Enrique MacLean, experto en propiedad intelectual de la empresa ORPAN, dijo que no existe un negocio o una obra producto del intelecto humano que no pueda beneficiarse del derecho de registrar una idea o un proceso para proteger al titular y usar, gozar y disponer de su creación.
La afirmación y recomendación fueron conocidas en el taller “Propiedad Intelectual para Innovadores”, efectuado hace unos días a iniciativa de la Fundación Maya y Banco BISA, con el patrocinio de la Cámara Nacional de Comercio y que estuvo dirigido principalmente a los más de 2.000 innovadores que son parte del concurso INNOVA Bolivia 2012-2013.
Jorge Velasco, presidente de la Fundación Maya, contó que la idea para organizar el taller surgió gracias al concurso INNOVA Bolivia, en el que una de las principales preocupaciones recurrentes y constantes de los jóvenes universitarios que inscribieron sus proyectos eran las dudas para proteger sus creaciones y patentarlas.
Velasco mencionó que si bien en Bolivia existen los mecanismos legales para proteger las ideas o los procesos innovadores, también es evidente que aún no existe una cultura para la protección intelectual. También se constituyen en obstáculos, la demora en el trámite, el costo para mantener una patente, el alcance (sólo en el ámbito nacional) y la falta de analistas para este tema.
A manera de ejemplo indicó que en países asiáticos, como Corea del Sur, se registran 80.000 patentes al año; en Brasil se cuantifican 580; mientras que Bolivia no figura en el registro de patentes en el mundo.
Datos internos al año 2000, según el presidente de Maya, dan cuenta de que se tienen 5.400 registros de patentes al año, de los que sólo 550 corresponden a bolivianos y el resto es de extranjeros.
Por su lado, Fernando Mirabal, gerente general de la Cámara Nacional de Comercio, sostuvo que con este taller se están dando pasos importantes para eliminar la incertidumbre de los jóvenes innovadores.
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