En cinco ciudades del país (Santa Cruz de la Sierra, La Paz, El Alto, Cochabamba y Tarija), según un estudio de mercado realizado a 1.014 personas por la empresa Equipos Mori, el 40% es independiente o trabajador por cuenta propia, el 17% es asalariado en empresa privada y el 28% no trabaja.
Ante la consulta de cuál es su situación ocupacional, en El Alto un 48% de los encuestados indicó ser trabajor independiente, mientras que un 39% en Santa Cruz, La Paz y Tarija señaló estar en la misma condición. En Cochabamba hay un 37%.
El analista Bernard Inch sostuvo que estos porcentajes reflejan que la economía del país es precaria, pues no hay una sólida estructura industrial y productiva que requiera de una cantidad importante de empleados y de una mano de obra calificada.
“Que en El Alto un 48% diga que es un trabajador independiente refleja que para generar algún ingreso el comercio minorista es la única opción”, indicó Inch, que remarcó que esta actividad necesita inversión baja, una nula transferencia tecnológica y escasa capacitación del trabajador.
Sobre el 28% de las personas que no trabajan, el director de la escuela de la producción y la competitividad de la Universidad Católica de Bolivia, Gonzalo Chávez, indicó que es un porcentaje superior al que maneja el Instituto Nacional de Estadística (INE), que es del 10%.
“Un 28% es muy alto, pero más allá del dato, lo que se debe tener en cuenta junto a la información es que el comercio es la actividad que más se realiza en nuestro país; es como la ‘precarización’ del trabajo, que cada vez es más profunda”, aseveró Chávez.
El experto subrayó que el hecho de que un 37% de los encuestados perciba que es el comercio donde se logran los mayores ingresos, que un 45% trabaje en ese sector y que si pudiera elegir, un 33% trabajaría en el mismo, es una muestra de una economía informal en crecimiento, donde las actividades son de baja productividad, mientras que los emprendimientos individuales o colectivos cada vez son mayores, pero que en su mayoría se trata de actividades de superviviencia, que no son sostenibles, en las que se usa pocos recursos y la mayoría de ellos carece de un apoyo estatal o departamental.
Sobre el tema, el Viceministerio de Desarrollo Rural y Agropecuario señaló que el Gobierno tiene distintos programas que apoyan la actividad productiva. Indicaron que uno de ellos es el Programa de Mecanización del Agro, que hasta el momento entregó más de mil tractores. El pasado 1 de septiembre, en Oruro, otorgó a los campesinos 100 tractores y 41 créditos individuales por un valor de Bs 2,2 millones ($us 320.373).
A su vez, desde el Banco de Desarrollo Productivo (BDP) informaron de que entre junio de 2007 y julio de 2009, esta entidad desembolsó en total Bs 52,3 millones para 954 créditos individuales y colectivos de los sectores productivos de Oruro.
Para la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia, los resultados muestran una alta incidencia de desocupación. “Según la encuesta, el desempleo está en 28 por ciento. Se reporta que la incidencia de desempleo es mayor entre las mujeres, con 38 por ciento, y que los jóvenes entre 18 y 25 años son los más afectados”, indica el informe de esta entidad.
Para la Confederación, el desglose por ciudad muestra que Cochabamba es la que tiene más problemas de empleo y que las trabas se presentan con similar intensidad independientemente del nivel de formación de los encuestados.
Estos resultados son reveladores en la medida en que las cifras que se manejan desde el Gobierno incluso instituciones como el Cedla, que hacen seguimiento al desempleo, son significativamente menores.
Mientras para la Central Obrera Boliviana (COB) esta encuesta muestra que el Gobierno debe trabajar más para generar una mayor cantidad de puestos de trabajo, a fin de que el comercio minorista, de baja inversión y que no es sostenible, dé paso a la industrialización de la economía, verdadero motor para el desarrollo de un país.
La opinión
“Informalización del empleo”
Bruno Rojas, insvestigador del Cedla
Un importante 40% de la población urbana de las cinco ciudades principales del país indicó estar en condición de trabajador independiente y por cuenta propia con relación a aquellas personas que se de-sempeñan como trabajadores asalariados en empresas públicas y privadas (24%). Este dato ratifica el perfil predominante de los mercados de trabajo urbanos orientados a la reproducción de empleos en sectores no asalariados.
Llama la atención el porcentaje elevado de personas (28%) que señalaron no contar con una fuente de trabajo, en particular mujeres (38%).
Cochabamba, en primer lugar (32%), seguido de El Alto (30%), La Paz (29%) y Tarija (29%) son las ciudades con mayor número de personas que indicaron no estar trabajando, lo que refleja, entre otras cosas, la crítica situación de desempleo existente en el país.
Con relación a las expectativas de las personas de las cinco ciudades en torno al empleo y los ingresos, el comercio es percibido como la actividad donde los trabajadores obtienen mayores ingresos (37%) y también como la actividad donde les gustaría o decidiría trabajar (33%).
