Un obrero boliviano gana la tercera parte de lo que recibe un trabajador chino, pese a que ambos realizan la misma labor y cumplen horarios similares.
Esta es una de las quejas más recurrentes de algunos trabajadores de Harzone, empresa que realiza la ampliación de la carretera puente Santa Veracruz-Cruce Paracaya.
Un boliviano gana como promedio 3.100 bolivianos, mientras que un obrero chino percibe hasta 10 mil bolivianos, afirmaron varios trabajadores de Harzone, quienes pidieron mantener en reserva sus identidades para evitar represalias por parte de sus empleadores.
La situación es similar en Sinohydro, empresa que está a cargo de la Hidroeléctrica San José, afirmó un obrero que pidió la reserva de su identidad para evitar dificultades con “los chinos”.
Uno de los denunciantes puntualizó que en una oportunidad había logrado “quitar” la papeleta de pago a uno de sus compañeros chinos y verificó que este ganaba cerca de 10 mil bolivianos.
“Incluso algunos reciben 21 mil bolivianos”, afirmó otro de los trabajadores disconformes con el trato discriminatorio, que según él, reciben de la empresa china.
Sin embargo, el jefe de Control y Seguimiento de la obra, Luis Solís, afirmó que los salarios de los trabajadores chinos son similares a los de los bolivianos, “pero no manejamos en detalle sus planillas”.
Solís señaló que los sueldos que paga la empresa están por encima del salario mínimo (1.805 bolivianos). Los ayudantes generales perciben con sus horas extras 2.500 bolivianos y los operadores y choferes superan los 7.000, “hasta 10 mil”.
Solís aseguró que no tienen trabajadores eventuales en la empresa.
“Todos tienen contrato a conclusión de obra o a finalización de servicio. En caso de que se termine el trabajo se le paga todos los beneficios sociales”, puntualizó Solís.
ROPA Y SEGURO
El retraso en la dotación de ropa es otra vulneración a sus derechos, según algunos trabajadores de la empresa. Señalaron que deberían haberles entregado a principios de enero, pero hasta la primera semana de febrero no se lo había hecho.
Denunciaron que a los trabajadores nuevos no les dotan de botas y la ropa que les entregan a los antiguos es de mala calidad.
Dijeron que la ropa que se les entrega a los chinos es de mejor calidad, mientras que los bolivianos trabajan con un atuendo roto.
Sobre este punto, Solís señaló que en algún momento la empresa tuvo un retraso, “pero Harzone está comprometida a cumplir la ley en un 100 por ciento ”.
Un banderillero que trabaja en uno de los tramos que construye la empresa confirmó que hasta los primeros días de febrero no les habían entregado la ropa de trabajo.
En cuanto al seguro de salud, los trabajadores señalaron que les afilian a la Caja Nacional de Salud, pero demoran demasiado.
En varios casos, según los obreros, se tomaron entre nueve meses y un año para asegurarles, pese a que ellos aportaron desde el primer mes.
Solís señaló que todos los trabajadores están afiliados a la Caja Nacional y aportan a las AFP, además de recibir los subsidios de lactancia, vacaciones y dotación de equipo de protección personal.
El testimonio de otro trabajador da cuenta que antes los despidos injustificados eran frecuentes, pero ahora, con las gestiones del sindicato, se redujeron.
“La administración boliviana está en contra de sus propios compatriotas, no nos defienden, están más con ellos, nos denigran”, afirmó otro de los obreros.
MÁS CHINOS
Otro reclamo de algunos trabajadores de Harzone es que los ejecutivos de esta empresa prefieren a chinos, antes que a bolivianos, incumpliendo la Ley General del Trabajo, que señala en su artículo tercero que debe haber como máximo 15 por ciento de personal extranjero.
El grupo de trabajadores que se contactó con este medio denunció que en la empresa Harzone hay aproximadamente 200 trabajadores, de los cuales al menos 70 son de nacionalidad china.
“Si se cumpliera la Ley General del Trabajo debería haber como máximo 30 trabajadores extranjeros, pero en este momento doblan este número”, señaló un trabajador.
El jefe de Control y Seguimiento de la obra, Luis Solís, afirmó que la empresa cumple lo estipulado por la ley, es decir, hay 30 trabajadores chinos y el resto es boliviano.
Otra observación que tienen los obreros es que los chinos trabajan como operadores y choferes, situación que no está permitida según la Ley General del Trabajo.
La inexperiencia de los obreros chinos en el manejo de las volquetas ha ocasionado varios choques, denunciaron los obreros bolivianos.
Afirmaron que ellos no sabían manejar volquetas, pero hicieron prácticas con los vehículos para aprender, especialmente durante la noche.
“Frenaban todo el tiempo e incluso llegaron a chocar contra algunas barandas de la puerta. No sé con qué categoría estarán manejando y la Policía, Tránsito, no les controla”, dijo uno de los banderilleros.
“Ahora ya trabajan con las volquetas, pero no creo que ellos tengan la categoría C para este tipo de vehículo”, agregó.
ACCIDENTES
Los obreros señalaron que en la empresa suceden con frecuencia los accidentes laborales.
Uno de los más graves, el 11 de junio del año pasado, le costó la vida a un capataz.
Los denunciantes relataron que su compañero fue atropellado en la carretera, “pero por falta de banderilleros”.
El banderillero tiene dos banderas, una roja y otra verde, y es el que detiene o da vía libre a los vehículos que transitan por la carretera. La observación de los trabajadores señala que en cada tramo debería haber cuatro banderilleros (dos a cada lado), pero en el caso de esta empresas solo coloca a dos.
Uno de los banderilleros tiene la tarea de advertir a los conductores para que reduzcan la velocidad y el otro para instruirles que frenen.
En el ingreso al campamento principal, por ejemplo, solo hay dos banderilleros. Por este lugar entran y salen volquetas.
“La empresa cumple las normas”
Dos trabajadores entrevistados por OPINIÓN afirmaron que Harzone cumple con la Ley General del Trabajo y que las denuncias de vulneración de los derechos laborales son falsas.
El exsecretario general del Sindicato China Harzone, Edgar Gómez, afirmó que la situación de los trabajadores ha mejorado “sustancialmente” y, en su opinión, no hay maltrato por parte de los ejecutivos.
Respecto al número de trabajadores extranjeros que tiene Harzone, señaló que se cumple la norma con no más del 15 por ciento .
Rolando Quiroz ocupa el cargo de servicios generales y él, al igual que Gómez, señaló que la empresa entrega ropa de trabajo a todo el personal, sin distinciones entre chinos y bolivianos y les dota de alimentación y transporte.
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