La gran demanda de los productores agrícolas de Santa Cruz y también la del sector minero de occidente llevaron a sus ejecutivos a replantear la forma de producción, cuenta el gerente general de la empresa, Federico Diez de Medina.
"Nos hicieron pedidos mucho mayores que los que abastecía nuestra capacidad de producción", cuenta Diez de Medina.
Entonces, se realizó un estudio económico financiero que dio como resultado que la empresa necesitaba contar con dos plantas adicionales a las dos que tenía, una en Santa Cruz y otra en Cochabamba.
Así se emprendió la construcción de una nueva planta en Cochabamba, en el Parque Industrial de Santiváñez, que fue concluida hace cuatro meses, y de otra en Santa Cruz, en la salida de Cotoca, que fue concluida a principios de año. Ambas sobre 15.000 metros cuadrados de superficie.
Contrariamente a lo que suele suceder, con la automatización no se recortó el personal, sino que se incrementó de 100 a 200.
"Lo que pasa es que la demanda era cuatro veces nuestra capacidad de producción, ahora con la automatización más las otras dos plantas logramos cuatriplicar nuestra capacidad", explica Diez de Medina.
Con los cambios se incrementó la producción de 200 a 800 toneladas por mes. Actualmente, el corte, perforación y soldadura del metal galvanizado y perfiles de acero que se realizan son totalmente computarizados.
Diez de Medina señala que se emplea tecnología italiana y norteamericana. La pieza es diseñada y luego programada en la computadora en un software especial. La nueva modalidad, afirma, ha incidido en la calidad y el rendimiento.
Para determinar qué sistema era el adecuado, los ejecutivos comenzaron el testeo por Internet y luego de una precalificación y de establecer los contactos con los proveedores, viajaron hasta Italia para la firma de contratos.
Diez de Medina junto al gerente técnico, Lucio Goitia, y al gerente de la regional Santa Cruz, Juan Pablo Diez de Medina, fueron quienes recibieron la capacitación en el manejo de la nueva maquinaria y también se encargaron de replicar lo aprendido y entrenar a 12 trabajadores. Así, cuando los expertos extranjeros llegaron para el montaje de los equipos encontraron personal capacitado.
Diez de Medina destaca que los sistemas de producción de Enabolco tienen certificación de calidad ISO 9001; de gestión medioambiental ISO 140001 y de seguridad y salud ocupacional OHSAS 18001, además de la certificación TÜV Rheinland, un organismo de certificación e inspección de origen alemán reconocido internacionalmente.
Torres para subestaciones eléctricas y para telecomunicaciones, así como tanques, silos, galpones y maquinaria son algunas de las estructuras que fabrica Enabolco.
Diez de Medina destacó entre sus recientes obras la cuarta ampliación de la avícola Sofía, la estructura metálica para el ingenio sucroalcoholero Aguaí y equipos para productores de grano, todo en Santa Cruz; en Tarija, la nueva bodega para vinos Aranjuez y, en La Paz, diversos trabajos para la mina San Cristóbal, así como los anaqueles metálicos del nuevo mercado Lanza.
Enabolco es una empresa del Grupo Diez de Medina que ya lleva 31 años desarrollando su propia tecnología y sus capacidades en proyectos de ingeniería, obras civiles de construcción y estructuras metálicas.
Gestada en galpones ferreteros
La historia de Enabolco comienza con Federico Diez de Medina Ballivián, quien incursionó en el campo de las construcciones metálicas y fabricación de perfiles de acero en Quillacollo, pero fue su hijo Federico Diez de Medina Fernández de Córdova quien fundó la empresa el 23 de junio de 1982.
El socio fundador y actual gerente general se interesó por los motores y la maquinaria desde los 13 años, según una reseña de la empresa. Su inclinación natural fue fomentada con la formación técnica recibida en el colegio San Agustín, donde podía trabajar voluntariamente en los talleres de mecánica automotriz e industrial, lo que le permitió armar su primer motor a los 15 años.
Ya titulado como Ingeniero Mecánico en la Universidad Federico Santa María de Chile, con un postgrado en Computer Aided Engineering - Hogeschool van Utrecht (Holanda) y en la Universidad Mayor de San Simón, Diez de Medina hijo montó la fábrica de cemento Coboce en 1972 e inició su primer emprendimiento unipersonal en los galpones del negocio familiar. Comenzó fabricando protectores para ventanas, rejas, verjas y portones para luego pasar a trabajos de mayor envergadura como el diseño y fabricación de andariveles para ENDE; las instalaciones eléctricas para la primera Feria Internacional de Cochabamba o las torres de TV para RTP del fallecido Carlos Palenque, entre otros.
PRIMERA INVERSIÓN
La primera empresa unipersonal de Federico Diez de Medina, gerente de Enabolco, requirió una inversión de 5.000 dólares.
"Know how"
Enabolco desarrolló la tecnología para diseñar, calcular y fabrica-r torres metálicas, tanto para transmisión de energía eléctrica, subestaciones y para comunicaciones, canales de TV y telefonía celular.
Crecimiento sostenido
El desarrollo de Enabolco desde su constitución fue sostenido.
Comenzó produciendo 80 toneladas al año y en 2012, después de 30 años, logró fabricar 2.000 toneladas anuales. Para el cierre de 2013 tiene proyectado aumentar su producción en un 50 por ciento, lo que equivale a una producción de 3.000 toneladas al año.
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