Es interesante notar cómo los procesos de ‘terciarización’ de la economía en los últimos 24 años, que corresponden al período neoliberal (comercio y servicios) y la ‘informalización’ del empleo (más empleo en el sector informal urbano), han creado en las personas ciertos referentes e imaginarios laborales vinculados a lo improductivo, como sinónimo de expectativas de trabajo y buenos ingresos.
Cifras del tema
Dependientes
24%
Éste es el porcentaje de empleados contratados bajo esta modalidad. Un 7% depende del Estado y un 17% de privados
Mejores ingresos
14%
La minería con este porcentaje se considera la segunda área productiva donde se puede obtener un buen salario.
Área de trabajo
19%
Los consultados indicaron que la industria manufacturera, luego del comercio, es la segunda opción.
Reacciones
Daniel Sánchez
Pdte. CNI
“La preferencia por el comercio es una señal de lo precaria que es nuestra economía. Es cierto que esta actividad puede generar buenos ingresos a quien la desarrolla, pero por lo general la mayoría logra ingresos que sólo le permite sobrevivir y no tener una mayor proyección salarial”.
Napoleón Pacheco
Dir de la Fun. Milenio
“Los datos son un fiel reflejo de nuestro aparato productivo. Que un 40% trabaje por su cuenta sólo reafirma lo que otros estudios ya detectaron y es que la informalidad es marca registrada en nuestro país. Sin duda esta característica no es una de las mejores, pero ante un vacío en el sector industrial las personas deben buscar alternativas”.
Gabriel Dabdoub
Pdte. CEPB
“Un 37% considera que el comercio es el que genera mayores ingresos. Esa percepción refleja que existe demanda y mercado para varios productos. Hasta 2008 sin duda había un ingreso importante generado por la bonanza. A partir de 2009 esto cambia dado que el consumo y la demanda interna y externa son menores”.
Pedro Montes
Ejecutivo de la COB
“Nuestra economía informal es cada vez mayor, esto se debe a que la gente no encuentra oportunidades en las demás áreas productivas. Son pocos los asalariados que trabajan en la industria. Por eso no es raro que en El Alto la feria 16 de Julio sea una de las más grandes del país y domine el comercio”.
Gonzalo Chávez
Ejecutivo de la UCB
“Estas cifras indican una ‘precarización’ del trabajo, pues la labor independiente no goza de los mismos beneficios sociales que un asalariado. El informal no aporta para la jubilación, no tiene vacaciones ni cuenta con un seguro médico. El comercio es una actividad que los deja desprotegidos”.
Ante la consulta de cuál es su situación ocupacional, en El Alto un 48% de los encuestados indicó ser trabajor independiente, mientras que un 39% en Santa Cruz, La Paz y Tarija señaló estar en la misma condición. En Cochabamba hay un 37%.
El analista Bernard Inch sostuvo que estos porcentajes reflejan que la economía del país es precaria, pues no hay una sólida estructura industrial y productiva que requiera de una cantidad importante de empleados y de una mano de obra calificada.
“Que en El Alto un 48% diga que es un trabajador independiente refleja que para generar algún ingreso el comercio minorista es la única opción”, indicó Inch, que remarcó que esta actividad necesita inversión baja, una nula transferencia tecnológica y escasa capacitación del trabajador.
Sobre el 28% de las personas que no trabajan, el director de la escuela de la producción y la competitividad de la Universidad Católica de Bolivia, Gonzalo Chávez, indicó que es un porcentaje superior al que maneja el Instituto Nacional de Estadística (INE), que es del 10%.
“Un 28% es muy alto, pero más allá del dato, lo que se debe tener en cuenta junto a la información es que el comercio es la actividad que más se realiza en nuestro país; es como la ‘precarización’ del trabajo, que cada vez es más profunda”, aseveró Chávez.
El experto subrayó que el hecho de que un 37% de los encuestados perciba que es el comercio donde se logran los mayores ingresos, que un 45% trabaje en ese sector y que si pudiera elegir, un 33% trabajaría en el mismo, es una muestra de una economía informal en crecimiento, donde las actividades son de baja productividad, mientras que los emprendimientos individuales o colectivos cada vez son mayores, pero que en su mayoría se trata de actividades de superviviencia, que no son sostenibles, en las que se usa pocos recursos y la mayoría de ellos carece de un apoyo estatal o departamental.
Sobre el tema, el Viceministerio de Desarrollo Rural y Agropecuario señaló que el Gobierno tiene distintos programas que apoyan la actividad productiva. Indicaron que uno de ellos es el Programa de Mecanización del Agro, que hasta el momento entregó más de mil tractores. El pasado 1 de septiembre, en Oruro, otorgó a los campesinos 100 tractores y 41 créditos individuales por un valor de Bs 2,2 millones ($us 320.373).
