domingo, 24 de febrero de 2008

El dinero de la reconversión fue invertido en comercio

De las 352 personas que se acogieron al Programa de Reconversión Productiva y Comercialización (PRPC), en la ciudad de Santa Cruz, la totalidad optó por un préstamo destinado a abrir un nuevo negocio y no hubo iniciativas para emprender proyectos productivos. El total de los préstamos en la gestión 2007 alcanzó Bs 1.422.000. Y en toda Bolivia sólo se acomodó el 10% de los recursos previstos para créditos en 2007, de un total de $us 11 millones.
La información fue brindada por Klever Saravia, gerente de Créditos de la Cooperativa Sudamérica, entidad encargada de colocar los créditos correspondientes al PRPC. Aunque la oferta crediticia del programa tiene varias ventajas, como un interés del 8% anual para créditos productivos y un 6% para comercio, además de seis meses de gracia en que los prestatarios sólo cancelan el interés y no el capital, los resultados no parecen ser los mejores a casi un año de la puesta en marcha del proyecto.
La experiencia que transmiten las vendedoras de ropa usada Flora Mamani y Rita Calisaya brinda algunas luces sobre los resultados. La primera se prestó $us 2.000 y su hijo compró una movilidad de segunda mano que nunca pudo hacer trabajar como taxi porque se encuentra con varios desperfectos. La segunda aseguró que utilizó el dinero prestado para comprar más fardos de ropa usada, que continúa vendiendo en una feria asentada en la Curva de Las Américas, por el séptimo anillo.
A otros vendedores de ropa usada el préstamo les sirvió para ampliar sus posibilidades de negocio y aparte de continuar con la venta de prendas ‘americanas’ tienen un negocio paralelo; es el caso de Félix Poma, que se prestó Bs 40.000 (la cifra tope para créditos comerciales) y abrió un almacén de alimentos.
Definitivamente la producción no parece estar en el horizonte de los ropavejeros. Don Félix Mamani, especializado en la venta de calzados usados, aseguró que prefiere continuar con el mismo negocio, “pues éste no implica mayor inversión ni esfuerzo”.
En mayo de 2007 el Gobierno lanzó el PRPC con el objeto de incentivar la industria nacional; sin embargo, la convocatoria fue mínima, sólo en Santa Cruz se calcula que existen alrededor de 8.000 ropavejeros, de los cuales sólo 352 se beneficiaron con los préstamos dirigidos al comercio.
Por otro lado, la posición del sector industrial y de los artesanos mantiene permanentes críticas a la introducción de ropa usada al país, porque entre el 2000 y 2005 las pérdidas superaron los $us 500 millones y se cerraron 107.000 puestos de trabajo en el país, según datos estadísticos de la Cámara de Industria y el Insituto Boliviano de Comercio Exterior.
El gerente general de Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco), Daniel Velasco, señaló que uno de los impactos negativos por la importación y venta de ropa usada en el país es que fomenta la actividad del contrabando, pues se estima que se internan más de 8.000 toneladas anuales, por un valor de $us 40 millones por año.
"El 93% de la internación de ropa usada se realiza por contrabando. La ampliación de plazos para seguir comercializándola genera incertidumbre y pérdida de credibilidad por parte de la población hacia el mismo Estado”, sostuvo Velasco. Manifestó que la internación de prendas de segunda mano afecta la producción nacional, especialmente a las pequeñas empresas o talleres de confecciones, ya que ésta se comercializa por tonelada métrica y no por unidades. Durante esta semana, el Comité de Defensa de la Industria Nacional (Codeina) exigió al Gobierno revisar su decisión de ampliar el plazo para la venta de ropa usada por dos años.

Perjuicios

- Según datos proporcionados por el IBCE y la CNI, la pérdida acumulada para la economía boliviana como consecuencia de la importación de ropa usada entre 2000 y 2005 superó los 500 millones (6% del PIB).
- Los más afectados: la industria textil ($us 312 millones), comercio ($us 80 millones), agricultura ($us 32 millones), transporte ($us 17 millones), servicios financieros ($us 19 millones) y servicios generales ($us 23 millones).
- La economía boliviana perdió de manera acumulada 107.000 puestos de trabajo en los últimos 6 años, de los cuales 56.000 correspondieron al sector textil y confecciones.
- De cada 10 consumidores de ropa usada 7 pertenecen al rango de ingresos medios, mientras que el 4% del total de los consumidores tiene ingresos altos.
- En las principales ciudades de Bolivia existen unos 15.300 trabajadores a tiempo completo en la comercialización de prendas usadas, que infringen las condiciones de higiene y sanidad.

El costo del fardo de ropa usada subió en el último año
Varios ropavejeros consultados aseguraron que desde que la importación de ropa usada fue prohibida a principios del año pasado el costo de ésta se incrementó y se convirtió en un ‘gran negocio’ para los mayoristas pues aumentaron el precio de los fardos, que disminuyeron de peso de 50 a 40 kilos.
El fardo de ropa de primera aumentó de precio de $us 250 a 300; el de segunda de $us 80 a $us 100; y el de tercera de $us 30 a $us 40.
En Santa Cruz, los mayoristas de ropa usada se encuentran en la Villa y se calcula que mensualmente internan entre 500 y 600 fardos mensuales.
Los comerciantes aseguraron que los denominados ‘farderos’ traen la mercadería de Oruro y que la mayoría es de contrabando.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario