La investigación que analizó Los ciclos recientes en la economía boliviana. Una interpretación del desempeño económico e institucional (1989-2009) da cuenta de que en la década de los 90 y principios del nuevo milenio, los sectores de hidrocarburos y minería son responsables de casi el 50% del crecimiento económico, lo que demuestra la poca diversificación de la economía y su vulnerabilidad a los cambios en los precios de exportación.
Este estudio elaborado por Horst Grebe con la colaboración de Mauricio Medinaceli, Rodrigo Fernández y Cristina Hurtado, también explica que el excedente disponible ha sido “mal asignado”.
No se observa, de acuerdo con esos investigadores, un apoyo sistemático al aumento de la productividad.
Según Grebe, lo que puede permitir un desempeño diferente y más satisfactorio va a depender de la existencia de políticas industriales, lo cual es un desafío institucional y teórico importante en Bolivia.
La investigación recomienda la conducción de la reconversión productiva hacia mayores niveles de productividad y empleo formal a través de políticas de fomento industrial y agropecuario, en particular para la economía campesina, así como acuerdos por cadenas productivas y zonas económicas especiales.
PROPUESTAS
- Entre las condiciones macroeconómicas que son necesarias para el crecimiento se mencionan las siguientes: los precios relativos (la conducción de un proceso de reconversión productiva en condiciones de una economía mixta requiere de una configuración de los precios relativos de manera que estos señalen las prioridades económicas y los sectores a ser protegidos frente a las oscilaciones del mercado) y políticas fiscales y monetarias (se requieren cambios en el sistema tributario así como en el régimen arancelario y en la política cambiaria y de reservas. En vista de las incertidumbres internacionales convendría establecer un fondo de estabilización de ingresos con dimensión y características suficientes para atenuar los efectos del ciclo externo).
- Para contribuir a la reconversión productiva y el empleo se plantean las siguientes propuestas: políticas de fomento industrial (una idea es un régimen arancelario que proporcione señales claras sobre las industrias que tienen prioridad, un tratamiento crediticio apropiado y parques industriales para desplegar iniciativas de cooperación), acuerdos por cadenas productivas (para establecer relaciones de abastecimiento de diferentes tipos de productores) y zonas económicas especiales (en la primera mitad de la década pasada se plantearon varias iniciativas de ‘áreas de desarrollo’ destinadas a impulsar el fomento industrial y productivo bajo condiciones especiales).
OBSERVACIONES
- “A pesar de las diferencias de enfoque entre los esquemas de política económica aplicados desde los 90, llama la atención que no cambió de forma sustantiva la base técnico-material de la economía boliviana. Salvo algunas inversiones privadas en el sector minero, nuevos campos gasíferos y la expansión de cultivos de soya, no hay cambio digno de mención en el capital productivo moderno en el país”.
- “A pesar del incremento en el gasto del Gobierno y en el ingreso nominal de la población, no ha aumentado la productividad del trabajo, lo que ha dado lugar a que se califique de rentista el uso del excedente disponible”.
- “Entre 1990 y 2009 existen dos ciclos de expansión (1990-1998 y 2004-2009) y uno de contracción (1999-2003). También se podría considerar que el primer ciclo comienza en 1987 y el último se prolonga hasta 2011”.
- “Para cambiar el desempeño insatisfactorio de la economía y superar las condiciones del rentismo, el país necesita una estrategia de desarrollo de largo plazo sostenida por acuerdos y pactos entre los actores políticos y los agentes económicos primordiales”.
- Aconseja la inserción en la estructura estatal de un Consejo Económico y Social para concertar los intereses económicos más allá de la configuración política además de observatorios.
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