Ya la abuela recomendaba tomar leche caliente con miel como ayuda para dormir. Esta bebida, dulce, aromática, suave y agradable, es considerada como el mejor remedio para conciliar el sueño. Sin embargo, con la leche caliente, sin miel, se pueden hacer experimentos maravillosos, por ejemplo con crema de cacahuate o ron.
El efecto tranquilizante de la leche caliente con miel se debe a la hormona de la felicidad, la serotonina, explica el empresario lechero Josef Stemmer. "Cuanto más alto es el nivel de serotonina, tanto más tranquilo y relajado uno se siente, lo que permite conciliar el sueño más fácilmente”.
La leche contiene la materia prima para la producción de la serotonina, una proteína llamada triptófano, que el propio cuerpo no puede producir. Después de ingerir una comida rica en proteínas, el triptófano entra en la sangre y llega al cerebro, donde es transformado en serotonina, explica Stemmer.
Sin embargo, la leche también contiene proteínas que tienen un efecto estimulante, según sostiene Stemmer. Es precisamente por este motivo que se añade miel a la leche. "El azúcar de la miel hace que la mayoría de las proteínas, con excepción del triptófano, se almacenen en los músculos”, explica Stemmer.
Sin embargo, el efecto beneficioso para el sueño de la leche caliente con miel no está científicamente probado. "Más bien es una recomendación para dormir mejor que se pasa de una generación a otra”, dice la nutricionista alemana Isabelle Keller. Dormir bien tiene que ver sobre todo con otros factores muy diferentes, por ejemplo el nivel de estrés de la persona y su estilo de vida, explica la experta.
Sin embargo, los aficionados a la leche caliente con miel están totalmente convencidos de su efecto relajante, y tan solo esta creencia puede beneficiar el sueño. Y para que esos aficionados no se aburran, preparan su bebida favorita de diversas maneras. Hay muchas posibilidades.
Se puede dar una nota oriental a la bebida para dormir bien calentando leche de vaca con leche de coco, agregando higos secos, un poco de miel y cardamomo, y poniendo a hervir toda esta mezcla.
A continuación hay que batir la bebida, meterla en vasos y espolvorear con un poco de canela en polvo. Otra variante es hervir la leche, agregar una cuchara de crema de cacahuete hasta que se haya derretido y añadir un poco de cacao en polvo y azúcar.
Y como ya estamos experimentando, también se puede convertir una simple leche caliente en un cóctel.
"Los acompañantes ideales son el ron y el whisky o bourbon”, recomienda Roy Könnecke, barman. Para preparar este ponche, Könnecke calienta la leche con la vaina de una vainilla y la carne raspada.
Después, espuma la mezcla de leche con vainilla y añade un poco de ron añejo y brandy. "Encima pongo un poco de nuez moscada fresca raspada”. Quien padece de intolerancia a la lactosa debe elegir desde luego una leche sin lactosa o puede intentarlo con calpis, una bebida refrescante japonesa elaborada a base de leche. "Es como un yogur disuelto en agua”, dice Könnecke. El barman mezcla la bebida con té matcha caliente y agrega un poco de leche y miel.
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