domingo, 14 de diciembre de 2008

Los exportadores buscan alternativas a Ley Atpdea




Wilson Guzmán O.

Desde mañana lunes, los exportadores bolivianos dejarán de gozar del beneficio de exportar sin pagar aranceles que concedía Estados Unidos (EEUU) a través de la Ley de Promoción Comercial Andina y Erradicación de Drogas (Atpdea). Ante esta situación, sus dirigentes están abocados a la búsqueda de nuevos mercados, aunque son conscientes de que el mercado del norte es difícil de reemplazar por su capacidad de compra.
El presidente de la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (Caneb), Eduardo Bracamonte, y el presidente de la Cámara de Exportadores de Santa Cruz (Cadex), Ramiro Monje, por separado, manifestaron que realizan gestiones para abrir nuevos mercados, pero que es el Gobierno el que debe dar facilidades a los exportadores.
Cabe recordar que, mediante decreto supremo, el Gobierno creó un fideicomiso de $us 8 millones para cubrir los aranceles que los exportadores deben pagar para ingresar sus productos a EEUU. Sin embargo, Bracamonte y Monje descartaron esta situación, porque al ser un préstamo encarece su estructura de costos y los hace perder competitividad.
Contrario a Bracamonte y Monje, el presidente de la Cámara de Exportadores de La Paz, Guillermo Pou Mont, indicó que su sector insistirá en hacer negocios con EEUU. “Haremos todos los esfuerzos para seguir exportando y, si es necesario recurrir al crédito que otorga el Gobierno, lo haremos, no podemos cerrar nuestras fábricas”, apuntó.
A su vez, el presidente de la Cámara Nacional de Industrias (CNI), Daniel Sánchez, manifestó a la agencia de noticias ANF que el sector va a tener que generar su propio sistema de costos, donde incluyan el valor del préstamo que obtengan a través del fideicomiso.
Los cuatro coincidieron en indicar que exportar a Venezuela no es la solución a la pérdida de la Ley Atpdea, ya que este mercado no se puede comparar en capacidad de compra al estadounidense.
Por su parte el presidente de la federación de micro y pequeños empresarios de El Alto, Humberto Sandalio, destacó que su sector no es mucho lo que pierde con la Ley Atpdea, pues ellos trabajaban para los exportadores. “Movíamos $us 10 millones y el saldo era para los grandes empresarios”.
Sandalio informó de que existe la posibilidad de exportar a Brasil por $us 30 millones anuales y que está el compromiso del Gobierno brasileño de dar un crédito puente para la construcción de dos fábricas de tela plana, lo que les permitirá exportar mejor.
El sector exportador del país estima que sin el beneficio de la Ley Atpdea, se perderán unos 50.000 empleos y más de $us 250 millones en ventas.

Estatalizaron el registro de las ventas
El Ejecutivo, mediante decreto supremo, determinó estatalizar el Servicio Nacional de Verificación de Exportaciones (Senavex) y el Registro Único de Exportadores (Ruex), que anteriormente estaba a cargo de la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (Caneb), en tanto que el sector exportador objetó esta decisión por considerar que habrá más burocracia y será fuente de corrupción.
La norma se enmarca en la necesidad de restituir las atribuciones del Estado para la emisión de documentos oficiales para la exportación de mercaderías y de regular sus trámites, en el cual se incluye la certificación de origen del producto y su registro.
El presidente de la Caneb, Eduardo Bracamonte, manifestó que esto estaba anteriormente en manos del Estado y se cambió para evitar la burocracia y la corrupción. “Vamos a volver a lo mismo”, acotó Bracamonte.
La nueva entidad desconcentrada tendrá su sede en La Paz, con oficinas en todo el país.

Opinión

“Perdemos el mercado en el peor momento”
Gary Rodríguez / Experto en Comercio Exterior
Con el Atpdea en vigencia, en La Paz cerraron dos empresas y en Cochabamba cinco. La pregunta es, ¿cuántas empresas más van a cerrar a partir del lunes? ¿Qué escenario se presenta de aquí en adelante?, pagar aranceles con el crédito ofrecido por el Gobierno, pero se tendrá que devolver. Ametex afrontará este costo y lo hará para no perder a sus clientes que lo vinculan a otros mercados en Europa y Asia. Una empresa del tamaño de Ametex lo puede hacer, pero qué pasa con las pequeñas empresas que, paradójicamente, son los que tienen que pagar los más altos aranceles. Las prendas de tejido plano a base de algodón pagarán entre 17 y 20% de arancel, las tejidas a mano pagarán más del 30%, por eso decimos que el golpe va a ir a los más débiles.
La primera opción es cerrar, la segunda, pagar y la tercera, buscar mercados que puedan sustituir a los Estados Unidos. Ese mercado es insustituible. Pensar en Venezuela es bailar al ritmo de la ideología y la política. Pensar en Brasil es enfrentar una maraña de restricciones que impiden aprovechar el arancel cero.
El Gobierno debe eliminar todo obstáculo arancelario o no arancelario que impida aprovechar ese mercado. Nosotros no vemos otras opciones. Y lo más grave, perdemos el mercado de Estados Unidos en el peor momento, cuando el mundo empieza a transitar por una crisis que en la práctica significa una recesión y sabemos que es imposible generar empleos si no hay mercados.

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