Las exportaciones en general del país, entre enero y mayo de 2017, se han incrementado en un 8 por ciento en términos de valor con relación al mismo período del año pasado, lo que se traduce en una expansión de 218 millones de dólares en términos absolutos, pese a que el volumen exportado cayó en un 12 por ciento.
Según explica el gerente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, para que eso haya ocurrido, dos sectores han tenido comportamientos positivos de exportación.
El primero es el de los minerales que crecieron 28 por ciento en términos de valor, 188 millones de dólares más, pese a que la exportación en volumen fue menor en 1 por ciento. "Esto significa que hay una mejora en los precios, lo que ha llevado a productos como el zinc, borato, wolfram, plomo y antimonio a que registren valores de incremento entre 8 y 54 por ciento", explica. "El caso del zinc es llamativo, pues pese a caer 1 por ciento en volumen, creció en 28 por ciento en valor", añade.
Los otros minerales mencionados han tenido expansiones importantes en sus volúmenes entre un 6 y 27 por ciento. La mejora de los precios ha inducido a que se exporte mayor volumen, si bien todavía hay algunos productos como la plata, el cobre, el oro, estaño y sulfato de bario natural y otros con menor desempeño.
El segundo rubro que mejoró la performance es el de hidrocarburos, que se expandió en 8 por ciento en términos absolutos, 76 millones de dólares de incremento, pese a que su volumen cayó en un 11 por ciento. El gas natural creció en 8 por ciento, pese a que su volumen cayó también en 11 por ciento. "Esto refleja una mejora de la cotización del gas natural boliviano, asociado a las subidas del precio del petróleo este año, con relación al año pasado".
Los productos no tradicionales, en cambio, bajaron un dos por ciento en valor con relación al mismo período del año pasado, y de 20 por ciento en volumen.
En el caso de alimentos, como la soya, destaca la caída del 14 por ciento en valor y del 23 por ciento en volumen.
Otros alimentos que caen son la quinua, con buenos desempeños en anteriores años, pero que ahora está en uno de sus peores momentos. Cayó en 8 por ciento en valor, pese a recuperarse en 12 por ciento en volumen. Otros alimentos que han disminuido son el girasol y derivados, el azúcar, las bananas, el palmito.
Entre los que han experimentado un crecimiento en el rubro de alimentos, están el café, las castañas y los lácteos, que registraron un crecimiento de 197 por ciento en valor, con 5 por ciento en volumen. Pasó de 3,6 a 10,8 millones de dólares comparativamente enero-mayo 2016.
Rodríguez advierte, sin embargo, que estas comparaciones se hacen con el 2016, "que fue un mal año. "Si comparáramos con 2013, no sería ni siquiera la mitad".
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