El precio del pan se afianza en Bs 0,50 en la urbe paceña

A casi tres meses desde que el Gobierno levantó la subvención de la harina de trigo al sector panificador, el precio de la unidad del pan de batalla de 60 gramos se consolidó en Bs 0,50 en la ciudad de La Paz. En El Alto se mantiene en Bs 0,40 por unidad.

En un recorrido que realizó este diario por la zona Norte, centro, San Pedro y Miraflores de la urbe paceña se pudo constatar que el precio del pan es de Bs 0,50 en todas sus variedades. La población que adquiere diariamente este alimento se quejó de las autoridades nacionales y locales porque permitieron la elevación del precio del pan en Bs 0,10. Empero, se mostró resignada a pagar el precio actual.

“Ya no se puede hacer nada más, tenemos que comprar y dar el gusto a los panificadores”, indicó a este medio una persona que compraba pan en un puesto ubicado entre las calles Figueroa y Santa Cruz. Otra, que tampoco quiso identificarse, señaló que ni el Gobierno ni la Alcaldía “hicieron nada para frenar este abuso”. “Yo compro cada día, pero a veces tengo que comprar menos que antes, cuando era a Bs 0,40”, se lamentó.

El peso establecido para el pan es de 60 a 70 gramos. Este diario realizó el pesaje del producto adquirido en distintos lugares de la ciudad en una balanza certificada por el Instituto Boliviano de Metrología (Ibmetro), constatando que el gramaje definido es respetado por los panificadores e incluso es mayor. No sucede lo mismo con el pan “sarnita” y otras variedades, cuyo peso varía entre 53 y 60 gramos.

GASTOS. El exsecretario general de la Confederación Nacional de Panificadores Víctor Núñez dijo ayer a La Razón que el precio no volverá a Bs 0,40 porque durante 14 años no hubo incremento en este producto. “Innegablemente se va a mantener, no podemos sacar a menos porque por 14 años el pan nuestro de cada día no ha subido de precio, todo subió menos el pan”.

Señaló que su sector es uno de los “más oprimidos” y con el retiro de la subvención de la harina los gastos se incrementaron, disminuyendo las ganancias de sus agremiados. “Por eso es que no tenemos ni trabajadores, lo hacemos con nuestras familias. En algunos casos ya están cerrando sus hornos porque ya es gente cansada y con el riego de enfermarse”, indicó. El factor principal para el incremento del precio fue el descontento generalizado entre los panificadores tras el retiro de la subvención, aseguró.

“Emapa (Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos) ya no nos da harina y nosotros estamos comprando la harina argentina que está entre 185 y 190 bolivianos, y el pan necesariamente tendría que ser hasta Bs 0,60, pero estamos vendiendo a Bs 0,50”, expresó Núñez.

La harina que entregaba la estatal Emapa tenía un costo de Bs 130. El producto que se encuentra masivamente ahora en el mercado es de industria argentina y tiene un costo desde Bs 170 hasta Bs 205. Mientras, la harina nacional llega a costar hasta Bs 250.

Consultado sobre el precio de Bs 0,40 de la unidad de pan de batalla que se mantiene en El Alto, Núñez dijo que posiblemente existan acuerdos entre Emapa y algún exrepresentante del sector para que continúe la entrega de harina a Bs 130 con el compromiso de mantener el costo del pan a Bs 0,40. “En El Alto parece que Emapa está dando harina, tal vez tiene un compromiso para darles la harina a 130 y con el compromiso de vender pan a Bs 0,40”, sostuvo el panificador.

Los insumos para el pan de batalla

Harina

Es el principal insumo para la elaboración del pan de batalla. Los panificadores utilizan más el producto argentino.

Levadura

Para un quintal de harina destinado a la producción de pan se requiere un paquete de levadura, cuyo costo está entre Bs 7 y Bs 8.

Combustible

La mayor parte de los panificadores usa GLP.

Hay una sobreoferta de harina argentina

La Razón constató que en la calle Antonio Gallardo de La Paz, lugar de venta de abarrotes, existe una sobreoferta de harina de industria argentina con precios económicos en comparación a la de la industria nacional. Los precios varían entre Bs 170 y Bs 185. El producto nacional, por el contrario, cuesta entre Bs 225 y Bs 230.

Según el secretario general de la Confederación de Gremiales de Bolivia, Ernesto Rada, se trata de una sobreoferta por el contrabando del producto. La harina argentina legalmente importada tiene un costo de Bs 205 y está garantizada “del molino a la tienda”, dijo. Sin embargo, con la que tiene un menor precio se corre el riesgo de que sea reembolsada y sin las debidas certificaciones de ingreso, manifestó.