Los emprendimientos de tres empresas se truncaron en los últimos años. Analistas opinan que el Gobierno no las apoyó en su afán de que el Estado controle la economía.
Las empresas son Ametex, que proveía a unas 39 clientes de talla mundial y exportaba prendas a Estados Unidos y otros países; AeroSur, que entró en crisis económica, y Sinchi Wayra, que había anunciado una inversión de más de 80 millones de dólares en el yacimiento de Colquiri.
El reciente plan de salvataje para la línea aérea fue rechazado hace unos días y Ametex decidió cerrar operaciones y alquilar los equipos al Ejecutivo por falta de mercados y otros factores.
El caso de la minera es diferente, pues no atraviesa problemas económicos, pero fue afectada por una demanda de los cooperativistas. El Gobierno nacionalizó el reservorio de zinc y estaño que explotaba en Colquiri, Potosí.
El investigador Roberto Laserna y el economista Julio Alvarado opinan que las firmas no fueron apoyadas por el Gobierno debido a que éste persigue que el Estado maneje la economía.
La Constitución establece que el modelo económico de Bolivia es “plural”, y reconoce las formas de organización estatal, privada y cooperativa. No obstante, Laserna dice que esto “se queda en el papel” porque se da prioridad a los emprendimientos estatales.
Por eso -agrega- el Gobierno no apoya lo privado y se concentra en las empresas públicas. En todo caso, no siempre es garantía de éxito, como sucede con el yacimiento de el Mutún, que es mixto, entre Jindal y el Estado, y que ha sufrido una serie de atrasos. La permanencia de la empresa india es incierta, al igual que la explotación del reservorio de hierro.
El masista Marcelo Elio, presidente de la Comisión de Política Económica de Diputados, sostiene que Ametex y AeroSur son el “típico caso de una mala administración privada, donde se demuestra que la economía neoliberal (...) no dio resultado”. Con respecto a Sinchi Wayra, añade que es un “problema social”.
Los casos
Uno de los mayores problemas de Ametex, según su presidente Marcos Iberkleid, fue la escasez de mercados. Ante la falta de liquidez y la imposibilidad de cumplir con sus acreedores, la empresa cerró un acuerdo con el Gobierno por el que éste alquilará sus maquinarias y así dará continuidad a su producción.
Según el analista Alberto Bonadona, la política de Estado se reflejó al perder el ATPDEA (Ley de Preferencias Arancelarias Andinas y Erradicación de Drogas, por sus siglas en inglés), lo que generó que la firma no tenga “uno de los apoyos más importantes para salir del gran bache en que estaba”, porque le permitía exportar sin aranceles
Iberkleid resaltó que los activos de la empresa cubrían las obligaciones pendientes.
Diferente es el caso de AeroSur, que adeuda, según el Gobierno, más de 451 millones de dólares y no tiene dinero para pagar. La crisis se destapó luego de que en septiembre de 2011 la justicia emitiera sentencia ejecutoriada para que impuestos cobre 108 millones de bolivianos, por concepto de tributos impagos en 2004.
“No es posible que por tantos años no pague y que el Estado lo permita, y después que de golpe se quiera cobrar. En vez de enjuiciar a la gente de AeroSur tendría que empezar por procesarse a los de Impuestos”, comenta Alvarado.
El problema de Sinchi Wayra, subsidiaria de la suiza Glencore, no fue económico, sino que se debió a la nacionalización de la mina Colquiri, decretada el 20 de junio por el Gobierno, luego del conflicto entre cooperativistas y mineros asalariados.
“Posibilidades de hacer empresa en el país hay muchas y lo que no debería hacerse es la ‘suma cero’, porque al país no le sirve sustituir una empresa privada por una pública, o estatizarla o nacionalizarla, da una señal nefasta”, dice Gary Rodríguez, gerente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior.
El Estado, la importancia primera
Rubros Los rubros de las empresas son minería, transporte aéreo y el ámbito de los textiles.
El Estado Según el investigador Roberto Laserna lo que está en la palestra, y que es el factor común, es la incertidumbre jurídica y política que hay en el país y la poca disponibilidad del gobierno a cooperar con los emprendimientos privados.
La Constitución El texto constitucional establece que el modelo de la economía es plural, y que está constituida por las formas comunitaria, estatal, privada y cooperativista.
Las fechas Los problemas de Aerosur comienza en septiembre, de Ametex el año 2011, y de Sinchi Wayra el 31 de mayo cuando los mineros cooperativistas se asientan en el cetro minero Colquiri.
Punto de vista
Gary Rodríguez Gerente del IBCE La racionalidad de un emprendimiento, sea de gran envergadura, mediano o pequeño, apunta a satisfacer un interés individual. Y ese interés privado mañana significará un aporte a la sociedad en lo que respecta a la oferta de bienes y servicios. Es decir, buscando el interés individual se satisfacen intereses colectivos y se genera empleo.Lo ideal es que el Estado ayude a ampliar la base productiva. En vez de tener más empleados y gente que reciba bonos, debería ayudar a que se capaciten y emprendan por su propio esfuerzo empresas que sean generadoras de empleos. Esto no se puede hacer si no hay seguridad jurídica ni incentivos para la inversión. La mejor garantía para eso es la seguridad jurídica, y el mejor incentivo son mercados seguros. Parafraseando a un empresario suizo: no puede haber empresas exitosas en países fracasados, tampoco países exitosos con firmas fracasadas.
Julio alvarado Economista y diplomáticoLo que ha sucedido es que el Gobierno de Evo Morales quiere tener mayor control en la economía y con empresas privadas no lo puede tener. Por lo tanto, crea un mal ambiente económico y estas empresas quiebran. Con el tema de Ametex, por ejemplo, estaba claro, desde 2006, que si no mantenían el ATPDEA estaría en serios problemas la industria textilera de Bolivia, y cuando se culminó el ATPDEA en 2008, dijimos que era un anuncio de la muerte, pero no creyeron o sabían lo que estaban haciendo.
Éstos son ejemplos de una política económica equivocada, pensando en un estatismo cerrado. Pero se da sabiendo que las empresas estatales no son ni buenas ni malas, son buenas cuando son administradas técnica y profesionalmente, y son malas cuando son manejadas políticamente, y lo que ha hecho el Gobierno es manejar las empresas estatales políticamente.
Al gobierno del movimiento al socialismo no le intersa ni las empresas ni la gente
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