A su vez, desde el Banco de Desarrollo Productivo (BDP) informaron de que entre junio de 2007 y julio de 2009, esta entidad desembolsó en total Bs 52,3 millones para 954 créditos individuales y colectivos de los sectores productivos de Oruro.
Para la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia, los resultados muestran una alta incidencia de desocupación. “Según la encuesta, el desempleo está en 28 por ciento. Se reporta que la incidencia de desempleo es mayor entre las mujeres, con 38 por ciento, y que los jóvenes entre 18 y 25 años son los más afectados”, indica el informe de esta entidad.
Para la Confederación, el desglose por ciudad muestra que Cochabamba es la que tiene más problemas de empleo y que las trabas se presentan con similar intensidad independientemente del nivel de formación de los encuestados.
Estos resultados son reveladores en la medida en que las cifras que se manejan desde el Gobierno incluso instituciones como el Cedla, que hacen seguimiento al desempleo, son significativamente menores.
Mientras para la Central Obrera Boliviana (COB) esta encuesta muestra que el Gobierno debe trabajar más para generar una mayor cantidad de puestos de trabajo, a fin de que el comercio minorista, de baja inversión y que no es sostenible, dé paso a la industrialización de la economía, verdadero motor para el desarrollo de un país.
La opinión
“Informalización del empleo”
Bruno Rojas, insvestigador del Cedla
Un importante 40% de la población urbana de las cinco ciudades principales del país indicó estar en condición de trabajador independiente y por cuenta propia con relación a aquellas personas que se de-sempeñan como trabajadores asalariados en empresas públicas y privadas (24%). Este dato ratifica el perfil predominante de los mercados de trabajo urbanos orientados a la reproducción de empleos en sectores no asalariados.
Llama la atención el porcentaje elevado de personas (28%) que señalaron no contar con una fuente de trabajo, en particular mujeres (38%).
Cochabamba, en primer lugar (32%), seguido de El Alto (30%), La Paz (29%) y Tarija (29%) son las ciudades con mayor número de personas que indicaron no estar trabajando, lo que refleja, entre otras cosas, la crítica situación de desempleo existente en el país.
Con relación a las expectativas de las personas de las cinco ciudades en torno al empleo y los ingresos, el comercio es percibido como la actividad donde los trabajadores obtienen mayores ingresos (37%) y también como la actividad donde les gustaría o decidiría trabajar (33%).
Es interesante notar cómo los procesos de ‘terciarización’ de la economía en los últimos 24 años, que corresponden al período neoliberal (comercio y servicios) y la ‘informalización’ del empleo (más empleo en el sector informal urbano), han creado en las personas ciertos referentes e imaginarios laborales vinculados a lo improductivo, como sinónimo de expectativas de trabajo y buenos ingresos.
Cifras del tema
Dependientes
24%
Éste es el porcentaje de empleados contratados bajo esta modalidad. Un 7% depende del Estado y un 17% de privados
Mejores ingresos
14%
La minería con este porcentaje se considera la segunda área productiva donde se puede obtener un buen salario.
Área de trabajo
19%
Los consultados indicaron que la industria manufacturera, luego del comercio, es la segunda opción.
Reacciones
Daniel Sánchez
Pdte. CNI
“La preferencia por el comercio es una señal de lo precaria que es nuestra economía. Es cierto que esta actividad puede generar buenos ingresos a quien la desarrolla, pero por lo general la mayoría logra ingresos que sólo le permite sobrevivir y no tener una mayor proyección salarial”.
Napoleón Pacheco
Dir de la Fun. Milenio
“Los datos son un fiel reflejo de nuestro aparato productivo. Que un 40% trabaje por su cuenta sólo reafirma lo que otros estudios ya detectaron y es que la informalidad es marca registrada en nuestro país. Sin duda esta característica no es una de las mejores, pero ante un vacío en el sector industrial las personas deben buscar alternativas”.
Gabriel Dabdoub
Pdte. CEPB
“Un 37% considera que el comercio es el que genera mayores ingresos. Esa percepción refleja que existe demanda y mercado para varios productos. Hasta 2008 sin duda había un ingreso importante generado por la bonanza. A partir de 2009 esto cambia dado que el consumo y la demanda interna y externa son menores”.
Pedro Montes
Ejecutivo de la COB
“Nuestra economía informal es cada vez mayor, esto se debe a que la gente no encuentra oportunidades en las demás áreas productivas. Son pocos los asalariados que trabajan en la industria. Por eso no es raro que en El Alto la feria 16 de Julio sea una de las más grandes del país y domine el comercio”.
Gonzalo Chávez
Ejecutivo de la UCB
“Estas cifras indican una ‘precarización’ del trabajo, pues la labor independiente no goza de los mismos beneficios sociales que un asalariado. El informal no aporta para la jubilación, no tiene vacaciones ni cuenta con un seguro médico. El comercio es una actividad que los deja desprotegidos”.
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