión.
Uno de los paradigmas es que siendo el ministro Hurtado un profesional del sector privado, al que conoce como productor y exportador, se aguarda que pueda reposicionar ese Ministerio como cabeza del sector productivo boliviano, con una mejor coordinación con las entidades empresariales, y no solo con las llamadas “organizaciones sociales”, siendo que el sector privado también es parte de la Sociedad Civil. Varias entidades como el Consejo Nacional de Exportaciones, no funcionan.
Planteamientos
Entre los planteamientos propuestos destaca: concertar una “Agenda por la Producción, la Competitividad y el Empleo” que trascienda todo cálculo político, “es imprescindible. Bolivia precisa más inversión para producir y exportar, y generar más empleos”.
En tal sentido, se aguarda que el nuevo Ministro ayude con: la eliminación del Registro de Exportaciones y las Prohibiciones de Exportación de ciertos alimentos, porque eso daña al sector exportador; y, la eliminación de la libre importación de alimentos que, como en el caso del arroz, compiten con la producción nacional.
“Otras carteras de Estado tomaron esas erróneas medidas, con lo que la administración del Ministerio de Producción, quedó supeditada, desnaturalizada y haciéndola ver como un ‘Ministerio entrabador de las exportaciones y facilitador de las importaciones’, desenfocándolo de su principal tarea”, afirma el IBCE.
A modo de ejemplo reclama, sobre “cómo hacer más competitivo al sector productivo para enfrentar en breve la monstruosa competencia agropecuaria e industrial que se dará desde el Mercado Común del Sur (Mercosur), cómo está pactado y de lo cual el Ministro debe estar informado”.
El IBCE también recomienda a la nueva autoridad –constituida la misma por un profesional de carrera– contratar profesionales meritorios y con experiencia, “dado que el peso que ha adquirido el comercio exterior sobre el Producto Interno Bruto (PIB) es de más del 80 por ciento, por lo que hoy no se pueden improvisar soluciones mediáticas, que mañana puedan ir en contra de los actuales y futuros empleos”.
Desafíos
pendientes
Para el IBCE, una señal contundente en la tónica del nuevo Ministro será la actitud que adopte respecto al “negocio de la ropa usada importada y el contrabando”, dos actividades que afectan negativamente a la producción nacional y a los empleos de los bolivianos.
El IBCE espera también de la nueva autoridad, familiriazada con la actividad exportadora, que sea un activo actor para “consolidar los mercados preferenciales, especialmente el de los EEUU como el mercado ideal para las ventas de manufacturas bolivianas”.
“Conociendo que ni la ideología ni la política podrán reponer los empleos que el país pierda si es que no se apuesta en serio por la renovación del ATPDEA en lo inmediato y, si no se piensa seriamente en negociar un Acuerdo Comercial bilateral con características propias que atienda las expectativas, tanto de los EEUU así como de los empresarios y los trabajadores bolivianos”, afirma el pronunciamiento.
Finalmente, el IBCE aguarda que las políticas públicas desde ese Ministerio apunten a “preparar al sector productivo para los tiempos de las ‘vacas flacas’ que se avecinan”, en conocimiento de que el mundo se mueve por ciclos económicos, y que en poco tiempo más la bonanza podría declinar.
Armar una Agenda por la Producción; mantener competitividad y empleo; apostar en experiencia por comercio exterior; frenar el negocio de ropa usada; consolidar el ATPDEA y promover acuerdo con EEUU; y, “preparar al sector para el tiempo de vacas flacas”, son los seis desafíos para el Ministerio de Producción y Microempresa que plantea el IBCE.
De esa manera, el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), se pronunció respecto a la gestión de la nueva autoridad del Ministerio de Producción y Microempresa, Javier Hurtado.
El IBCE expresó que ello dependerá de cómo encare esos seis desafíos que competen a esa importante cartera de Estado que tiene la responsabilidad de realizar un trabajo coordinado con todos los agentes productivos del país, cualquiera sea su dimensión.
Uno de los paradigmas es que siendo el ministro Hurtado un profesional del sector privado, al que conoce como productor y exportador, se aguarda que pueda reposicionar ese Ministerio como cabeza del sector productivo boliviano, con una mejor coordinación con las entidades empresariales, y no solo con las llamadas “organizaciones sociales”, siendo que el sector privado también es parte de la Sociedad Civil. Varias entidades como el Consejo Nacional de Exportaciones, no funcionan.
Planteamientos
Entre los planteamientos propuestos destaca: concertar una “Agenda por la Producción, la Competitividad y el Empleo” que trascienda todo cálculo político, “es imprescindible. Bolivia precisa más inversión para producir y exportar, y generar más empleos”.
En tal sentido, se aguarda que el nuevo Ministro ayude con: la eliminación del Registro de Exportaciones y las Prohibiciones de Exportación de ciertos alimentos, porque eso daña al sector exportador; y, la eliminación de la libre importación de alimentos que, como en el caso del arroz, compiten con la producción nacional.
“Otras carteras de Estado tomaron esas erróneas medidas, con lo que la administración del Ministerio de Producción, quedó supeditada, desnaturalizada y haciéndola ver como un ‘Ministerio entrabador de las exportaciones y facilitador de las importaciones’, desenfocándolo de su principal tarea”, afirma el IBCE.
A modo de ejemplo reclama, sobre “cómo hacer más competitivo al sector productivo para enfrentar en breve la monstruosa competencia agropecuaria e industrial que se dará desde el Mercado Común del Sur (Mercosur), cómo está pactado y de lo cual el Ministro debe estar informado”.
El IBCE también recomienda a la nueva autoridad –constituida la misma por un profesional de carrera– contratar profesionales meritorios y con experiencia, “dado que el peso que ha adquirido el comercio exterior sobre el Producto Interno Bruto (PIB) es de más del 80 por ciento, por lo que hoy no se pueden improvisar soluciones mediáticas, que mañana puedan ir en contra de los actuales y futuros empleos”.
Desafíos
pendientes
Para el IBCE, una señal contundente en la tónica del nuevo Ministro será la actitud que adopte respecto al “negocio de la ropa usada importada y el contrabando”, dos actividades que afectan negativamente a la producción nacional y a los empleos de los bolivianos.
El IBCE espera también de la nueva autoridad, familiriazada con la actividad exportadora, que sea un activo actor para “consolidar los mercados preferenciales, especialmente el de los EEUU como el mercado ideal para las ventas de manufacturas bolivianas”.
“Conociendo que ni la ideología ni la política podrán reponer los empleos que el país pierda si es que no se apuesta en serio por la renovación del ATPDEA en lo inmediato y, si no se piensa seriamente en negociar un Acuerdo Comercial bilateral con características propias que atienda las expectativas, tanto de los EEUU así como de los empresarios y los trabajadores bolivianos”, afirma el pronunciamiento.
Finalmente, el IBCE aguarda que las políticas públicas desde ese Ministerio apunten a “preparar al sector productivo para los tiempos de las ‘vacas flacas’ que se avecinan”, en conocimiento de que el mundo se mueve por ciclos económicos, y que en poco tiempo más la bonanza podría declinar.
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