La Sociedad Boliviana de Cemento (Soboce) pagó Bs 12 millones a la Universidad Mayor de San Francisco Xavier de Chuquisaca para tener el control exclusivo de la administración de la Fábrica Nacional de Cemento SA (Fancesa), en el marco de un presunto “convenio irregular” firmado en 1999 entre ambas entidades, informó ayer el director ejecutivo de la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Empresas (AEMP), Óscar Cámara.
Explicó que “por este convenio, la empresa privada Soboce y su accionista mayoritario, que es Samuel Doria Medina, entregaron a la Universidad (San Francisco Xavier) 12 millones de bolivianos para tener la exclusividad en la administración de Fancesa”.
El Gobierno recuperó mediante Decreto 0616 el 33,34 por ciento de las acciones de Fancesa para la Gobernación de Chuquisaca. Según el presidente Evo Morales, el convenio entre el empresario Doria Medina y la universidad de Sucre fue ilegal.
En ese contexto, el director de la Autoridad de Empresas afirmó que no sólo se pagó un monto para el control de Fancesa, sino que también se marginó a la otra accionista de la cementera, que era la municipalidad de Sucre.
“En el marco del Código de Comercio, un accionista legítima y legalmente tiene los derechos de ser administrador y ser parte de la gestión”, dijo Cámara.
De acuerdo con el regulador, el convenio no fue reconocido y por lo tanto fue rechazado por la justicia ordinaria y el Concejo Municipal de Sucre el 1 de diciembre de 2006.
El acuerdo entre Soboce y la universidad de Sucre no pudo hacerse público antes debido a que las partes involucradas interpusieron a la ex Superintendencia de Empresas un recurso de confidencialidad, amparado en la Ley de Procedimiento Administrativo, que ahora fue modificado.
Asimismo, hubo un intento de fiscalización que fue paralizado.
FISCALIZACIÓN
“Hoy tenemos una nueva situación jurídica y por lo tanto nos permite continuar con la fiscalización”, manifestó Cámara, quien agregó que en el proceso de control a los estados financieros de la empresa Fancesa se tomará en cuenta su actual situación administrativa y participación accionaria.
“Fundamentalmente nos avocaremos a ver dónde fueron a parar estos 12 millones de bolivianos que han sido entregados a la universidad y cómo fueron gastados”, agregó la autoridad reguladora.
Recordó que el convenio fue firmado en 1999 por el principal accionista de Soboce, Samuel Doria Medina, y el entonces rector de la Universidad San Francisco Xavier, Jaime Robles Miranda.
“A cambio de entregar la administración de Fancesa, (la universidad) estaba recibiendo dinero”, lamentó el director de la AEMP.
Según datos históricos de la empresa, Fancesa se constituyó en 1959, cuyos socios originales fueron la ex Corporación Boliviana de Fomento, la Universidad San Francisco Xavier y la municipalidad de Sucre.
Soboce: Hemos hecho todo bajo la ley
El presidente del Directorio de la Sociedad Boliviana de Cemento (Soboce), Juan Carlos Requena, afirmó que la transferencia del 33,34 por ciento de las acciones que tenía la ex Prefectura de Chuquisaca en Fancesa se hizo en el marco legal.
“Nosotros hemos hecho todo bajo ley y el propio decreto supremo menciona, hace una referencia en su artículo dos, que fueron transferidas (las acciones) en el marco de la ley 1330 del 24 de abril de 1992”, afirmó el ejecutivo de la cementera, que por 10 años tuvo el control de una de las mayores industrias cementeras del país.
De acuerdo con Requena, la medida fue una sorpresa muy negativa para Soboce, ya que contrariamente el Gobierno pidió hace días al sector privado hacer más inversiones.
El ejecutivo de la cementera más importante del país indicó que durante los años que Soboce estuvo en Fancesa se logró triplicar el patrimonio de la empresa, además de multiplicar en 10 veces sus utilidades.
Agregó que en los últimos años la principal preocupación fue ver cómo ampliar los mercados para Fancesa y estudiar la posibilidad de ejecutar nuevas inversiones.
Requena recordó que la situación de Fancesa en 1990 llegó a tal límite que incluso se consideró su cierre debido a que se encontraba al borde de la quiebra, pero fue a mediados de los años 90 que recién empezó a percibir ganancias. Su principal mercado es Santa Cruz.
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