Tiene en su haber siete líneas de quesos artesanales y más de 20 sabores; varios de sus productos son considerablemente bajos en grasa, pero altos en sabor y calidad; la elaboración reduce al mínimo el empleo de conservantes y a cero los químicos… un producto completamente natural.
Se trata de Colinas del Sol, un emprendimiento cochabambino ubicado en la zona de Apote (Tiquipaya) que va destacando en la elaboración del queso artesanal, por la dedicación que el equipo propietario pone en el proceso de elaboración y por la constante innovación, tanto de técnicas como de productos.
Colinas del Sol es una empresa gestada inicialmente por Ignacio Alem (que había hecho cursos de elaboración de queso artesanal en Vermount, Estados Unidos) y Mauro Dorigo, aunque, por razones de estudios, este último tuvo que ausentarse en el extranjero, y fue el primero quien dio inicio formal a la empresa el 21 de septiembre de 2011.
Durante un año, Alem tuvo un arduo trabajo, pues no sólo tenía que poner en orden los aspectos legales y requisitos para formalizar la empresa, sino que había que concluir la instalación de la infraestructura, ajustándose a requerimientos técnicos y sanitarios, y aplicar en el proceso de estandarización de sabores.
Al retornar Dorigo y con la inclusión de Delia Casilla y Yoko Chisaka, como nuevos socios, la empresa cambió su razón social de unipersonal a SRL, se ampliaron las ofertas y el emprendimiento echó a andar hasta reclamar un espacio natural en el mercado no sólo cochabambino, sino también nacional, pues actualmente el producto se vende también en Santa Cruz, La Paz y Sucre.
Es que, contrariamente a lo que uno pudiera suponer, en el mercado boliviano hay muy poca oferta de queso y las ofertas de las grandes empresas son distintas, en cuanto a elaboración y producto final. Según Alem, en Cochabamba existen sólo tres o cuatro productores artesanales. “En Bolivia hay muy poca cultura de queso. Las grandes empresas sólo ofrecen unas cuatro o cinco variedades, y en el mundo hay más de 3.000. La industria del queso es un mundo”, explica.
Además de poner en práctica lo aprendido en Estados Unidos, el equipo se actualiza constantemente en las técnicas y hace poco, visitó la planta un experto voluntario holandés, de cuyo trabajo surgió la última versión de queso maduro de Colinas del Sol al que bautizaron como Viejo de Apote.
La empresa se abastece de materia prima de dos proveedoras de la misma zona: alrededor de 150 litros diarios de leche fresca. Para conservar la fidelidad de sus proveedores, el equipo hace un buen pago por el producto, pero también aplica un riguroso control a fin de garantizar la calidad y sanidad del producto final.
Aunque las técnicas de la empresa son un secreto institucional, a grandes líneas el proceso consiste en descremar la leche para reducir el porcentaje de grasa; después, se pasteuriza tanto la leche descremada como la crema para eliminar microrganismos, cuajarla para que expulse el suero, añadirle un mínimo de conservantes y, al tercer día, incluirle los sabores. El envasado, etiquetado y almacenamiento se realiza en la misma planta. Los quesos madurados reclaman más tiempo (entre tres y seis semanas).
Otra característica que Alem destaca es que todos sus productos son bajos en grasa. Mientras los quesos de otras marcas que se venden en el mercado cochabambino pueden superar el 30 por ciento de grasas, los quesos de untar de Colinas del Sol no llegan ni a 3 por ciento, y los de madurar no sobrepasan el 20 por ciento. “Es que para que un queso sea sabroso no es necesario que tenga alta cantidad de grasas”, afirma Alem, a tiempo de explicar que estas condiciones se las aplican también pensando en una alimentación saludable.
"Hay más de 3.000 variedades de queso en el mundo; la industria del queso ya es un mundo"
Siete líneas
1. La primera línea corresponde al queso de untar, con más de 10 sabores, entre ellos: tomate deshidratado, albahaca y nuez, sésamo y tomillo, aceitunas negras o verdes, orégano, albahaca y cebollín, con sal y sin sal, con ajo y finas hierbas. Presentaciones de 200 gramos, entre 20 y 22 bolivianos.
2. Queso crema, ideal para cheescake y manjares (Bs 22).
3. Mascarpone, queso especial para hacer tiramisú y repostería.
4. Nata Pura, producto del hervor de la leche y tradición de nuestras abuelas (Bs 25).
5. Crema agria, especial para comida mexicana, dips y otras delicias. Se ofrece pura y con ajo y finas hierbas.
6. Camembert, queso madurado, ideal para tabla de quesos, con jamón y vino.
7. Viejo de Apote, última creación del equipo, queso madurado normal y ahumado.
Los quesos madurados se ofrecen a Bs 120 el kilo, en la feria franca (sábados, América y Villarroel). En supermercados puede costar 150.
Contactos
• Los productos de Colinas del Sol se comercializan en La Paz, Santa Cruz, Sucre y Cochabamba en supermercados como IC Norte, Hipermaxi, Ketal, Fidalga y Sal si Puedes, entre otros.
• En Cochabamba se pueden hacer los pedidos al teléfono de la fábrica: 4316636, 79332212 y 68502352. El email es quesoszalem@gmail.com. Se hacen entregas a retaurantes y reposterías.
Que lindo ya estare pasando a buscar el queso crema
ResponderBorrarexcelente.... buscare sus productos.
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